sábado, 25 de mayo de 2013

LA MANZANA DE WILLIAM COCK

EL CONCURSO.

En 1985, tal vez el domingo 1 de diciembre,  en el programa de la televisión Colombiana Siga la pista dirigido por Fernando González Pacheco, Guillermo José Cock Alvear más conocido como William, nombre con el cual no quiso bautizarlo el sacerdote por ser según él un nombre protestante, se  ganó el premio de $ 1.750.000 que en ese entonces era un montón de plata.

La sección del programa se llamaba “Sea exacto y gane”. En esa fecha Don William era asistente técnico y subdirector del planetario Jesús Emilio Ramírez González de Medellín y principal responsable de las actividades del observatorio astronómico de Medellín, igualmente se dedicaba a la reparación de instrumentos ópticos como telescopios y microscopios.

El reto que debían enfrentar los concursantes consistía en partir una manzana en dos partes iguales y el margen de error no podía exceder por exceso o defecto los 0.1 gramos. Esta misma prueba se hizo en Estados Unidos y otros países sin que nadie lo lograra. Antes de que Don William lograra partir la manzana en dos partes exactas ya otros 35 concursantes lo habían intentado sin éxito durante ocho meses.

Guillermo José Cock Alvear (William Cock) partió en dos partes iguales la manzana aplicando leyes de física y mecánica sin exceder  hacia arriba o abajo 0,1 gramos. Las mitades de la manzana que partió Don William valiéndose de sencillos e ingeniosos instrumentos pesaron cada una 62.9 gramos.

Un dato curioso: Don William compró cerca de la clínica León XIII tres manzanas por $ 150, de las cuales seleccionó una que llevó a Bogotá para el  concurso. Dijo que el premio lo utilizaría para pagar la matrícula de sus hijos y cancelar algunas deudas.

Este Paisa nació en Medellín el 5 de enero de 1939 cerca de la manga de “Los Coes”  entre Aranjuez y Manrique. Desde los 23 años interpreta el serrucho como instrumento musical y con él le llevó serenatas a su esposa Amparo Ramírez, pero igual lo usó para hacerse una mesa de ping pong y otros muebles.

Fue seminarista en Yarumal y subió a la piedra de El Peñol con sotana y en medio de una densa niebla cuando las escalas eran de palos, clavos y cuerdas.

Escaló los páramos de Frontino, Belmira y Cerro Tusa. De joven bajó como loco en patines por la calle Chile y hasta fue campeón de patinaje en Yarumal. Cree en los extraterrestres y le encantaría poder comunicarse con ellos.

Vive “encarretado” con la mecánica de precisión, la óptica y la astronomía y desde hace mucho se dedica a mirar el cosmos  a través de un telescopio que el mismo construyó.


El parque explora lo invitó el 24 de mayo de este año, 2013 para que dictara una conferencia y explicara la forma en que logró partir la manzana, el auditorio estaba lleno de gente muy joven que no tuvo la oportunidad de ver el programa de televisión en 1985,  muchos otros seguimos el evento en directo por TVstreaming. Ahí estuvo pues hablándonos con todo detalle sobre  la técnica y el equipo que utilizó en el concurso de 1985. Igual habló sobre astronomía y sobre los movimientos del planeta. Muy entretenida la conferencia. Al final declamó uno de sus poemas para finalizar con un corto concierto de serrucho acompañado con la guitarra interpretada por uno de sus hijos.

Muy merecido este homenaje a tan ilustre científico Paisa que tanto impulsó la astronomía en nuestra ciudad.

Gracias a este evento recordé que en febrero del año 1990 recibí una carta cuyo remitente resultó ser Don William Cock Alvear y que contenía un hermoso poema lleno de humanidad y bastante ecológico.

El asunto es que en ese tiempo yo publicaba una revista dirigida al mundo radioaficionado (Radio Ondas) pero que igual acogía otros temas que por considerar de interés general incluía en la publicación.
Así que ni corto ni perezoso publiqué este  poema con mucha admiración a su autor:

BUSCO UN MAPAMUNDI

Busco un lindo mapamundi
Con el color del paisaje,
Sin ciudades puntiformes
Que parecen sarampión.

Busco un lindo mapamundi
que a la tierra represente 
sin rayas imaginarias,
sin países a color.

Busco un lindo mapamundi,
que represente al planeta
con suavísimos colores
en el sitio donde están.

Busco un lindo mapamundi
con las selvas verde oscuras
los desiertos amarillos
y los mares  con azul.

Con las praderas muy claras,
con los ríos de oro y plata
con los polos impecables
con los picos como son.

Busco un lindo mapamundi
con el aire transparente
surcado por bellas nubes
de nacarado color.

Busco un lindo mapamundi
donde no se vean los hongos
de explosiones nucleares
con fatídico color.

Busco un lindo mapamundi
sin la muralla de China,
sin el  muro de la infamia
que se levantó en Berlín.

Busco un lindo mapamundi
pleno de luz y alegría,
que al universo le diga
que en él habita el amor.
William Cock Alvear. 

Radio Ondas N° 24 Febrero 1990


domingo, 19 de mayo de 2013

LA VIDA ES UN DÍA


No te asustes, alégrate. Te voy a contar un misterio, la vida es un día y el tiempo es un sueño.

Un sueño de continuos amaneceres y despertares, lleno de días grises,  de días soleados, de días para sembrar,  de días para cosechar, unos para luchar, otros para reír y  otros para llorar.

Pero al fin y al cabo solo sueños y despertares en el interior de tu crisálida material.

No te asustes, vinimos para aprender igual de nuestros aciertos y de nuestros errores, de nuestros triunfos y de nuestros fracasos, no te angusties, es el proceso normal de la vida. 

Y si el dolor a veces te acompaña como una sombra es para enseñarte a valorar la plenitud, para que tengas la certeza de que no hay sombra sin que haya luz.

Puedes estar seguro de que al final encontrarás el amor que te permitirá entenderlo todo, entonces se romperá la crisálida y saldrá tu verdadera esencia, libre y pura, para emprender su vuelo hacia la el resplandor del cosmos.

Esto fue lo que me  dijo el anciano sabio en mi sueño, no temas, la vida es un día.