jueves, 20 de marzo de 2014

EL TERREMOTO

Catedral de Sonsón luego del terremoto
Aunque Colombia es un país muy sísmico, el terremoto que más recuerdo fue el ocurrido el 30 de julio de 1962 a las 3:20 de la tarde. Estábamos con nuestro profesor de educación física al frente de la escuela en un terreno que usábamos para jugar fútbol.  De pronto sentimos un extraño ruido que parecía provenir de abajo de la tierra, el balón comenzó a moverse solo sobre el terreno y el profesor se tiró al suelo y puso su oído en él, nosotros hicimos lo mismo y entonces escuchamos un rugido que venía de las entrañas de la tierra, estábamos confundidos sin atinar a comprender lo que estaba sucediendo, sonaba como cuando una creciente del río arrastra montones de rocas.

La estampida de escolares no se hizo esperar, todos los niños y los maestros  corrieron fuera de la escuela en medio de gran alboroto. Ya estando todos fuera, Don Julio que era el director de la escuela Cristóbal Colón, nos habló con calma para no alarmarnos: “Muchachos, lo mejor es que vayan a sus casas, parece que el temblor ha sido grave y es mejor que estén con sus padres. Dicho y hecho, todos corrimos hacia nuestras casas muertos del susto y encontramos en el camino varias casas viejas con los techos caídos, eran casas situadas en un gran terreno despejado que separaba la escuela de nuestros barrios.

Al llegar a mi calle todos los vecinos estaban afuera, algunos llorando y otros rezando, era un cuadro duro para un niño. Ya en casa todos reunidos vimos grietas en los muros, pero afortunadamente no muy graves.
El radio estaba encendido y escuchamos las noticias, decían que la población más afectada había sido Sonsón, parecía que había muertos y heridos, además de casas derruidas entre ellas su majestosa catedral, joya arquitectónica comenzada a construir en 1889 y terminada en el año de 1915.

Es una sensación de impotencia la que nos invade cuando pasamos por estos eventos de la naturaleza, siempre pensamos en las víctimas y en los damnificados, que muchas veces se quedan sin más nada que lo que tienen puesto.

Este retazo de la vida me ha llegado de improviso desde algún rincón de mis recuerdos, aparentemente sin ninguna razón, pero me recuerda que lo casual no existe y que es lo causal lo que nos motiva, seguramente para recordarnos lo efímeras que son la vida y las obras del hombre. Igual es un llamado para que los ingenieros que construyen nuestras viviendas no pierdan de vista este factor de riesgo y pongan en práctica sus conocimientos para hacer edificios resistentes y no tener que esperar a recibir amargas lecciones como las que tuvieron en México D.F. y en Caracas en años pasados. El derrumbe del edificio Space en Medellín es un campanazo de alerta que puso en evidencia que algo se ha estado haciendo mal.

Colombia es un país “Muy” propenso a sufrir grandes sismos, eso lo tenemos que aceptar, solo basta que visiten la página de Ingeominas para que constaten que diariamente se registran más de veinte sismos, entre 1 y 3 grados en promedio y con grandes posibilidades de que sucedan algunos de más de seis y siete grados.

 En julio de este año 2014 se cumplirán 52 años del terremoto de Sonsón, ese evento que ha quedado grabado en mi memoria de una manera especial a pesar de que antes y desde entonces he presenciado muchos otros, iguales y hasta peores.

NOTA PERIODÍSTICA

Sonsón, Antioquia
“Hace cincuenta  años ocurrió un terremoto que provocó graves daños a la antigua Catedral de granito del municipio de Sonsón,  situación que posteriormente llevó a la demolición de una de las piezas arquitectónicas más recordadas por los sonsoneños. El sismo ocurrido el lunes 30 de julio de 1962, a las 3:20 de la tarde hora local, afectó gravemente también a los departamentos de Caldas, Risaralda, sur de Antioquia y norte del Valle del Cauca. Tuvo una magnitud de 6.9 grados y una profundidad de 69 km, teniendo como epicentro el municipio de Pueblo Rico en el departamento de Risaralda”.
(Periódico El Colombiano en su columna “Hace 50 años” de 2012)