sábado, 26 de diciembre de 2009

GRACIAS POR SU VISITA

Retazos de la vida les desea a sus lectores y amigos un año 2010 lleno de salud, prosperidad y muy buenas lecturas.


FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2010 en Yahoo! Vídeo


lunes, 21 de diciembre de 2009

EL COMITÉ II

Hipócrates vivió en el siglo IV antes de Cristo. Hasta entonces, el médico cumplía una doble función; una era curar…¡la otra matar!

La gran contribución de Hipócrates, que pasó a la era Cristiana y guió la profesión de médico durante los siguientes dos milenios, fue la de separar la función de curar y la de matar del médico. A partir de entonces, el médico solo curaría. A través de los siglos, el juramento hipocrático ha contenido la frase, primun non nocere, "en primer lugar, no hacer daño".


En la actualidad, los médicos que se gradúan ya no toman el juramento hipocrático. Con el aborto y el apresuramiento para legalizar la eutanasia, los médicos, trágicamente, han vuelto a asumir esa doble función

http://www.vidahumana.org/vidafam/eutanasia/medico.html




Había olvidado decirles que me llamo William Geiger, mis abuelos llegaron de Polonia a Colombia en los tiempos de la segunda guerra mundial y a través del río de la Magdalena arribaron a Puerto Berrío en medio de un sofocante calor y de una nube apocalíptica de mosquitos. Allí en un hotelucho nació mi madre Tesia, una partera nativa atendió el parto.

Mi abuelo Tomasz resolvió pronto emigrar a tierras más templadas por lo que tomaron el tren que los llevaría a Medellín, una ciudad de clima más amable, según le habían contado en sus caminatas por el pueblo.

Mi madre entonces creció en esta bella ciudad, mientras que mi abuelo prosperaba con su industria de lápidas de granito español Grissal.

En conclusión y para no alargar esta historia, somos unos desplazados más de los que llegaron a esta Villa. Aquí vine yo al mundo y tuve la suerte de estudiar en la mejor facultad de medicina de la ciudad y luego especializarme como oncólogo en el campus de la Universidad Johns Hopkins.

Una mañana durante uno de mis recorridos dentro de la clínica donde ahora laboro, visitaba a varios pacientes que por su condición serían trasladados al día siguiente a sus casas con todos los soportes técnicos y médicos, como lo estipula el CC (Comité científico), enfermera permanente, aparato de inyección de líquidos, visitas médicas domiciliarias, etc., en conclusión una atención 1A.

La condición de ellos era estable. Berta mostraba una notable recuperación y de seguir el tratamiento religiosamente podría tener varios años de vida de gran calidad, yo estaba muy contento con su evolución y hasta había surgido una gran empatía con tan bella señora.

Al entrar a su cuarto vi inclinado sobre ella a un enfermero, que al percatarse de mi presencia se irguió rápidamente y guardó con presteza algo en el bolsillo de su chaqueta.

- ¿Que hace enfermero? , le pregunté extrañado.
- Le revisaba las sondas doctor…, me respondió inseguro mientras se retiraba.

Berta me contó luego que la había despertado el enfermero al inyectarle algo en el estómago.
Yo la convencí de que el solo le había revisado las sondas, que eso solo lo había soñado pues nadie le había prescrito tal cosa. Como ya caía la noche y mi turno terminaba, me despedí de Berta prometiéndole que al día siguiente la visitaría antes de que dejara la clínica, ella soltó una risotada de alegría mientras me decía:


- Yo veré, yo veré.


Al día siguiente regresé a la clínica y lo primero que hice fue dirigirme al cuarto de Berta, la puerta estaba abierta y había más personas de lo acostumbrado, algunos sollozaban. Alarmado apuré el paso y al entrar Berta ya no estaba, solo su cuerpo pálido y cadavérico yacía en la cama.

Tuve que retirarme al salón de espera para que nadie descubriera las lágrimas que mojaban mi cara.




CAPÍTULO III


La muerte inesperada de Berta me había conmovido en grado sumo, ahora comprendía el porqué de mi especial afecto hacia ella, me recordaba a mi abuela Ewa, con su temperamento dulce y jovial, me hacía revivir esos bellos momentos cuando al lado de su cama y aún estando ya enferma nos divertía con las historias de su juventud en Kielce, de la increíble forma en que conoció a mi abuelo durante la persecución antisemita al final de la segunda guerra que los obligó a huir juntos como polizones ocultos en un gran barril a bordo de un desvencijado camión de mudanzas.

Sentado en el cafetín de la clínica estos recuerdos se convirtieron de pronto en elucubraciones sobre el motivo del fallecimiento de Berta. Vino a mi mente la imagen del enfermero en su cuarto, de la historia de Berta, de la “coincidencial” muerte de otros pacientes de esa ala en la misma semana. Parecía que algo anormal estaba sucediendo y yo tenía que descubrirlo.

Tenía que ser muy prudente en esto, por eso acudí a Luisa, una empleada de archivo que me inspiraba una gran confianza. Le pedí que revisara las historias de los pacientes fallecidos esa semana y que me facilitara sus copias, no sin antes rogarle que el asunto quedara entre nosotros.

Muy pronto Luisa me llevó personalmente estos informes a mi oficina y me comentó que el doctor Franco, jefe de piso se había enterado del asunto al entrar al cuarto de copias. Después de agradecerle su gestión eché seguro al cerrojo y me dispuse a estudiar los documentos.

Cada vez me preocupaba más el asunto, Todos los pacientes fallecidos superaban los sesenta años, estaban prontos a ser remitidos a sus casas por recomendación del CC con todos los servicios ofrecidos por su plan de salud.
Ninguno de ellos estaba hasta el día de su fallecimiento en estado crítico, todos habían muerto en las horas del amanecer, justo cuando cogía turno el extraño enfermero. Ahora debía enfocar mi investigación sobre ese siniestro personaje.
Alguien llama a mi puerta…

- ¿Quién es?, pregunté, mientras metía presuroso las carpetas en el cajón del escritorio.
- El doctor Franco, quisiera hablar algo importante con usted.




CAPÍTULO IV


Me gusta vivir solo, mi apartamento es pequeño pero acogedor, tengo pocas cosas pero presto gran importancia a mi reproductor de sonido, poseo una completa colección de música de Vivaldi, Chopin y de Bach, me desconecto del mundo en las noches dejándome transportar con sus obras, esta noche estoy disfrutando de la tocata y fuga en re menor de…, me interrumpe el repique del teléfono, lo descuelgo con pereza y escucho:

- Doctor Geiger, habla con el doctor Franco, espero que haya estudiado el disco que le entregué esta tarde, estoy en el barcito tabaco y ron, esto no podemos discutirlo por teléfono, sin decir más colgó. Ahora tenía que acudir a la cita inmediatamente, esto se está poniendo muy desagradable.

A esa hora en el bar había poca gente, entré en busca de Franco oteando por todo el salón, lo vi en la barra apurándose un escocés.


- Tome asiento por favor William, el asunto es serio y tenemos que buscarle solución…

Yo me acomodé y me dispuse a escucharlo con atención, presentía que este hombre sabía todo lo que yo estaba buscando.

- Me he dado cuenta que usted ha detectado los inusuales casos de defunciones en el ala 3A…
Al notar mi estupor el doctor Franco con voz calmada continuó:

- No se angustie Geiger, en realidad desde su llegada presentí que por fin había llegado el indicado para confiarle esto, hace varios años el CC cayó en manos de unos accionistas sin escrúpulos, políticos e inversionistas de dudosa moral que lograron incrustar en la junta a varios médicos y financistas de su camada personal, absorbieron a las otras empresas de salud del país con la figura de alianzas estratégicas. Ellos mismos no son autónomos pues solo siguen las consignas del verdadero pulpo internacional de la salud mundial o sea la OSM.

- ¿La OSM?, está seguro de esto, sería monstruoso…

- Segurísimo, esta agencia es un lobo vestido de cordero, consiguió acomodarse en la organización de naciones del globo para legitimarse y obtener buen nombre. En realidad ellos convirtieron la noble carrera médica en una industria del dolor.

No solo piensan en el lucro vendiendo caras sus medicinas, sino que ahora planean producir en masa las enfermedades para multiplicar sus ganancias.

En nuestro caso, estamos presenciando la práctica, según ellos, de ayudar al paciente a morir con dignidad, mientras que el propósito verdadero es el de evitar la prestación de servicios onerosos a pacientes que en su opinión omnisciente ya cumplieron su ciclo productivo.

- Franco, esto ni siquiera podríamos considerarlo como eutanasia, esto es una masacre, le dije sin titubeos.



Mar adentro, cuando es el paciente quien tiene la opción




William, en la información contenida en el disco usted debió ver los puntos que clasifican a los pacientes como tratables, controlables y desechables. Han convertido la salud en un mercado salvaje. A pesar de que esto va contra mis principios, he logrado infiltrarme en la junta directiva, moviendo influencias aquí y allí, ellos creen que soy uno de ellos, por eso es importante que manejemos esto con mucha discreción, en ello nos va la vida.

- ¿Y que puedo hacer yo contra tal poder?.

- Mucho mi estimado Geiger, pronto por recomendación mía, usted será nombrado nuevo miembro de la junta del CC, su objetivo será enterarse de los nuevos planes y sugerencias que en este fin de período llegan del poder central…

- ¿La OSM?


- Exacto William, mejor me retiro, no es bueno que en adelante nos vean juntos.


CAPÍTULO V


Tal como me lo dijo Franco, mi nombramiento para integrar la junta del CC llegó a la semana siguiente, yo había seguido sistematizando todas las historias de los pacientes que habían pasado por el ala 3A de la clínica y al terminar cada jornada de esta labor, borraba todos los registros de mi portátil y guardaba cuidadosamente el disco entre un resquicio que había entre las piedras de la chimenea.

También tenía en mi poder la hoja de vida del misterioso enfermero, su nombre era Vilmer Sarai Muñoz, su diploma de enfermería era falso pues en la escuela de salud de la universidad donde rezaba había sido expedido no tenían ningún registro de este individuo, tenía 27 años y llevaba 5 años trabajando como voluntario recomendado por el CC. El rompecabezas comenzaba a armarse y a confirmar mis sospechas.

Luisa en el archivo se había convertido en una gran colaboradora en eso de conseguirme cuanto dato le pedía.

Llegó al fin el día de mi iniciación en la junta del CC, ese jueves había amanecido frío y lluvioso, las luces de los semáforos se reflejaban en el espejo del pavimento mojado y me recordaron mi primer día de universidad, viré mi auto y entré al parqueadero de la clínica, si, la sensación era la misma de mi primer día de clase de anatomía, solo que ahora cualquier error pondría en peligro mi vida.

Caminé hasta el fondo del pasillo que conducía al salón de juntas, allí estaban ya todos los otros veinte integrantes del sombrío grupo, todos con bata de blanco impoluto, sepulcros blanqueados. Al mirarlos nadie imaginaría que aquellas personas tan pulcras y perfumadas podrían albergar un alma tan sucia.

Se abrió la puerta e ingresamos cual párvulos a su aula de clase, tomamos asiento y comencé a descubrir entre el grupo a muchos conocidos de la profesión médica del país, varios representaban a otros hospitales y clínicas de la ciudad y de la capital.

Ya les había explicado antes la mecánica de estas reuniones por lo que pasaré a otra cosa.

CAPÍTULO VI

DOCUMENTO SECRETO

En el disco que me dio el doctor Franco encontré las últimas recomendaciones de la OSM, verán que no son otra cosa que el control total de la salud del pueblo. Recomiendan urgentemente fusionarse en alianzas estratégicas con todos los centros hospitalarios del país, mientras ellos tratan de apoderarse de la mayoría de las acciones que estén puestas en la bolsa.

También está la recomendación especial de fluorizar los acueductos de todas las ciudades y municipios. Ya este procedimiento fue introducido desde 1969 con éxito y goza de la aprobación general, se vende como un anti bacterial y protector de los dientes. Yo tengo información de buena fuente que contradice esto:



Cospiración fluor 1





“Hay una enorme cantidad de estudios que dicen que la fluorización del agua es perjudicial para la salud.

Además que no hace ningún efecto a la salud bucal, La fluorización del agua es perjudicial para la salud. Además es MENTIRA, que los países que tienen el agua fluorizada tengan menor índice de caries dentales. Para que el Flúor haga efecto debe ser aplicado directamente en el diente y en mínimas dosis.”

El Flúor se usa como complemento en varios venenos (ejemplo: veneno para ratas). La ingestión de flúor es muy perjudicial.”

Hay mucha bibliografía al respecto, pero ahora no es el momento de extendernos en ello.

Otra perla es el listado de fármacos sugeridos para entregar a los pacientes de las prestadoras de salud afiliadas al CC., figuran muchas que ya fueron retiradas de Norte América y Europa, por causar graves efectos secundarios.

Los financistas de la OSM dictaminan que deben ser negados los servicios onerosos que vayan en detrimento de las ganancias de los inversionistas de la CC.

Y aquí la tapa: Los pacientes de avanzada edad y altos costos de tratamiento, deben ser tratados con paliativos genéricos y ayudados a salir lo más pronto posible de su lamentable estado de la manera más discreta, siguiendo el procedimiento SM_666. Que tal, aquí estaba la joya del tesoro.
Otro punto aterrador: En cumplimiento al contrato suscrito con el SAD y estando de acuerdo con el principio de la seguridad de nuestro sistema, serán subrayados en amarillo todos los pacientes señalados por el SAD en la base de datos y en su posología serán incluidas medicinas calmantes y aminorantes de la voluntad y la creatividad, Fluoroxedina será una de ellas, en el manual C 27 encontraran lista de recomendaciones. Así siguen otros puntos más de este documento, al que obviamente no tendrá acceso sino el personal especial de la organización, Hasta ahora me ha sido imposible conseguir ese listado.

En la secundaria hice muy buenos amigos, entre ellos J.J., quien tiene actualmente un programa de televisión a nivel nacional de enorme sintonía y credibilidad. Ya conversé telefónicamente con el y acordamos que nos veríamos en la capital en tres días, no le adelante nada siguiendo la recomendación de Franco, veremos si por ahí se puede desenmascarar este complot. Mientras tanto estoy borrando los rastros en mi PC para esconder el disco en su sitio.



CAPÍTULO VII

Ya han pasado tres meses desde comenzó todo este lio, tres reuniones a las que he asistido y presiento que estoy en el ojo del huracán, trato de actuar con naturalidad, pero comienzo a sentirme algo paranoico. Siento como si un ojo me vigilara y me siguiera a todas partes. Cada vez que me reúno con Franco en el cafetín a cotejar nuestro avance en la investigación me parece que nos observan.

Franco aún no había llegado y me preocupó su retraso, pues era de los que llegaban con adelanto a sus citas. Pedí un trago para esperarlo y solo llegó cundo estaba comenzando el tercero.
Llegó pálido y nervioso, nunca lo había visto así, se sentó mirando hacia todos lados y me dijo:

- William, parece que comenzamos a alborotar el avispero, debemos cambiar nuestro punto de reunión, un auto rojo me estuvo siguiendo por un largo trayecto, tardé mucho en perderlo…

- De acuerdo, yo también estoy algo perturbado, tenemos que redoblar nuestras precauciones.

- He conseguido parte de la lista de los verdugos de la ciudad, hay varios médicos y personal de enfermería, entre ellos, Vilmer Sarai. También están los nombres de varios políticos y gente muy importante del mundo financiero.

Al terminar de decir esto deslizó un mini CD al bolsillo de mi chaqueta.

- Guárdalo bien pues no queda copia de estos datos, creo que ya tenemos suficiente para que tu amigo periodista inicie la denuncia en su programa, que Dios nos ampare.

Después de retiro mientras me decía que al día siguiente lo visitara en su consultorio para entregarme el resto de los informes.
Esa noche en el apartamento no dormí estudiando esas impresionantes revelaciones, en efecto vi en la lista los nombre de personas muy importantes de la sociedad, la política, la banca y la industria.

Las primeras luces del amanecer entraron por los cristales del balcón y el rumor del metro se escuchaba como el zumbido de una enorme abeja…

Esa tarde debía viajar a Bogotá a entregarle a J.J., ese arrume impresionante de información, sería la batalla de David contra Goliat, solo que en estos tiempos mi arma ya no era una honda, sino una memoria USB.
El agua de la ducha alivió un poco el malestar del trasnocho, me apuraba a bajar al parqueadero del edificio cuando sonó el teléfono justo antes de cerrar la puerta, tomé la bocina y era Franco que con voz entrecortada me decía:

- William, apúrate que algo está pasando aquí… Biiii…Se colgó la llamada.

- Corrí como loco rumbo a la clínica y por poco choco contra un camión en un cruce, la adrenalina corría por mis venas y me daba el valor adicional que requería ante esta zozobra.

Sin darme cuenta llegué al parqueadero de la clínica, corrí al ascensor y subí al piso 10, donde Franco tenía su consultorio, que le estaría pasando…, la puerta estaba entreabierta y había poco movimiento en el piso.

Empujé la puerta y vi a Franco sentado en su silla, como mirando por el ventanal que estaba atrás de su escritorio.

Hola Franco, que alivio verte, ahora dígame por favor cual era el apuro.

Cuando me acercaba para ver que le pasaba, sentí un tremendo porrazo en la cabeza y caí al piso mientras escuchaba como alguien salía corriendo del lugar. Como pude me levanté apoyándome de Añadir imagenuna silla pude acercarme a Franco.
Añadir imagen
El permanecía inmóvil y solo cuando giré su silla pude ver esa palidez cadavérica a la que tanto nos enfrentamos los galenos. Noté que su mano derecha estaba empuñada como asiendo algo, se la abrí con dificultad y descubrí en ella un botón blanco.

Tambaleante aún salí hasta el puesto de enfermería del piso y les informé lo sucedido. Miré mi reloj y me retiré rápidamente hacia el apartamento a recoger mi equipaje y los valiosos soportes que entregaría a J.J. De nuevo mi auto parecía compitiendo en Daytona.

La puerta de mi apartamento estaba abierta y la chapa forzada, tomé una varilla que estaba recostada en el carrito de aseo y entré. Accioné el citófono y le pedí al portero que llamara a la policía y subiera, todo estaba en desorden, los muebles patas arriba, los cajones volcados sobre la cama, los cuadros arrancados de las paredes y rasgados atrás. Me acerqué a la chimenea y por suerte la USB y los CD estaban en su sitio, empaqué lo que pude y salí hacia el aeropuerto al tiempo que el portero entraba, le entregué las llaves y le pedí que se encargara del asunto cuando llegara la policía.

El viaje al aeropuerto tarda normalmente una hora, pero yo llegué en 40 minutos, estaba como loco. El avión despegó 20 minutos después y ahí iba yo, rumbo a una misión que parecía más bien para un James Bond.
En el aeropuerto de El Dorado me esperaba mi amigo J.J. y sin tardanza tomamos su auto y nos dirigimos en medio de un tremendo embotellamiento.

Llegar a su oficina nos tomó casi el mismo tiempo que mi vuelo desde Medellín, el lugar era amplio y moderno, tenía una recepcionista, una secretaria y varios colaboradores que revoloteaban en torno a ordenadores y máquinas de fax.

Cerró bien la puerta de su habitáculo y me dijo mientras extendía su mano:

- ¿Muy bien Geiger, que me traes de aguinaldo?

Lo puse al tanto de todos los detalles y miramos juntos los soportes en su PC, le conté sobre la impresionante muerte del doctor Franco, artífice de la investigación, le advertí de los riesgos que correríamos al denunciar todo esto, pues tras este asunto se mueven miles de millones de pesos.
El me prometió total discreción y pronto cubrimiento del asunto en su programa.

- Las rocas saltarán con este informe amigo William.

Me despedí entonces de J.J., y me encaminé hasta un conocido hotel de la ciudad. Después de registrarme subí a la habitación y me tiré a la cama exhausto. Tomé el control de TV y encendí el aparato. Pasaban una desabrida telenovela, me dispuse a dormir un poco para recuperarme del ajetreo del día y casi lo había conseguido cuando me perturbó el inconfundible sonido de una noticia extraordinaria:

- Noticia de última hora, el conocido hombre de televisión Juan José Posada acaba de ser asesinado en su oficina situada al norte de la ciudad, los testigos dicen que…

Apagué el televisor y encendí mi portátil, comencé a escribir una reseña de lo que me había ocurrido en los últimos tres meses, debía enviarle esto a mi primo Kamil, que trabajaba con la fiscalía, era tiempo de que el supiera en que andaba yo, no saldría de esta madriguera hasta terminar los datos que aún tenía en mi memoria.

“Estimado Kamil, te pido que pongas mucha atención a esto, en los últimos tres meses he estado involucrado en una investigación interna de la clínica en que trabajo, quiero que guardes este mensaje en caso de que algo llegue a ocurrirme, trataré de sintetizar los hechos y datos que ahora solo reposan en mi memoria, pues las dos personas que estaban conmigo en esto han sido asesinadas, como verás es un asunto muy grave:

El comité científico se reúne todos los jueves en secreto, aún no sé por que el doctor Franco me invitó a participar en sus deliberaciones a pesar de la oposición de varios de sus miembros. El salón es amplio y frío, sus paredes, piso y cielo son de un blanco tan puro, que las uniones curvas entre unos y otros no se distinguen. Las luces deben ser de una nueva tecnología pues no se ven lámparas ni plafón alguno, simplemente la luz es emitida a través de todas las superficies del salón de manera armónica. Pareciera que estamos en un espacio blanco abierto infinito….

Ahora campea la eutanasia escondida tras un grupo de enfermeras y enfermeros comprados por el comité e infiltrados en las instituciones hospitalarias. El comité científico es quien decide quien merece vivir o morir, sus conciencias se alivianan pensando en el derecho de morir dignamente, aún sin consultar ni a las familias ni a quienes en justicia merecerían decidir: Los pacientes, digo mal sus clientes.

Ya hospedado en este hotel estoy a punto de enviarte este correo querido primo para que lo publiques si algo me ocurre, Están golpeando fuertemente la puerta, creo que la tumbarán”…

Envío el mensaje al tiempo que siento que la puerta cae con estrépito e irrumpen en la habitación, agarré mi pc y corrí hacia el baño cerrando con seguro la puerta, descubrí una segunda puerta que comunicaba al cuarto contiguo, giré el picaporte sin mucha fe y aterrorizado pude pasar corriendo hacia el. Una enorme mujer gorda estaba acomodada en la cama acompañada por un hombre mucho más joven que ella, se tiró del lecho desnuda y tomó de la mesita un adorno metálico en forma de falo con el que me atacó errando el primer envión, en eso dos tipos mal encarados entraron tras de mi y el joven que seguía en el lecho comenzó a gritar como alma en pena, lo que enardeció a la gigantona desnuda que ahora la emprendía contra los nuevos intrusos, aprovechando toda esta confusión y los aterradores gritos del efebo acerté a salir de ese sitio y gané el elevador cuando ya su puerta se estaba cerrando.


CAPÍTULO VIII


Había 11pisos hasta el sótano y el tiempo de descenso se me hizo eterno cuando al fin sonó la campanilla que indicaba que ya estábamos en el parqueadero, solo cuando corrí hacia el auto recordé que llevaba puesta la piyama. Que contrariedad, el auto estaba abierto y las llantas pinchadas, seguí corriendo hacia la salida y pasé por el puesto de control ante la mirada sorprendida del encargado, de repente estaba mezclado con el maremágnum de la ciudad sin saber que camino tomar.

Recordé que en el sector de Toscana vivía un sobrino al que no veía desde hacia muchos años, las noches Bogotanas son muy frías y me esperaba una larga caminata.

No tengo idea de cuanto tiempo tardé en llegar frente a la casa de Estanislao, mi sobrino, toqué el timbre mientras me invadía un sentimiento de vergüenza pues me había alejado mucho de mi familia.

Me abrió una rubia y pecosa adolescente.

- A la orden señor, ¿a quien necesita?, me preguntó con la puerta entreabierta.

- ¿Esta es la casa de Estanislao?, me contestó al tiempo llegaba el propio sobrino que abrió la puerta totalmente.

- William, pero que te pasa, por que andas de piyama, pasa, pasa que está helando.

Ya acomodado en la sala y reconfortado por el calorcito de la chimenea y de una exquisita copa de coñac conversamos buena parte de la noche, obviamente no podía decirle la verdad sobre mi situación actual y le salí con el cuento de que unos amigos me habían hecho una broma pesada. Me llevaron al cuarto de huéspedes donde pasé la noche en vela confundido y atemorizado por todo lo que estaba ocurriendo.

Al día siguiente me levanté con las primeras luces del día, mi primo me facilitó ropa y algo de dinero. Más tarde llamé a la clínica y pregunté por Luisa, me dijeron que la noche anterior había fallecido de un infarto fulminante al miocardio, me quedé atónito y colgué el teléfono. Este asunto realmente era muy grave, me despedí y fui a resolver lo de mi cuenta bancaria, me alojé en un hotelito de bajo perfil en la zona de Chapinero para tomarme un respiro y planear mis próximos pasos.

Dos días después me dirigí al ministerio de salud y tuve la fortuna de que me atendiera el propio ministro, al que había conocido un seminario internacional de oncología al que asistí como conferencista en Cartagena.

- Le informé todo lo que sabía del caso del CC y de los alcances insospechados de este asunto, le facilité todos los soportes y documentos que había acumulado, el se mostró sorprendido y prometió adelantar la investigación pertinente con la fiscalía, igualmente me dijo que pondría al tanto de todo al presidente con el que se encontraría esa misma tarde..Se despidió afablemente no sin antes prometerme total reserva.

Cinco años han pasado desde que empezó mi pesadilla, aún me parece que lo he soñado. Comprendo que fue una batalla perdida, veremos si el tiempo y la justicia logran ganar al final.



Estoy con mi esposa Katarzyna y mi pequeño Tomasz en el mercado de paños en el centro de Cracovia, aquí se comercializan muchos artículos y en varias de sus plantas hay estupendos museos. La ciudad es más pequeña que Medellín, pero está llena de edificios y castillos medievales que me recuerdan las ilustraciones de mis libros de cuentos infantiles. Es un gran centro académico y cultural. Aquí nació Chopin y se escucha muy buena música en los teatros.

Podría decirse que aquí he encontrado mi felicidad y que nada me falta, pero no es así, en las esporádicas llamadas que le hago a mi primo Kamil el me cuenta que la investigación nunca caminó y que aún permanece en el archivo del olvido, esto me frunce el corazón, Tendré que hacerme el loco y dejar que las aguas del Vístula corran, no nadar más contra la corriente. Salimos al enorme parque y no puedo dejar de emocionarme con la graciosa forma de caminar de Tomasz sobre la espesa y blanda capa de nieve que cubre el piso.

Cualquier parecido con la realidad es solo eso.

EL DERECHO A SER VIEJO.

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