Una visita llena de sorpresas.
Para nadie es un secreto que históricamente muchos viajes papales han coincidido con los álgidos momentos que viven los países que han visitado. El papa Francisco ha visitado cuatro
continentes, Asia, Europa, África y América. Algunos viajes obviamente responden
a sus actividades apostólicas, como esta; pero otros son atendidos por invitaciones
especiales hechas generalmente por mandatarios de estado.
Así ocurrió en México, país que atravesaba una delicada situación social y política. Sin duda alguna su visita
quería ser aprovechada para moderar las protestas contra el gobierno mexicano. Lo que no
esperaban era que el papa Francisco en una de sus intervenciones les jalara las
orejas a clérigos y políticos, apoyando el sentimiento popular.
Otras visitas papales tuvieron como destino otros países
suramericanos como Brasil, Ecuador, Bolivia, Cuba y Paraguay, tampoco ajenos a
desigualdades sociales y corrupción.
Hay mucha tela que cortar sobre este tema, pero me
inclino a pensar que el papa, así acepte invitaciones con indudable tinte político,
siempre nos dará sorpresas inesperadas.
El gobierno de Colombia anuncia la visita del
papa Francisco a nuestro país para que con su presencia de alguna forma valide las negociaciones con un grupo insurgente, el mal llamado proceso
de paz, que más parece una firma de capitulaciones, una rendición del Estado.
El 26 de septiembre del 2016 el papa Francisco puso
condiciones a su viaje a Colombia, y fue muy enfático en esto:
“En América he dicho que cuando el proceso de paz
termine (en Colombia). Yo quiero ir cuando todo esté blindado, es decir cuando
el plebiscito termine, cuando todo esté seguro, seguro, seguro, cuando sea
seguro que todas las naciones estén de acuerdo, que no se hará un recurso.
Cuando todo esté terminado.
Si esto es así, podré ir, pero si la cosa es
inestable… pero todo depende de lo que diga el pueblo porque el pueblo es
soberano.
Nos hemos acostumbrado a mirar más las formas
democráticas que la soberanía del pueblo y las dos deben ir juntas. Por
ejemplo, se ha hecho costumbre en algunos continentes que cuando termina el
segundo mandato de un gobierno lo que se hace es buscar cambiar la constitución
para tener un tercero, y esto es sobrevalorar la llamada democracia contra la
soberanía del pueblo, algo que está en la constitución…
El proceso de paz se resolverá hoy, en parte con la
voz del pueblo soberano, lo que diga el pueblo es lo que creo que se debe
hacer”.
Se ha confirmado que su santidad nos visitará del
seis al once de septiembre y que estará en las ciudades de Bogotá,
Villavicencio, Medellín y Cartagena.
Una visita que de seguro nos dará sorpresas, porque sin duda el Papa Francisco siempre ha estado con el pueblo.
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