El Newton de William Blake |
No nacemos…nos nacen.
No soñamos…nos sueñan
Somos sueños de nuestros padres
y de los padres de nuestros padres
de infinitos padres.
Somos sueños del tiempo.
Nos soñaron las olas del mar
el árbol y la flor
el aire y el fuego.
Nos soñó la naturaleza
y la madre tierra.
Sin contar con nosotros
un dios loco y desocupado
nos soñó desde la extensa oscuridad
con la arcilla de las estrellas.
Primero nos condenó a vivir
y después, cansado de nosotros
como juguetes rotos, nos abandonó
y nos condenó a morir.
Desde entonces
gritando al sol y aullando a la luna
vagamos por la tierra
cargados con el peso del pecado original
de haber nacido.
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