Cuando la noche no es noche
ni el día aún es día,
entorna sus ojos el cielo
aún sin despertar.
El profundo negro cambia a lapislázuli,
y las nubes flotan como leve tul.
Los pájaros cantan y vuelan alegres
esperando ansiosas a que salga el sol.
El buen campesino se toma sus tragos
Para salir luego a su diaria labor.
Colores del aire, que duran instantes,
negro a lapislázuli, cual joyas etéreas
por siempre en mi mente
yo quiero grabar.