domingo, 30 de noviembre de 2014

EL IDIOMA DE LOS ANIMALES

LAS VOCES DE LOS ANIMALES

Los nombres de las voces de los animales, a diferencia de las onomatopeyas, no pretenden imitar el sonido de un animal sino designarlo, es decir, nombrarlo y especificarlo. Son, por tanto, sustantivos y se tratan como tales. A menudo se basan en el sonido (como en el mugido de la vaca, basado en la onomatopeya mu, o en el siseo de las serpientes), pero no tienen por qué tener relación con el sonido real emitido por los animales.

Los nombres de las voces de animales a menudo presentan variaciones regionales y no todos son conocidos en todos los lugares ni están registrados en los diccionarios. Además, algunos son específicos de animales concretos mientras que otros tienen un sentido más general, como:
bramido: voz fuerte, continua e indefinida
aullido: que corresponde a la onomatopeya aúúúú
chillido: voz aguda, indefinida y estridente

También se trasladan los nombres cuando son similares: así, se dice que las rapacen nocturnas jóvenes emiten un maullido, pues se parece a la voz del gato, o que ciertas aves trompetean, pues su sonido parece el de una trompeta. Otras denominaciones frecuentes son gruñido y rugido, para los sonidos similares al del cerdo y del león, respectivamente. (Wikilengua)

Estas son las voces de los animales:





EN LAS AVES

Abubilla: Canta
Águila: Trompetea, Chilla
Alondra: Canta
Búho: Ulula
Canario: Trina, gorgea
Cigüeña: Castañetea, gruye, crotora
Cisne: Canta, grazna, gazna
Cotorra: Habla
Cuervo: Grazna, gragea, gazna, crocita, croscita
Gallina: Coclea, cacarea
Gallo: Canta, cacarea
Codorniz: Canta, Cuchichea, grita
Ganso: Grazna, gazna
Gavilán: Chilla
Golondrina: Chirría, gorgea, grita
Gorrión: Pía
Pato: Parpa, gazna, grazna
Pavo: Granza, cloquea
Pavo Real: Grita
Perdiz: Castañetea, cuchichía, piñonea, aúlla, grañe, grita, gruñe, ladra, late, regaña, llama.
Mono: Chilla, grita, aúlla
Murciélago: Chirría
Pájaros: Cantan, Silban, gorgojean, reclaman
Paloma: Arrulla, zurea
Grillo: Grilla
Lechuza: Grita
Loro: Habla, garrita
Pollo: Pía, pipía
Tórtola: Arrulla, gime
Urraca: Chirría
Autillo: Ulula
Corneja: Charla
Cuclillo: Hace cucú
Chorlito: Silba
Estornino: Canta
Grajo: Grazna, gazna, gragea
Grulla: Grulle
Mirlo: Silba, llama
Mochuelo: Grita, silba, reclama
Oca: Gazna, grazna, parpa
Oropéndola: Silva
Ortega: Cloquea
Pinzón: Silba, gorgojea
Ruiseñor: Canta, trina
Silbón: Silba
Vencejo: Chirría

EN LOS INSECTOS

Insectos: Zumban, susurran
Cigarra: Carraca, chilla
Abeja:Zumba
Mosca: Zumba
Mosquito: Zumba
Langosta: Estridula
Saltón: Zumba

EN LOS MAMIFEROS

Asno: Rebuzna, resopla, rozna
Becerro: Berrea
Buey: Muge, brama
Búfalo: Brama
Caballo: Relincha, piafa, bufa resopla
Cabra: Bala
Carnero: Bala
Cerdo: Gruñe
Siervo: Brama, rebrama
Conejo: Chilla
Cordero: Bala
Chacal: Ladra 
Elefante: Barrita, brama
Gato: Maúlla, ronronea, gruñe, bufa, maya, mía
Hiena: Aúlla
Jabalí: Arrúa, gruñe, rebudia, ronca
León: Ruge, brama
Lobo: Aúlla
Oso: Gruñe
Oveja: Bala
Tigre: Maúlla
Toro: Bufa, brama muge
Rata: Chilla
Ratón: Chilla
Rinoceronte: Barrita
Zorro: Gañe, aúlla
Vaca: Muge, brama
Pantera: Himpla, ruge
Lechoncillo: Guañe
Puerco espín » Gruñe
Cochinillo: Guañe, gruñe
Gamo: Ronca, gamita
Marmota: Silba
Onza: Himpla
Paca: Gruñe
Rozno: Rozna

EN LOS REPTILES

Cocodrilo: Llora, se lamenta
Serpiente: Silba

 OTROS

Rana: Croa


Ahora veamos como el poeta Colombiano José Manuel Marroquín hace un juego de palabras en su poema "La serenata" usando las voces de los animales y jugando con ellas, a esta figura literaria se le llama: Jitanfájora.

La jitanjáfora tiene su origen más definido en las parodias del estilo culterano que realizaron Quevedo y Lope de Vega, en las que se alcanza a veces la ininteligibilidad.

El poeta romántico colombiano José Manuel Marroquín usó el procedimiento para burlarse de la retórica “clasiquina” de los poetas arcádicos del XVIII.

El escritor, premio Nobel de literatura, Gabriel García Márquez disfrutó especialmente de este poema de José Manuel Marroquín, el cual recitaba de memoria con mucha frecuencia.


Fragmento del documental Una vida mágica   La vida de Gabriel García Márquez de  Rodrigo Castaño Valencia

LA SERENATA
José Manuel Marroquín


Ahora que los ladros perran,

Ahora que los cantos gallan,

Ahora que, albando la toca,

Las altas suenas campanan,

Y que los rebuznos burran,

Y que los gorjeos pájaran,

Y que los silbos serenan,

Y que los gruños marranan,

Y que la aurorada rosa

Los extensos doros campa,

Perlando líquidas viertas

Cual yo lágrimo derramas,

Yo, friando de tirito,

Si bien el abrasa almada,

Vengo á suspirar mis lanzos

Ventano de tus debajas.

Tú en tanto duerma tranquiles

En tu camada regala,

Ingratándote así, burla,

De las amas del que te ansia.

Oh, ventánate á tu asoma,

Oh, persiane un poco la abra,

Y suspire los recibos

Que este pobre exhalo amanta.

Ven, endecha las escuchas

En que mi exhala se alma,

Y que un milicio de músicas

Me flauta con su acompaña.

En tinieblo de las medias

De esta madruga oscurada,

Ven y haz miradar tus brillas

A fin de angustiar mis calmas.

Esas tus arcas son cejos

Con que, flechando disparas,

Cupido pecha mi hiero

Y ante tus postras me planta;

Tus estrellos son dos ojas,

Tus rosos son unas labias,

Tus perles son como dientas,

Tu palme como una talla;

Tu cisno es como el de un cuelle,

Un garganto tu alabastra,

Tus tornos hechos á brazo,

Tu reinar como el de una anda.

Y por eso horo á estas vengas

A rejar junto á tus cantas

Y á suspirar mis exhalos

Ventano de tus debajas.

Así cantaba Calixto

A las ventanas de Carmen,

De Carmen, que, desdeñosa,

Ni aun se acuerda de olvidarle.

Es el galán susodicho

Mozo de tan buenas partes,

Que en el barrio no hay quien tenga

Tanto garbo y tal donaire;

Ninguno en amar le excede,

Ni en cantar le iguala nadie,

Ni en el tañer la vihuela

Hay quien le exceda ó le iguale.

Sin embargo, el ser Calixto

Mozo de tan buenas partes,

No ha sido parte á ablandar

El duro pecho de Carmen.

La aurora le encuentra siempre

Muerto de frío en la calle,

Al cielo dando sus quejas

Y sus suspiros al aire.

Allí improvisa á las veces

Tristes serenatas y ayes,

Que oyen tal vez los serenos

O que tal vez no oye nadie.

Yo salí esta madrugada

Mucho antes de que aclarase,

Para poder alcanzar

A misa de cinco, al Carmen,

Y junto á las rejas de ídem

Le encontré dale que dale,

Y oí los versos de que

Me he hecho editor responsable.

Mas, como era ya temprano

Y Calixto empezó tarde,

Estaba un poco más ronco

De lo que era razonable;

Además, como estaba ebrio

(Aunque en verdad, no se sabe

Si de puro amor ardiente,

O de aguardiente ó de brandi),

Echaba A perder el canto,

Que era una lástima grande,

Y trabucaba las sílabas,

Y las palabras y frases.

Empero, es cosa segura,

O á lo menos muy probable,

Que A no ser por la embriaguez

Y la ronquera del diantre,

Y lo malo de los versos,

Y el trastrueque de las frases,

La tal serenata hubiera

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