jueves, 13 de febrero de 2014

ALHEÑA Y AZÚMBAR

Jaime Jaramillo Escobar

"Os preocupáis demasiado de que vuestra casa esté limpia, /y de que vuestros negocios estén sucios. / Lo importante es mantenerse ocupado todo el día, / porque no sabéis qué hacer con el tiempo libre. / Y por eso vivís inventando cosas permanentemente. / Pero yo os digo: / Hay que hacer esta noche una fiesta privada en casa de cada cual, / porque hoy es víspera de la muerte. / Apuráos" ("Comentario de la muerte").

Jaime Jaramillo Escobar (Pueblorrico, 25 de mayo de 1932) es un poeta colombiano. Co-fundó con Gonzalo Arango y otros escritores el nadaísmo, movimiento de índole contestataria que cambió la percepción de la literatura y el arte colombianos a mediados de los años 60. Su propia obra se caracteriza por la ironía, el sarcasmo, los juegos paródicos del lenguaje popular, la irreverencia y el tono sentencioso con el que satiriza la sociedad y sus instituciones.

Vivió su infancia y juventud en varios pueblos antiquismos especialmente en Altamira y Andes, donde fue compañero de Gonzalo Arango. Cuando, en 1958, su antiguo condisos del judaísmo en Medellín, Jaramillo Escobar, quien a la sazón vivía en Cali, decidió sumarse al movimiento, encubriendo su verdadero nombre bajo el seudónimo X-504. "La X es también para preguntar quién soy. Es una interrogación. El desconocido que te interroga. El que pasa por tus manos sin darse a conocer y se va después de haberte dado todo, menos su nombre. Soy el nombre falso de la verdad [...] X-504, número de presidiario [...]. X-504 existe para que Jaime Jaramillo Escobar pueda vivir libremente, sin el peso de la literatura y de la admiración", explica Jaramillo Escobar.

En contraposición con el carácter incendiario y revulsivo del nadaísmo, la discreción de X-504, paradójicamente, resultaba casi escandalosa. Gonzalo Arango lo describió como el más raro de los nadaístas, pues paga religiosamente el arriendo el último día de mes, gira cheques con fondos, usa chaleco, todas las mañanas a las 8 en punto le da los "buenos días" al patrón, etc. No obstante, el poeta más parco del nadaísmo terminaría siendo reconocido como el mejor de todos. El premio Cassius Clay de poesía nadaísta que obtuvo en 1967 con su libro Los poemas de la ofensa, así lo demuestra. 

Este libro, junto con Los elementos del desastre, de Alvaro Mutis, Morada al sur de Aurelio Arturo y Baladas de Mario Rivero, es considerado como lo más logrado de la poesía colombiana escrita entre 1950 y 1975. En los 44 poemas que conforman el libro, Jaramillo Escobar despliega los rasgos característicos de su escritura: poemas extensos dispuestos en frases a manera de versículos; adopción de un tono sentencioso propio de tradiciones épicas y bíblicas, matizado con humor e ironía; y, sobre todo, un contrapunto exultante entre las grandes y colectivas cosas con las pequeñas y personales.
(Extractado de WikipediA)

Alheña y azúmbar.

La digestión de la pulpa de coco demora cuarenta días y cuarenta noches.
Ni mucho, ni poco.
Al plátano hartón de cáscara roja le falta un grado para ser veneno. Compadre, no coma coco.
Si se ha comido banano y se tomado ron, muerte segura. Nadie comió. Ni yo tampoco.
La pepita de la pitahaya si la comes no la muerdas, si la muerdes no la tragues;
si la tragas, allá tú.

La pepita de la granadilla si la tragas se te embucha.
Para que no se te embuche, mejor que no comas mucha.
La pepita de la granada no es como la de la granadilla.
La pepita de la guayaba no es como la de la granada.
Y la pepita de la papaya no es como la de la guayaba.
Es como la de la papayuela, pero más dulce.
Si es más dulce es más sabrosa, si es más sabrosa es más cara.
Para que no sea más cara no compre papaya ni compre nada.
La pepita de la guanábana es como la de la chirimoya. Y ambas son como la de la calabaza. Cuando a uno le dan calabazas no le dan chirimoya ni le dan papaya.
Las pepitas de la guama se usan para hacer zarcillos,
quiero decir que se utilizan como pendientes,
o mejor dicho lo que quiero decir es que los chicos se las cuelgan en las orejas.
Trae el corozo una nuez, trae la nuez una almendra,
pero la almendra de la nuez no es como la nuez del corozo.
Si no se entiende que no se entienda.

La ciruela se lava, pero no se pela; el madroño se pela pero no se lava.
Para saber si una fruta se lava o se pela hay que consultar el diccionario.
El diccionario tiene la palabra. Pero si no la tiene será que le falta una página.
La pulpa de la algarroba se ataruga y se atraganta.
Si tomas agua se forma una pasta y se te pega en la garganta.
Con la garganta atragantada tratas de ver si resuellas o si no resuellas nada.
 Si no resuellas mortus est.

El icaco es una fruta especial para diabéticos: no tiene azúcar,
 ni tiene harina, ni tiene icaco ni nada.
El que come patilla oxidada seguro estira la pata.
 Para no correr el riesgo es mejor comer sandía. La sandía es una fruta sandia.
El tamarindo es la fruta que más me gusta porque es de negros y de tierra caliente.

Qué sería de los blancos cuando van a tierra caliente si los negros no les sirvieran refrescos de tamarindo. Con el sabor áspero del tamarindo se forman bolas ácidas recubiertas de azúcar que sirven para vender en las calles de Cartagena y se hace una miel espesa de tamarindo para lamer sobre hojas de plátano. También se hacen sorbetes para el arzobispo y además el árbol de tamarindo produce una sombra verde y fresca para construir un banquito y sentarse alrededor del tronco. El tamarindo es un tronco de árbol copudo completamente lleno de tamarindos. Sólo los negros lo pueden coger porque no es fruta de blancos. Si los blancos tuvieran tamarindo entonces los negros serían blancos. Pero no puede ser.

Hay muchas frutas que son de negros. Dios les dio a los negros la tierra caliente y las frutas porque Dios tiene predilección por los negros, eso es evidente.
A los blancos los puso en tierras frías para que se resfríen,
pero ellos inventaron la aspirina y las cobijas de lana.
 El níspero y el mamey son frutas de negros. Y el zapote también.
Pero lo que pasa es que a los blancos siempre les ha gustado comerse
la comida de los negros. Y la música de los negros.
Y los bailes de los negros. Y las negras de los negros.

Sigamos: mi negra se emperejila, se emperespeja, se aliña,
Con alhucema y albahaca, con cidrón y toronjil,
Con lavanda, con canela, con loción y con anís.
Mi negra tiene un meneo que no cabe por la calle,
Mueve el tacón y la punta del zapato y ese baile
Derrama tantas fragancias que no caben en el aire.
Mi negra es alta y esbelta, muy lucida y bien plantada,
Su cuello es tan largo que anda su cabeza por el aire.
El donaire de mi negra no cabe en ninguna parte.
Mi negra tiene ojos blancos, dientes blancos, calzones blancos,
Calzones en diminutivo, calzoncitos, prendas íntimas…
Yo no sé qué tienen de íntimas si las anda mostrando por todos lados.
Cuando mi negra se desnuda queda completamente desnuda,
No como las blancas que aunque se desnuden siempre tienen algo que las cubre, aunque sea un concepto. Mi negra no tiene conceptos, ella nació y se crió desnuda,
y por lo tanto no se puede vestir completamente porque mientras más se viste más desnuda queda.

Mi negra se aceita el codo, se pule el pelo, acicala,
Se emperimbomba, se tiñe, se sahúma, se apercala,
Se va de rumba y regresa cuando está la noche alta.
Yo no sufro por mi negra. ¡Cómo me alegra mirarla!
Mi negra camina en versos de cuatro o cinco tonadas,
Su habla es un canto largo, con las palabras cortadas.
Mi negra es dulce por fuera. Por dentro yo no sé nada.
Por dentro mi negra tiene alguna cosa guardada.

Agüita de manzanilla,
Tisana de ron y eneldo,
La raíz del limoncillo
Y un manojito de espliego.
El aire huele a linaza
Con astillas de canela.
Con alheña y con azúmbar
Viene pintada mi negra.
Pintada no es la palabra,
Viene más azul que negra,
Como esculpida en el aire
Durísimo de la piedra!


MAMÁ NEGRA

miércoles, 12 de febrero de 2014

PACHECO EN PRIMERA PERSONA

Transcripción de la entrevista a Fernando González Pacheco realizada por Hernán Cárdenas Correa para su programa de televisión Variedades en el mes de septiembre del año 1997 en la  ciudad de Medellín.
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"Aquí uno es un gorgojo, uno es una molécula".

- Fernando Bienvenido
- Muchas gracias Hernán, lo felicito por el programa Variedades, es muy lindo que cada sector pueda tener los comentarios de su propio sitio.

-Yo nací en Valencia, España. Mi padre era español, madrileño, mi madre Colombiana. Aunque nací en Valencia pasé pocos días en esa ciudad pues todos nos fuimos a Madrid donde mi padre tenía un almacén fotográfico. Cuando tenía cuatro años se inició la guerra española, mi madre sufría del corazón; entonces mi padre de forma muy acertada decidió que no era un ambiente propicio una guerra para alguien que sufría del corazón. Aprovechando que ella era colombiana y parienta del entonces presidente Eduardo Santos nos vinimos a Colombia, con la idea, según mi padre nos contó después, de escampar guerra y luego volver,  mi padre se amañó, como decimos en Colombia, y se quedó.

Trabajó toda su vida para el diario El Tiempo. Nos quedamos, mi madre falleció al poco tiempo de llegar, nos quedamos mi padre, mi hermano y yo, somos nada más tres con mi padre y mi hermano. A nosotros nos crió mi abuela, la mamá de mi mamá. Y cuando tuvimos una edad apropiada nos fuimos a vivir con mi papá. Por eso yo debo confesar que… Mi padre no fue solamente mi padre, fue mi amigo, yo diría que prácticamente mi cómplice.

Yo tuve una juventud de la que hoy día me arrepiento, pues veo que no aproveché lo que tantos niños no pueden tener…  Fui muy indisciplinado y mi padre nunca me censuró nada, o sea que fue un gran amigo. Lástima que…  Y esa es una de mis grandes frustraciones, aunque llegó a ver que yo tomaba un oficio como este, nunca vio lo que pude llegar a ser gracias a todos ustedes. Esa es más o menos una síntesis de lo que ha sido mi vida.

A la televisión llegué por una casualidad, yo estaba navegando, navegué cuatro años en la flota mercante, fui camarero y mayordomo. Y es tal vez lo único que añoro en mi vida, el mar. El mar llena la parte espiritual. Pero una vez allí Don Alberto Peñaranda que era propietario de Punch, la programadora… Me encontró y me ofreció esto, y yo vine con una licencia de quince días a trabajar en televisión que se han convertido en cuarenta años.

Esa es la síntesis de la vida de una vida de un ser humano muy común y corriente. De eso si me siento, muy… si no  orgulloso, por lo menos pongo la cabeza en la almohada todos los días y sé que el hecho de aparecer frente a una cámara de televisión no me hace ni más ni menos que nadie… Y además no lo soy, yo soy un ser humano muy común y corriente, muy tímido, aunque la gente no lo crea. Y que tengo algunas cualidades y muchísimos defectos… Pero que, lloro, me río, sudo, voy al baño; no tengo nada distinto a los demás.

SUS PADRES

- Jajá… Mi madre tenía un nombre muy lindo, Inés Castro Montejo, a mi padre se lo debieron poner muy pequeñito para bautizarlo, Toda la vida le tomamos el pelo con mi hermano… Mi padre se llamaba Doroteo…. (Risa). Y todo lo bueno que fue con nosotros, (Risa). Quizás fue pagando que le hubieran puesto ese nombre, Doroteo, Doroteo González Pacheco. Yo de mi madre confieso tengo muy remotos recuerdos, yo tenía cinco años cuando ella falleció. Eso hizo que mi padre se convirtiera en padre y madre, amigo, cómplice… Todo.

O sea, yo por mi padre, debo confesarlo, no lo digo, no me gusta repetirlo, cuando falleció mi padre… Yo… Intenté quitarme la vida, afortunadamente Dios no lo permitió, pero… En algún momento fue, y es todavía un ser muy especial por las circunstancias… En que vivimos.

EL NOMBRE PACHECO
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Es una cosa inexplicable, mi nombre es Fernando, mi primer apellido Gozález-Pacheco, o sea el apellido de mi padre… González, guión, Pacheco, el apellido de mi madre, Castro. Yo no sé porqué… Algunas personas pensarán, se puso su nombre artístico Pacheco, no,no, nunca. A mi hermano que es médico y que es la oveja blanca de la familia, muy serio, muy trascendental, también le dicen el doctor Pacheco.  A mi padre le decían Pacheco, a mis sobrinos les dicen Pacheco. Yo no sé, yo creo es porque es quizás un poquito más sonoro y porque el González es más común y corriente.

Yo no sé si algún día… Ya no tengo edad para eso, pero…  Algún día me gustaría quitarme el González, con el mayor respeto por el apellido, pero es incómodo a veces. En la universidad me pasaba cuando, estudiaba medicina, fue la única vez que estudié algo en serio, me llamaban a lista y en ese momento no trabajaba en la televisión…  El profesor decía… “González Fernando”, yo contestaba presente y el profesor me decía: ¿Y usted por qué contesta por otro?  – Pero Señor ese soy yo. _Usted es Pacheco. Fue que él había oído que todos me decían Pacheco. Pero francamente no sé explicar por qué., se queda el Pacheco, me parten el apellido en dos. No me molesta en lo más mínimo, eso sí es cierto.

SU HERMANO

Tengo un solo hermano, un médico que se llama Rafael y vive en Bogotá. Pero como le dije es la oveja blanca de la familia, trascendental, muy serio. Jamás le gusta aparecer en nada, es muy difícil que le hagan una entrevista, a veces lo llaman porque le quieren preguntar sobre su hermano, es muy difícil. Tengo una relación de hermano magnífica, peleamos mucho, como es lógico que peleen los hermanos. Digo “pelear” entre comillas, pero tenemos una magnífica relación y el entiende perfectamente lo que yo hago y yo mucho más que un médico tiene cierta cantidad de responsabilidades muy especiales.

SU PRIMERA APARICIÓN EN UN MEDIO DE COMUNICACIÓN

Yo tenía una familia… y como dije ahora me arrepiento de no saber lo que tenía, era una familia de las que se llaman acomodadas entonces me matricularon desde el kínder infantil, en un colegio de esos High Lights, el gimnasio moderno. Ahí hice el kínder y los primeros años de elemental hasta que perdí el año y me echaron y fui a parar a un colegio de disciplina rígida donde logré hacerme bachiller. Y digo mal, logré, porque fueron mis amigos los que me sacaron de bachiller, yo era un pésimo estudiante, indisciplinado.
Desde aquella época tenía ciertas aficiones, yo les contaba a mis compañeros de colegio, los sacaba al recreo y les contaba cuentos de un personaje que yo había inventado, el viejito. Organizaba los grupos musicales, los equipos de beisbol, todo lo que no fuera estudiar lo hacía yo.

Entonces mis compañeros permitieron que yo me quedara, porque decían, si no se queda Pacheco se daña esto. Luego entré a estudiar medicina dos años, ahí había que estudiar en serio, pero por razones familiares tuve que retirarme. Me fui a estudiar derecho… Duré un día, fui un día a la universidad y no volví.
Me fui a estudiar economía, duré tres meses, me convencí que no podía. Instalé radios en los automóviles,

PACHECO Y EL MAR

Luego fui a parar finalmente a la flota de camarero, mi papá lo consiguió y de mayordomo. Creí que mi vida iba a terminar en el mar, me encanta el mar, además le cambia a uno muchos valores equivocados. El mar lo convence sobre todo de una cosa Hernán: "Aquí uno es un gorgojo, uno es una molécula".

Y es que muchos valores que uno tiene aquí, en el mar no son. La misma familia, la política. El mar es… El barco es la casa de uno, la familia son los compañeros. En fin, cambian muchos valores, el mar me marcó y yo creí que terminaría mi vida en el mar…. Pero por casualidad vine a parar en la televisión. He hecho una síntesis bastante aburrida y espero no aburrirlos mucho sobre lo que ha sido mi vida.

LA TELEVISIÓN EN COLOMBIA

Ah no, cuando yo entré a la televisión llevaba año y medio, algo así. Jugábamos a la televisión la verdad. Hacíamos televisión, todo en directo. En blanco y negro. Hay una cosa curiosa, cuando yo entré a la televisión una de las cosas que más me atrajo fue que la televisión comenzaba a las seis de la tarde. Yo no soy buen madrugador como creo que hay mucha gente y dije: Al fin escogí un oficio donde pueda dormir. Porque no había que estar en ningún programa antes de las cinco de la tarde, sin darme cuenta que después crearon las grabaciones, cosas como estas, y tuve que levantarme muchas veces a las cinco de la mañana a grabar. En aquél tiempo jugábamos pero con una enorme mística… Que se ha perdido un poco.

LA TELEVISIÓN ACTUAL

La televisión de hoy en día es cincuenta mil veces mejor en todos los aspectos, técnico ni hablar, artístico, todo. Esto, un canal como este, permite a la gente, porque aquí hay un gran talento. Pero se ha perdido un poco la mística, por ejemplo en aquel tiempo no pensábamos tanto en si uno ganaba o no dinero, eso era lo de menos, lo importante era hacer cosas. Y lo mismo era un ensayo de dos horas que uno de cinco o seis horas para hacer una obra de teatro.

Éramos menos, entonces nos conocíamos más. Pero es indudable que ver una escenografía de hoy día, las luces de hoy en día, aún el talento, la forma en que se hace, los directores, las actuaciones… Todo ha mejorado.

Los colombianos somos muy dados al canibalismo, nos tragamos los unos a los otros. Yo le digo que he viajado por… Gracias a mi trabajo por muchos sitios del mundo, y no voy a decir que esta sea la mejor del mundo pero ni mucho menos es la más mala. Es más, yo diría que en América Latina si acaso un país nos lleva ventaja que podría ser Brasil.

Lo que pasa es que claro, muchas veces contesto lo mismo, la gente le dice a uno: ¿Porqué no hacen un musical como el de Liza Minnelli o como el de Frank Sinatra?… En ese caso siempre les contesto eso tiene no más que una explicación: Eso no tiene más que una explicación, y es que los billetes de allá tienen el retrato de Washington y aquí tienen el retrato de Bolívar, entonces, esa es la diferencia.´, pero nuestra televisión es una magnífica televisión. Hay programas Muuuy buenos, buenos, malos, regulares, pésimos, como en todo el mundo.  Pero en términos generales tenemos una magnífica televisión.
Continuará.