Catedral de Sonsón luego del terremoto |
La estampida de escolares no se hizo esperar, todos los niños y los maestros corrieron fuera de la escuela en medio de gran alboroto. Ya estando todos fuera, Don Julio que era el director de la escuela Cristóbal Colón, nos habló con calma para no alarmarnos: “Muchachos, lo mejor es que vayan a sus casas, parece que el temblor ha sido grave y es mejor que estén con sus padres. Dicho y hecho, todos corrimos hacia nuestras casas muertos del susto y encontramos en el camino varias casas viejas con los techos caídos, eran casas situadas en un gran terreno despejado que separaba la escuela de nuestros barrios.
Al llegar a mi calle todos los vecinos estaban afuera, algunos llorando y otros rezando, era un cuadro duro para un niño. Ya en casa todos reunidos vimos grietas en los muros, pero afortunadamente no muy graves.
El radio estaba encendido y escuchamos las noticias, decían que la población más afectada había sido Sonsón, parecía que había muertos y heridos, además de casas derruidas entre ellas su majestosa catedral, joya arquitectónica comenzada a construir en 1889 y terminada en el año de 1915.
Es una sensación de impotencia la que nos invade cuando pasamos por estos eventos de la naturaleza, siempre pensamos en las víctimas y en los damnificados, que muchas veces se quedan sin más nada que lo que tienen puesto.
Este retazo de la vida me ha llegado de improviso desde algún rincón de mis recuerdos, aparentemente sin ninguna razón, pero me recuerda que lo casual no existe y que es lo causal lo que nos motiva, seguramente para recordarnos lo efímeras que son la vida y las obras del hombre. Igual es un llamado para que los ingenieros que construyen nuestras viviendas no pierdan de vista este factor de riesgo y pongan en práctica sus conocimientos para hacer edificios resistentes y no tener que esperar a recibir amargas lecciones como las que tuvieron en México D.F. y en Caracas en años pasados. El derrumbe del edificio Space en Medellín es un campanazo de alerta que puso en evidencia que algo se ha estado haciendo mal.
Colombia es un país “Muy” propenso a sufrir grandes sismos, eso lo tenemos que aceptar, solo basta que visiten la página de Ingeominas para que constaten que diariamente se registran más de veinte sismos, entre 1 y 3 grados en promedio y con grandes posibilidades de que sucedan algunos de más de seis y siete grados.
En julio de este año 2014 se cumplirán 52 años del terremoto de Sonsón, ese evento que ha quedado grabado en mi memoria de una manera especial a pesar de que antes y desde entonces he presenciado muchos otros, iguales y hasta peores.
NOTA PERIODÍSTICA
Sonsón, Antioquia |
(Periódico El Colombiano en su columna “Hace 50 años” de 2012)
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