sábado, 15 de marzo de 2014

UN MUNDO PERFECTO

UN MUNDO PERFECTO


Ver, escuchar o leer las noticias en la televisión, la radio o los periódicos nos deja al borde de una crisis nerviosa. Pareciera que el mundo entero hubiese enloquecido, las guerra y los rumores de guerra son el pan de cada día, protestas multitudinarias de gente inconforme con sus gobernantes; funcionarios públicos y privados haciendo de las suyas con los recursos ajenos enceguecidos por una ambición desmedida de poder y riqueza en medio de una pasmosa impunidad. Indisciplina ciudadana surgida de una educación desorientada que un mal día se enfocó en formar a la juventud más en el tener que en el ser. Toda acción, toda actividad dirigida más al lucro que al servicio.

El egocentrismo exacerbado de la sociedad dejó atrás el concepto de comunidad y la  cambio por la individualidad, primero yo, segundo yo, y para variar: tercero yo. Y si bien no todo pasado fue mejor, tampoco fue peor, solo distinto.

Tampoco podemos negar que en un un tiempo no muy lejano del pasado de nuestra nación, tuvimos algunos espacios que recordamos con agrado, cuando se respetaba a los padres y mayores, un tiempo en el que el trabajo, cualquiera que fuera, dignificaba, y lo mucho o poco que se conseguía se hacía con honradez, sin quitarle nada a nadie. Fue un tiempo breve pero esperanzador, un retazo de la vida de valor inapreciable.

Sueño que un día en el que el verbo matar se use solo para escribir y leer, no para ejercerlo.
Que igualmente el odio, la venganza, el robo, la trampa, la envidia y todas las cosas malas de la humanidad salidas de la caja de Pandora sean reseñas históricas y literarias.

Sueño el día en el que todos comprendamos que somos uno con el universo y que las razas solo son diferentes empaques genéticos con el mismo contenido. Sueño un día en el que las fronteras serán borradas de los mapas para que los continentes formen una sola Nación, la Nación de los seres humanos.
Sueño ese  día en el que los medios de transporte no contaminen más con ruido y hollín ponzoñoso para que podamos escuchar el trinar de las aves en las ciudades y descubramos la belleza de la naturaleza.

Sueño con un mundo mejor, un mundo que respete a los ancianos por su sabiduría y a los niños por su inocente curiosidad y ansias de futuro.
Y todo esto será así cuando pase esta noche oscura que nos ha cobijado por tanto tiempo y comience a salir la luz del nuevo día en el que todos despertaremos  para vivir por fin en un mundo nuevo y perfecto.