domingo, 18 de noviembre de 2012

PROFECÍAS MAYAS



Ahora que segun tantos documentos, libros y videos nos anuncian que el fin del mundo será el 22 de diciembre de este año 2012 creo que es pertinente escribir en el blog algo antes de que termine el conteo regresivo. Realmente no es nuevo este anuncio apocalíptico y si mal no recuerdo ya en el año 51E.C., corrió el rumor de que el fin estaba cerca, tan grave fue el asunto que el apóstol Pablo se vió obligado a escribir la II Carta a los Tesalonicenses reconviniédolos a retomar su vida normal, pues ante los rumores de que el día del Señor era inminente muchos habian abandonado sus labores habituales.

Mi abuela nos contaba que en sus tiempos de juventud se esparció la noticia de que tendrían tres días de oscuridad durante los cuales las tinieblas cubrirían el mundo y solo las velas benditas encenderían, que además  tendrían que estar encerrados en sus casas con todas las ventanas cerradas y que ni siquiera podrían rendijear por ellas so pena de sufrir grandes males. Debieron ser días de terror aquellos para que finalmente nada fuera de lo normal sucediera, además no he resuelto la duda que que me quedó referente a si los fósforos y yesqueros tuvieron que mandarse a bendecir igual que las velas.
Tampoco olvido que con el cambio de milenio circularon historias apocalípticas similares que nunca se cumplieron.

PROFECÍAS MAYAS

La imaginación humana es prolija en asociar escritos antiguos con hechos actuales llegando incluso al punto de hilvanarlos con premoniciones fantásticas, es lo que ahora vivimos con las tan de moda profecías Mayas. Que un rayo del centro de la galaxia nos va a bañar con su poderosa fuerza cambiando la conciencia de la humanidad, pronostican los optimistas. Grandes terremotos, tsunamis, caídas de meteoritos, huracanes, etc., nos anuncian los pesimistas.

Y ponen para que todo esto ocurra año, mes, día y tal vez hasta hora, minuto y segundo. 22 de diciembre de 2012. Falta entonces muy poco para que todo esto ocurra o se vayan al tarro de la basura montones de libros y entretenidos documentales pseudo científicos. Y ni que decir de los modernos profetas que andan por el planeta dictando conferencias sobre el asunto mientras llenan sus arcas con un dinero que de nada les serviría si dijeran la verdad.

Nadie puede negar que el pueblo Maya nos maravilla con sus conocimientos astronómicos y matemáticos, que era un pueblo adelantado a su tiempo que sin duda nos deparará muchas más sorpresas, pero que más allá que de llevar un extraordinario sistema de conteo del tiempo sus profecías no pasan de ser otra fabulosa mitología cultural.

Germán Puerta Restrepo, destacado astrónomo Colombiano, desmenuza en su conferencia "Profecías Mayas" todas las inconsistencias de esta absurda teoría apocalíptica dejando muy claro que las posiciones reales de los cuerpos celestes para la fecha del anunciado fin del mundo difieren astronómicamente de las consignadas en los textos y videos que nos invaden hace algun tiempo. No habrá ese día ni la alineación planetaria anunciada ni tiene ningún asidero científico el rayo cósmico que supuestamente viene desde el centro de la galaxia.

Muchos seguidores tiene esta teoría construida alrededor de las profecías Mayas y me sorprende sobremanera la forma en que la toman, si yo creyera como ellos esto ya se me habría parado el pelo y estaría pagando escondidijos a peso.

Pero si bien las profecías Mayas están mal interpretadas la especie humana si está haciendo méritos para acabar con el planeta o con sus habitantes, es increíble que con los avances científicos y tecnológicos aún el transporte siga usando los contaminantes combustibles fósiles, la explotación del oro use mercurio y cianuro contaminando las aguas en lugar de buscar otros medios ya asequibles. Ni que decir de los alimentos transgénicos que podrían acarrear graves problemas de salud, los abonos y fungicidas tóxicos emponzoñan nuestra comida. Por otra parte las ciudades están invivibles por la exagerada contaminación atmosférica y acústica.

Las guerras que las potencias mundiales ejecutan para lograr su dominio económico amenazan la supervivencia humana con el riesgo de las armas atómicas.

Y en mi querida Colombia al paso que vamos el fin si puede estar cerca, pero no por la teoría de los Mayas si no por la desidia del estado para erradicar esta violencia que nos agobia, la inequidad rampante, la desigualdad en la educación, el pésimo sistema de salud, la corrupción, la entrega de nuestros recursos y tantas otras cosas más peligrosas que el mega rayo galáctico sincronizador.

El mundo no se acaba en diciembre, pero estamos esforzándonos mucho para lograrlo.



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