jueves, 15 de enero de 2015

EL INCENDIO Y LA MACUÁ


No recuerdo el año, pero sí el día. Era un domingo siete de diciembre, aproximadamente eran las once de la mañana cuando me dirigí al supermercado del barrio y vi caer un globo en una fábrica de muebles y colchones ubicada frente a una bomba de combustible. Acaté a advertirle a uno de los empleados lo sucedido para que estuviera pendiente mientras yo ingresaba al supermercado a conseguir lo que buscaba.

No tardé mucho en hacerlo, y al salir vi al empleado haciendo retirar todos los vehículos después de suspender el servicio en la gasolinera.

Ya se veía salir humo negro  de la mueblería que estaba cerrada por ser día festivo. Los globos en esa temporada de navidad son peligrosos y causan incendios, como ese que estaba comenzando en ese momento.

Le propuse al empleado de la gasolinera que pasáramos la calle y forzáramos la puerta del local afectado para ver si podíamos hacer algo antes de que el fuego tomara fuerza. Así lo hicimos y pateamos la puerta varias veces a la voz de tres. Era una gran puerta de madera pintada de azul de una antigua casona con tejas de barro. Continuamos golpeando la puerta hasta que en el tercer intento se abrió de par en par dejando salir del interior grandes lenguas de fuego y una tremenda onda de calor.

Nos retiramos a una distancia prudente y vimos como ardían muebles e insumos en medio del crepitar de fuego. El sitio tenía un patio grande y corredores laterales techados. Las vigas comenzaron a caer y solo sentíamos impotencia ante el elemento fuego. El fuego es hermoso e implacable, es increíble la rapidez con que se propaga.

El sito se llenó en un abrir y cerrar de ojos de curiosos que se alineaban a lo largo del separador central de la calle San Juan. Estos eventos producen una extraña atracción y causan diversas emociones entre los observadores. Algunos gritaban, las señoras lloraban y otros sin duda lo disfrutaban. Por mi parte yo comenzaba a grabar en mi memoria todos los detalles para algún día escribirlos, no sabía cuando… Hasta ahora.

Las sirenas de los bomberos comenzaron a escucharse a lo lejos cuando partes del material liviano se elevaban sobre las grandes llamas.
De repente se comenzaron a escuchar risas y silbidos, algunos gritaban: Linda…, Mamita…, Macuá.

Macuá, Entonces entendí la causa del barullo. Corriendo por media calle hacia el sitio del incendio venía un hombre obeso vestido con una sudadera rosa, Sus brazos extendidos aleteaban como una mariposa mientras gritaba con voz aflautada: Incendio… socorro…. Llamen los bomberos.

Y los bomberos ya estaban llegando tras este hombre que les parecía abrir el camino y se robaba la atención de todos.

Nunca antes lo había visto, pero ya había oído muchas historias sobre este personaje. Como eso de que acostumbraba caminar por la famosa carrera Junín vestido a veces como un elegante lord inglés y otras como una despampanante mujer. Se decía que tenía fino humor y un gran corazón a la hora de ayudarle a los necesitados. Escuché varias llamadas suyas al programa radial Los Habitantes de la noche de Alonso Arcila en las que ofrecía dinero o materiales a personas pobres que hacían sus peticiones.

Los bomberos instalaron una larga escalera y prepararon las mangueras con la habilidad que los caracteriza y cuando iban a comenzar a subir la Macuá se les adelantó y subió primero reclamando que le pasaran la manguera.

Los bomberos casi se cayeron al piso de de risa. El protagonista ya no era el incendio, era la Macuá.

Cuentan que José Luis Villegas, La Macuá, era de una familia rica del barrio San Diego de Medellín. Su gran memoria quedó comprobada cuando estando en un restaurante vio entrar a un hombre, que resultó ser el famoso periodista Héctor Rincón, el del periódico La Hoja y el programa la Luciérnaga de Caracol. La Macuá se paró frente a él y le dijo: “Pará un segundito, no me digás nada todavía. Ahora sí hablá” y entonces Héctor dice incómodo: “Buenas tardes”, y ‘Macuá’, como un resorte, salta y le responde: “Rincón, tercero de primaria, Bolivariana”. Habían sido compañeros de colegio en la infancia y lo reconoció por la voz.

Lo que nos cuenta nuestro lector Jorge Jaramillo: "La Macuá vivió rn el barrio San Diego, más exactamente en el Palo con la cuarenta, su padre un hombre trabajador y como decimos, un burro de oro, avaro y si poseia varios predios. Su madre una señora caldense que sufrió mucho pero que a su vez amaba a su hijo, toda la vida fue un espectáculo verlo, sus shows en la plaza de toros, sus andanzas por todo Maracaibo, los encuentros con su mejor amiga, Gloria María, hija de Mariela la del salón de belleza famoso en Medellin, de los escandalos que le hacía a la gente cuando se paraba en las mesas de los bares y discotecas, de sus amores con Hernando Echeverry Gómez, quien fuera propietario de la joyería Tahití, y mil cosas más que el tiempo no me da. Otro día les cuento anécdotas, la fiesta en la casa de Ignacio Vélez Calle y su gran cercanía con la mafia." (Agradecemos a Jorge Jaramillo esta nota.).

Ahora los habitantes de las casas vecinas, atemorizados y temiendo que las llamas se propagaran a sus viviendas salían con baldes de agua y mangueras de jardín en un inútil esfuerzo para controlar el gran incendio. Desde las largas escaleras los bomberos disparaban potentes chorros de agua que producían  grandes nubes de vapor que ascendían como nubes hacia el firmamento azul de ese día de verano.

Y en medio de ese vapor se esfumó La Macuá y el incendio cedió dejando ver el esqueleto humeante de la casa en ruinas.

Este retazo de la vida que parecía ser exclusivo de un incendio terminó siendo un recuerdo gracioso  de este célebre personaje, por lo demás muy querido.


UNA SERENATA DE LA "MACUA"
Publicada por Los romanceros de Colombia, sábado, 25 de octubre de 2014


Ya en la década de los setentas una noche Alberto esperaba afuera del restaurante El Escorial la llegada de algún cliente. Mientras tanto Tulio Parra y Jorge  Valle estaban adentro sentados en una de las mesas. Apareció de pronto un hombre manejando una motocicleta pequeña, y  con mucha pericia y delicadeza se bajó de ella, ahí en toda la puerta del restaurante. Este era un cliente muy particular, que les planteó a Los Romanceros una situación excepcional que no se les había presentado en los más de treinta años de vida artística del trío. Nunca antes Los Romanceros le habían llevado serenata a un hombre, y mucho menos si el cliente era hombre también.

La Macuá era un ganadero de la ciudad de Medellín muy aficionado, entre otras cosas, a las corridas de toros y al buen vestir. Después de explicarles de qué se trataba, Los  Romanceros salieron con él rumbo a  la casa del novio. Cuando llegaron a la vivienda de su amado, se abrió la puerta y salió un joven acompañado de su madre. Esa noche cantaron todas las canciones típicas de una serenata que se lleva a la novia querida, sólo que aquí se trataba del novio querido. A pesar de lo novedoso del acontecimiento, para el trío todo salió a las mil maravillas. De allí La Macuá llevó el trío a dar otra serenata. Esta era para su mamá de crianza. Fue muy triste lo que allí sucedió. El ganadero, recostado sobre su nana,  lloraba todo el tiempo y ella cariñosamente no cesaba de consolarlo. Todo fueron quejas, dolor, lamentos, lágrimas. ”En la familia no me quieren porque soy así;  me botaron de la casa, me botaron de la casa…”. Insistía en lo mismo una y otra vez. Con gran tristeza abandonaron el lugar Los Romanceros.

Dizque una vez, o seguramente varias, La Macuá se subió a una mesa de billar del salón Metropol y se puso a bailar flamenco. Pero los recuerdos más memorables sin duda son los de sus fiestas.
Aquí copio una de esas anécdotas que aparece en “De la Urbe” (periodismo universitario para la ciudad).

En algunas noches de farra en un bar de mala muerte que frecuentaba llamado "La arteria", se ufanaba contando que por una noche había sido la primera dama de la nación.

LAS FIESTAS DE LA MACUÁ

Dicen que a sus cumpleaños asistían famosos personajes de la política y la farándula nacional. 

"Una vez  hizo una fiesta de cumpleaños a la que asistió la crema y nata de la sociedad nacional. Se dice que personajes como Pacheco asistieron. El caso es que para esa fiesta se vistió como una reina egipcia, y apareció llevada por cuatro negros musculosos, sobre un trono portátil. Hizo dorar monedas de 50 pesos, las que yo mismo tuve oportunidad de ver después del evento, esas monedas las tiró ella a los invitados, como regalo. Pero La Macuá se enredó mal, con traquetos que aparecieron por todas partes en los 80. Murió en un accidente años después, en 1985, durante una semana santa, cuando regresaba de un viaje a Jericó. Algunas personas dicen que fue un asesinato, ordenado por un narcotraficante”. Quién sabe.

Sobre su muerte en el accidente que tuvo al salirse de la carretera en una curva y caer en un abismo le sacaron un chiste cruel: Que era tan dañado que se lo comió una curva.

28 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, que tal:

Me encantó su historia sobre la Macuá. Me gustaría tener más información sobre este personaje.Le agradecería su pudiera atenderme para conversar sobre otros episodios de la vida de tal individuo. Mi correo electrónico: yjcastan@hotmail.com

Hasta luego y espero que me responda!!!

danubio dijo...

Hola Javier, no tengo más información sobre este personaje. Si obtengo nuevos datos con gusto se los estaré enviando a su correo. Gracias por su mensaje. Feliz día

alvaro garcia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Buenos dias, leyendo la historia que publican de Jose Leon Villegas Velez, hijo de Prospero y Gabriela, mas conocido como la Macua les quiero contar: fui muy amigo de el y algunas de sus hermanas, no era de familia rica ni vivio en Laureles como ustedes comentan. La familia Villegas Velez, vivo toda su vida en el barrio San Diego mas exactamente en el Palo con la cuarenta, su padre un hombre trabajador y como decimos un burro de oro, avaro y si poseia varios predios, su madre una señora caldense que sufrio mucho pero que a su vez amaba a su hijo, toda la vida fue un espectaculo verlo, sus shows wn la plaza de toros, sus andanzas por todo maracaibo, los encuentros con su mejor amiga, Gloria Maria, la hija de Mariela la del salon de belleza famoso en Medellin, de los escandolos que le hacia a la gente cuando se paraba en las mesas de los bares y discotecas, de sus ampres con hernando echeverry gomez, quien fuera propietario de la joyeria tahiti, y mil cosas mas que el tiempo no me da otro dia les cuento anecdota, la fiesta en la casa de Ignacio Velez Calle, su gran cercania con la mafia, pero hay muchas cosas que no son ciertas en lo que he leido.

Anónimo dijo...

muy interesante.. Ojalá pudieras escribir mas

Patricia V. Villalba dijo...

Dario muy buen articulo. Sin duda un gran relato de quien fuera en su epoca un excéntrico personaje de Medellín y que También hace parte de la tradición oral de la ciudad

danubio dijo...

Hola Jorge Jaramillo. Muy importantes sus aclaraciones. Le agradecería que nos contara más detalles. eso enriquecería la historia de este gran personaje. Feliz navidad.

danubio dijo...

Hola Patricia. Así es, es una historia como para una película. Feliz navidad.

Unknown dijo...

Veo que si conoce la vida de la Mancha.

ESTEBAN77 dijo...

Alguien me puede confirmar si este personaje la macua es el mismo que trabajaba para pablo escobar consiguiendole mujeres hermosas , supuestamente la macua iva donde la mujer que deseaba escobar y le llevaba regalos y le proponia que por cierta suma de dinero estuviera con escobar

Anónimo dijo...

El relato de jorge Jaramillo es totalmente cierto, se ve que lo conoció el accidente que le produjo la muerte no fue viniendo de Jericó sino de angelopolis, venía con una amiga, para esa época, él tenía un Renault 9 azul oscuro.

danubio dijo...

Gracias por el comentarios y el dato. Voy a corregir el nombre del pueblo que menciona. Feliz tarde.

Unknown dijo...

Y el nombre de el: pusiste Jose Luis y era Jose León...
Excelente escrito, me hizo recordar con cariño a semejante personaje.

Luisefe dijo...

Era tan simpático este José León que teniendo dinero para comprase un auto moderno, prefería andar en su Renault 4 al cual le retiró las cuatro puertas y lo llamaba jocosamente "El troncomóvil" parodiando al auto de Pedro Picapiedra la tira cómica de moda.

Juan Navarro dijo...

Hola. No se si alguien se acuerda de otro personaje de Medellín de Junín y de los años 70’s le decían Federicaxo andaba buen trajeado, de bigote o barba y su característica era el hablado alargando las xxx por ejemplo hola Beatrixxxx

Unknown dijo...

Una pregunta...Decían que la Macua fue íntimo del presidente Misael Pastrana Borrero, es cierto?

Anónimo dijo...

Tengo una historia de La Macua.
En alguna ocasión en una corrida de toros
La Macua se dejaba desmayar cuando
algún torero hacía una buena faena.
Los vecinos en la tribuna siempre lo sostenían
para que no se golpeara.
En una de esas, seguramente por hacerle una broma,
La Macua se dejó desmayar y se golpeó
la cabeza perdiendo el conocimiento.
De ahí salió para la Clínica y permanecían
varios días en estado grave.

Literatura dijo...

Excelente artículo. Conocí la Macua cuando nos organizamos para realizar los VII JUEGOS NACIONALES EN SILLA DE RUEDAS FUE PSRTE DE GRUPO DE PERSONAS QUE CONSIGUIO LOS RECURSOS PARA HACER EL EVENTO EN 1984

Margara dijo...

Me encantó el artículo; sin duda, un personaje muy bondadoso y especial.

Unknown dijo...

También era infaltable en la retreta que la banda sinfónica de la U.de A. prentaba los domingos en el parque de Bolivar. En una ocasión estándo en e

l Café Metropol y alguien gritó que la policía venía a hacer una redada a lo que la Macuá salió corriendo y por obvias razones la policía salió detrás y para sorpresa de todos se metió a la radiopatrulla dejando atónitos a los agentes que le preguntaron: "porqué corriste?", A lo que respondió: "para que no me tocara parada como la semana pasada"...

OmegaNibiru dijo...

Buen articulo me gusto mucho . Como anecdota tengo que existia en Medellin en la calle colombia un barcito que se llamada en " el poco loco " musica punk y de Abraxas Santa Ana. El bar era muy visitado los viernes en la noche por la Macua. Clientes fijos del bar eran los corredores de autos de la epoca, y como tambien todo los seguidores de Carlos Lehder. Obvio que tambien estab aen la lista el Osito y sus secuaces. Ojal alguien complete mi anecdota. Gracias

Eduardo dijo...

En el libro "La Bruja", parte de la trama, el autor y periodista Germán Castro Caicedo, confirma la intima relación con el finado ex-presidente Misael Pastrana, de lo que se ufanaba la Macuá de haber sido primera dama de la nación y otra anecdota, fue en las primeras presentaciones de Raphael, pidió que por el show que estaba haciendo en la platea la Macuá, lo retiraran o se cancelaba su presentación.

Anónimo dijo...

Yo si tuve el placer de conocer y compartir muchos momentos con la macua, en la peluquería de Su amigo Hernan Ramírez en el barrio conquistadores donde trabaje, fue un personaje muy entrañable y me daba muy buenos consejos! Nunca lo olvidare.

Anónimo dijo...

La Macua fue un personaje excéntrico y muy humanitario, muy buena persona, formal y tenía mucha empatía con la gente, se relacionaba muy bien con ellos y compartía con la gente del común. A santa fe de Antioquia venía cada mes vestido de guayabera blanca, era todo un aconteci me iento

Anónimo dijo...

Hola Javier, su nombre no era José Luis sino José León y su mamá, con quien "vivía" se llamaba Gabriela, cariñosamente le decían Gabrielita. Saludos, buen documento!

Anónimo dijo...

Se mantenía en Junín Federixco
Lo recuerdo mucho vestido como un gentleman!

Angela Luz dijo...

😃😄🤣🤣🤣

Anónimo dijo...

La mejor …