jueves, 12 de febrero de 2009

EL JARDÍN

Dedicado a una persona que hizo de su vida un jardín de amor





En medio del bullicio y el smog de esta ciudad que brilla y que palpita, existe un rinconcito de la casa, un florido y fresco jardincito. Árboles de naranjo y plataneras y una fuente escondida que salpica.

Un placentero sonido del agua y roca, se confunde con los trinos de las aves y el tenue volar de mariposas.

Orquídeas, hortensias y bifloras, jazmines rosas y azulinas, novios, geranios, tangos y conchitas, primaveras, heliconias y cartuchos.

Muchas hay que su nombre desconozco, pero nunca me olvido de su aroma.


Mi madre las cultivó por siempre, las cuidó y disfrutó amorosa, día a día, año a año con singular empeño..., hasta ese día en que partió hacia el cielo.

Aún están aquí y con nosotros, son heredad preciosa de sus hijos, y las seguimos cuidando igual que ella.

Más mi hermana que yo heredó esas manos, manos creadoras y benditas, manos sanadoras, que animan y confortan.

Ella fué quien las siguió regando, podando, acariciando y admirando, amadas plantas mías, rojas, azules y amarillas.

Brotan de sus hojas los retoños, dando en su climax la semilla.

No cabían las flores en sus ramas, que doblándose su cáliz exhibían.

Ahora ha partido también ella, hacia el jardín que depara nuestro Eterno, dejándome sus flores y sus frutos, tesoros que mantienen su recuerdo.



D.Z.R.

Enero 17 de 2009


























3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Darío por este bello regalo que nos hace orgullosos de ser paisas y Colombianos

Angela María Gómez Z. dijo...

Dari: Esta lindisimo lo que escribiste de Virgo.
Un abrazo

danubio dijo...

Nunca la olvidaremos.