lunes, 6 de octubre de 2014

EL DIARIO DE UN TOMATE

Agosto 28




Encontré en la calle una pequeña tomatera, estaba aferrada a una grieta en el límite del pavimento y el separador luchando por su vida, maltrecha pero llena de optimismo en la difícil labor de afincar sus raíces en la poca tierra donde por algún motivo cayó su semilla madre. La tomé y la llevé a casa, donde la sembré en el patio. No había visto antes tanto deseo de vivir, sus hojas no se marchitaron a pesar del proceso de un trasplante poco ortodoxo, y al contrario se irguieron como tomando aire para reponerse. Al día siguiente el redrojo que había rescatado se había transformado en una vigorosa y verde planta que casi se podía ver crecer.

Opté por no usar fertilizantes ni fungicidas, solo la tierra y el agua servirían para alimentarla.

La sorpresa mayor fue cuando pocos días después ya estaba floreciendo y no tardó en mostrar un pequeño fruto verde cual regalo envuelto en su tupido follaje, como retribuyendo el favor recibido. No tengo idea del tiempo que tarda un tomate en madurar, pero de seguro esta sería una buena forma de averiguarlo. La naturaleza nos habla, y solo espera que le demos la oportunidad de ser escuchada.

Día a día la regamos, soportó como pudo varias ventiscas, lluvias y una granizada que la dejó algo desojada. Pero la tomatera soportó todo esto y se fue recuperando para continuar su lucha por sobrevivir.

El fruto fue creciendo y yo desconocía hasta que punto lo haría pues no tenía idea a que especie pertenecía. Aunque muchos piensan que el tomate es una verdura, en realidad es una fruta. Existen muchas variedades y tamaños de ellos, e igual los hay de varios colores y tamaños: Verdes, rojos y el kumato que al madurar es casi negro. Algunos prefieren consumirlos sin madurar, pero esa no es muy buena idea, pues es ese estado tienen un producto llamado solanina, que es tóxico.

Indagando supe que es una planta perenne, pero lo tendré que comprobar por mí mismo, como santo Tomás.

La verdad, yo de tomates no sé nada, solo reconozco los que veo en el mercado, el de riñón, que es grande, el chonto, de tamaño mediano y el que llamamos Cherry, pequeñito y de mejor sabor, alguno de estos tendría que ser, ya lo veré cuando termine de crecer.

A mediados de septiembre comenzó a madurar y cambió su color verde por el amarillo, iba viento en popa. Comenzando el mes de octubre comenzó a mudar su piel por el color rojo, definitivamente por su tamaño era un orgulloso tomate chonto.


Octubre 5

UN FINAL INESPERADO
Y la vida sigue.

De la mata a la boca... de María José.

¿Recuerdan la historia de la tomatera que encontré camino a a casa?, esa que estaba revejida, marchita, que casi era un rastrojo que se aferraba a una grieta del pavimento. Que floreció y dio su fruto cuando la trasplanté en el patio de la casa. Pues hoy cuando le tomaba una foto a su jugoso fruto, María José lo encontró muy apetitoso, Inesperado y bonito final para esta historia de la tomatera y de su jugoso regalo. Y como una imágen vale mil palabras, entonces estas cuatro valdrán cuatro mil.


Consigné este relato en mi perfil de Facebook para que mis visitantes siguieran el proceso de la planta, y de verdad que muchos se interesaron e hicieron comentarios divertidos:

Juan Jose Agudelo J
31 de agosto a la(s) 10:25
Salvaste una planta, no en serio, la vida tiene semillas con valentía y sin ella. Ejemplo como animales que a pesar de vivir en medios hostiles logran superarse, otros se vencen por menos adversidad, humanos que a pesar de tener mejores condiciones y se mueren. Espero que disfrutes de los tomates de esta planta, quien quita que esa semilla madre tenga propiedades benéficas para tu salud.

Respuesta
31 de agosto a la(s) 11:30 
Esa analogía que dices es la que subyace en este relato. Un ejemplo para vencer las adversidades. Cuando esté maduro el tomate le tomo otra foto, antes de disfrutarlo en la ensalada.

Luisa Fernanda Muñoz Zapata 
31 de agosto a la(s) 13:26 
¡Maravilloso lenguaje de la Creación!

Olga Ruiz 
31 de agosto a la(s) 18:49
Me invitas Dari, parece la historia de la misma vida. muy lindo.

Respuesta:
31 de agosto a la(s) 20:58
Invitada Olga.

Franquelina Zapata Restrepo 
31 de agosto a la(s) 23:15 
Es una analogía de la parábola DEL BUEN SAMARITANO.

Alquiler De Fincas Entierrafria 
2 de septiembre a la(s) 11:02
Quiero hacerte caer en cuenta de algo Dari.... algunos llegamos a una edad madura donde entendemos que estamos en una misión simple en este mundo, la de guardar nuestro egoísmo lo mas oculto posible para empezar a pensar en ayudar dando ese pequeño empujón que algunas pequeñas cosas necesitan para salir adelante... Cosechamos la alegría de ser participes de los grandes triunfos de pequeños seres.

Respuesta
2 de septiembre a la(s) 11:22 
Bien dicho.

Solo queda esperar a ver que pasa con la planta, si realmente es perenne no tardará en secarse, de lo contrario florecerá de nuevo, ya se los contaré.

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