lunes, 27 de junio de 2011

MI PRIMERA CANA

CANAS

¿ELEGANCIA O DECREPITUD?



Mi primera cana apareció cuando tenía 7 años, aún recuerdo el alboroto de mis compañeros de escuela cuando uno de ellos detectó ese pequeño hilo blanco en mi cabello. Ese minúsculo cabello blanco dio mucho que hablar como si se tratara de un hecho extraordinario, y tal vez si lo era en una ciudad en la que entonces casi nada novedoso ocurría.

Ya al año siguiente no era solo una, se veían en mi cabeza nuevos brotes de pelos blancos que eran detectados siempre con asombro y no se si con admiración por cuanta persona los miraba. Nunca le di importancia a esto y mi percepción siempre se centraba más bien en lo tontos que se veían todos al sorprenderse de tamaña bobada. La verdad es que mi ciudad era más bien un pueblo grande en la que los acontecimientos principales eran los mismos año tras año desde su fundación en el año 1674. Mis prematuras canas se inscribieron pues, aunque extraoficialmente a las principales efemérides de de La Nueva Villa, al la altura del día de la independencia, la procesión del Sagrado corazón de Jesús, la semana santa y la Navidad.

El florecimiento de la radio que nos trajo las primeras radionovelas fue desplazando el interés de la gente hacia esas extraordinarias historias como las de Kalimán, Kadir el Árabe y otras tantas. De repente surgió la televisión que arrasó todos los anteriores entretenimientos y comenzó a forjarse el sitial de honor que ha conservado hasta nuestros tiempos. Así fue que mis cabellos canos ya no gozaron más de la atención del público y la gente tenía de muchas cosas nuevas para hablar y entretenerse. Hasta las procesiones del corazón de Jesús y semana santa se vieron perjudicadas por el advenimiento de las nuevas tecnologías y vieron rebajada ostensiblemente su concurrencia.

Al llegar a mi décimo séptimo cumpleaños ya lo sorprendente era encontrar un cabello negro en mi cabeza, pero entonces eso ya no era novedad para nadie, bueno casi para nadie pues a mi si empezaba a preocuparme. Mirarme al espejo era tarea difícil para un adolescente que descubría reflejado en el cristal a un anciano, entonces el espejo era la antítesis del lienzo de Dorian Gray.

Me acostumbré desde entonces a escuchar comentarios de conmiseración disfrazados con valores inexistentes: Las canas son nobleza, las canas son sabiduría, las canas son experiencia, a canas honradas no habrá puertas cerradas. Pura cháchara, en cambio encontré esta frase más acorde a la realidad: Las canas ya no se respetan, se tiñen.

Las canas eran un misterio sin descifrar, se conocen casos de personas que encanecieron de un día para otro, como le ocurrió a Don Diego de Osorio que al ser condenado a muerte su cabello se tornó completamente blanco. La historia más conmovedora sin duda es la del Emperador de la India Shah Jahan, este al morir su amada esposa durante el parto de su hijo 14 en 1631, quedó tan desconsolado que su cabello encaneció de un día para otro. En honor a su amada ordenó construir el majestuoso palacio Taj Mahal.

No pensaba extenderme, pero encontré algo sobre Sigmund Freud que amerita comentarse y le da mucha validez al asunto. Tuvo Freud un tío llamado Josef Freud que fué condenado a 10 años de cárcel por posesión de billetes falsos, este hecho apenó de tal manera a Jacob, padre de Sigmund, que en pocos días lo vieron encanecer. En su libro interpretación de los sueños, Freud menciona ese episodio como "El sueño del tío": - Mi amigo R. Es un tío. Siento una gran ternura por el. Veo su rostro ante mi un poco cambiado. Advierto claramente una barba amarilla que lo enmarca.

Dicen que igual cosa le pasó a Maria Antonieta la noche anterior a su ejecución, desde entonces esto se conoce como el síndrome de María Antonieta. Algunos aseguran que lo que sufrió Maria Antonieta fue algún tipo de alopecia.

Comprobado que las canas no siempre son vejez, ya les he comentado de mi primera cana, científicamente se acepta que hay otros factores que inciden en esto:

- La raza: Las personas de raza caucásica tienden a encanecer a edades tempranas.
- La herencia: Cierto es que el encanecimiento temprano se hereda, tendiendo a producirse a la misma edad en que lo tuvieron sus progenitores o abuelos.
- El estrés: Otro factor aceptado científicamente como generador de las canas.

Pero aclaro que esto de la inconveniencia de las canas lo digo basado en la percepción de nuestra época. Hubo tiempos en los que las canas si gozaron de gran aceptación y respeto. En las culturas orientales creo que aún hay veneración y acato a los ancianos, en la corte del rey Luís XIV abundaron las pelucas polvoreadas, pues entonces eso los hacía lucir más sabios y respetables.

Fue en estos tiempos en los que vivimos cuando los medios de comunicación y la publicidad de productos para tinturar el cabello y otros, comenzaron una agresiva campaña ensalzando en grado sumo la juventud eterna, y ridiculizando lo contrario, cosa por lo demás desfasada de la realidad pero muy efectiva en asuntos de mercadeo.


Ya todas las mujeres quieren parecerse a Natalia Paris o a su modelo favorita cuando en realidad lucen estupendas con su forma natural. Los hombres por su parte, aunque no lo confiesen, quieren emular a Rafael Novoa o a algún galán de Hollywood de moda. Muchos seres humanos ya no están satisfechos con su horma original y trabajan duramente solo para recoger suficiente dinero para hacerse un cambio extremo.

Siempre me había preguntado el por que los laboratorios solo se centraban en producir tintes para ocultar las canas y no en una investigación seria de los factores biológicos que las generaban. Es esta época de tanta tecnología y conocimiento me parecía una cosa muy ilógica.

Mi cuestionamiento se comenzó a resolver desde que hace pocos días en la televisión anunciaron que se había descubierto el proceso del fenómeno. Investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, descubrieron cuál es el mecanismo celular que provoca la pigmentación del cabello o la falta de ella, identificaron una proteína llamada Wnt, que coordina la pigmentación entre dos tipos de células que participan en el proceso encargado de dar color al cabello.

Desde hace años los científicos saben que el color del cabello está determinado por dos grupos de células madre: las que se encargan de dirigir el desarrollo de los folículos pilosos (donde crece el cabello) y las células madre que se encargan de producir el color del cabello, llamadas melanocitos. Ambos grupos de células madre trabajan conjuntamente para producir el pigmento del cabello, pero hasta ahora se desconocía como se llevaba a cabo esa función conjunta.


Ahora, los científicos descubrieron que una proteína, llamada Wnt, es la encargada de coordinar ese proceso entre los dos grupos de células madre. Tal como explican los investigadores en la revista Cell, cuando falta esa proteína en un melanocito se produce una cana.
Posible tratamiento: Para comprobarlo, los científicos llevaron a cabo estudios con ratones que al inicio del experimento tenían el pelaje negro. Cuando inhibieron la actividad de la proteína Wnt en las células madre de los melanocitos, el pelaje de los animales se volvió canoso.


“Durante décadas hemos sabido que las células madre de los folículos pilosos y las células madre de los melanocitos, que producen pigmento, trabajan conjuntamente para producir el color del cabello” afirma la doctora Mayumi Ito, quien dirigió el estudio.
“Pero hasta ahora desconocíamos las razones subyacentes. Ahora descubrimos que la comunicación de las proteínas Wnt es esencial para coordinar las acciones entre estos dos tipos de células madre y es crítica para la pigmentación del cabello”, agrega.
La investigadora subraya que estos resultados “sugieren que la manipulación genética de la comunicación de las proteínas Wnt podría conducir a una estrategia novedosa para modificar la pigmentación en el caso del cabello canoso”.
Los investigadores creen que el hallazgo también ofrece información importante para el entendimiento de enfermedades en las cuales están involucrados los melanocitos, por ejemplo en el melanoma, una forma de cáncer de piel.


Cuando los melanocitos se van perdiendo ocurre la aparición de cabello canoso, pero cuando crecen de forma descontrolada se desarrolla el melanoma.
Tal como señalan los científicos, “el estudio presenta la posibilidad de utilizar la comunicación de las proteínas Wnt como un mecanismo clave para la regulación de las células madre de los melanocitos”.
Esta última información la pueden ver en http://www.lapatilla.com/site/2011/06/21/el-fin-de-las-canas-ha-llegado/

Por ahí es la cosa, el asunto no debe ser cubrirlas si no evitarlas. Por lo demás seguiré conviviendo estoicamente con mis canas mientras llegue el milagroso remedio y aunque no sean admiradas como en los tiempos de mi escuela primaria.

Para rematar escuchemos el gran tema de Diomedes Diaz:

MI PRIMERA CANA