jueves, 1 de abril de 2010

LEYENDAS URBANAS


Esas historias que pasan de boca en boca por el vecindario, que se susurran en los corrillos y que generalmente se narran con voz entrecortada y trémula por lo espeluznante de su contenido, son las que más enriquecen esta literatura bloguiana que inunda esta red tan amada como odiada.

Esos relatos que comienzan con un: Me contaron que, Adivina lo que pasó, Me dijo un amigo del primo hermano de la mujer del mocho, son estas crónicas las que me obligaron a sacar mi vieja máquina de escribir para construír otro parche para esta gran colcha de retazos de la vida.

Para reconocer una leyenda urbana partamos del hecho de que esta nunca tiene un autor comprobable, que el contenido de la historia siempre se balancea entre lo imposible y el quien sabe y que los protagonistas del supuesto suceso parecen vivir en la dimensión desconocida.

De todas formas escucharlas es muchas veces fascinante o sobrecogedor, según sea la naturaleza del cuento. Como habrán notado estas últimas semanas he estado un poco falto de creatividad, lo que no me impide tratar de alimentar el apetito intelectual de mis estimado(a)s lectore(a)s trayendo algunas de esas leyendas urbanas que por su anonimato no pertenecen a alguien en especial si no a todo el pueblo, pero como este rollo ya fué publicado claro que citaré a su autor.


LEYENDAS URBANAS DE LA TRADICION ORAL DE MEDELLIN
Emilio Alberto Restrepo Baena

Siempre me ha fascinado la tradición oral de las ciudades. Me ha llamado poderosamente la atención el poder de convocatoria que tienen las leyendas urbanas. Es increíble su capacidad de replicación y cómo circulan a la velocidad del sonido de boca en boca sometiéndose en este proceso a sutiles deformaciones que las distorsionan, las masifican y les confieren el carácter de verdad pública, de hecho cierto sin atenuantes ni discusión.

Por eso cáda cual las siente como suyas, las expresa como una anécdota personal, siempre el referente es un familiar cercano, el primo, el hermano del mejor amigo, alguien que no ofrece dudas, protagonista sin reparos de la historia, lo que supuestamente le da credibilidad al relato y hace imposible cualquier duda o desconfianza en él.

Pero en último término nadie conoce a alguien de carne y hueso que haya vivido lo narrado, nunca hay testigos de primera mano, no hay quien de verdad desmienta o confirme la situación sin lugar a cuestionamientos.

Estas historias se las cuentan a uno en todas partes, en todos los estratos, en todos los barrios, siempre partiendo del supuesto de que a pesar de lo increíble es absolutamente cierto lo que relatan siempre con el aire de verdad incontrovertible, con cierto dramatismo y con testigos volátiles e inconfrontables.


Recordemos algunas: - Supuestamente secuestraron a un profesor en una pesca milagrosa. En el campamento guerillero reconoció a un compañero de bachillerato que llevaba 20 años en el monte.

Conversaron mucho, desempolvaron recuerdos y afectos y finalmente el subversivo decidió que le iba ayudar a fugarse. En confidencia le pidió el favor de localizar a sus padres para advertirles que se fueran de Medellín en tal fecha (Depende de la época, se la cuentan a uno con diciembre, semana santa, el 20 de Julio, el 7 de Agosto) porque iban a realizar una toma guerrillera masiva a sangre y fuego de la ciudad, por todas las goteras, bloqueando las entradas y las salidas, probablemenete ocasionando miles de muertos y destrucción a granel.

Finalmente el profesor (o el ingeniero o el médico) logra escapar advertir oportunamente a unos cuantos elegidos. - Otro de secuestrados es el de un rico señor que después de seis meses de cautiverio es liberado luego de pagar el rescate. Cuando logra volver a salir de su casa, su esposa lo convence de ir a un gran almacén de cadena a mercar y cuál no sería su sorpresa cuando en una de las cajas descubre a uno de los guerrilleros que lo custodiaba en el monte.

Asustado, corre donde el gerente del hipermercado, le cuenta la historia, pero éste le dice que sí, que es cierto, pero que no puede hacer nada pues es la cuota de vacuna que deben pagar para que no les incendien el almacén o no les secuestren ejecutivos: dejar infiltrar informantes para detectar personas de buenos recursos económicos y aplicarles seguimiento.

- Otro personaje fue secuestrado y aparentemente le aplicaron escopolamina. A los tres dias apareció en Policlínica, todavía obnubilado, con una gran cicatriz quirúrgica debajo de las costillas: lo habían retenido para robarle un riñón, posiblemente para un transplante. Por supuesto, a pesar de que todo mundo la cuenta como cierta, no explican cómo se logra coordinar la impresionante logística económica, científica, ética y técnica que esta cirugía requiere.

- Un ejecutivo en busca de programa y diversión, se deja seducir por una hermosa chica en una de las discotecas de la ciudad. Luego de bailar, se van bastante ebrios para un motel. Allí, luego de una agitada noche de pasión y licor, el fulano despierta con severa resaca y descubre que su fugaz conquista ya no está. Asustado, busca su billetera pensando que fue víctima de un robo, pero no, todo su dinero está.
Cuando va al baño empieza su infierno; en el espejo, pintado con lápiz labial, está escrita la sentencia fatídica: “Bienvenido al mundo del SIDA”.

- Hablando de moteles, hay quien jura que allí, a través de cámaras secretas filman a las parejas. Luego editan las películas, escogen las más fogosas o las más ardientes, o las mejor dotadas y las publican en videos que se venden en Venezuela, en Panamá o en Estados Unidos. Mucha gente jura haber reconocido a alguien cercano.

Otra de casas de citas es la de la colegiala de clase alta cuya madre fue informada que varias veces había faltado al colegio. Extrañado su padre que siempre la transportaba decidió espiarla. Luego de dejarla en la puerta del plantel, fingió despedirse. A los 15 minutos, la chica salió apurada, fue recogida por un lujoso carro y llegaron a una casa del barrio El Poblado. Extrañado, el papá le preguntó a un vendedor ambulante quien le dijo que allí funcionaba un putiadero de lujo.

Desesperado, tocó la puerta, lo atendieron, le ofrecieron un catálogo especializado en quinceañeras, lo vió, reconoció a su hija en una poco virginal actitud, la escogió diciendo que quería estar con la sardina; ella lo esperaba en el cuarto. Una vez subió, se encerró y después del gran susto de la niña, le disparó y luego se suicidó.

También se cuenta la historia de un médico que practicaba abortos y que a falta de un quirófano o un consultorio discreto, se llevaba las pacientes para moteles, fingiendo que eran pareja; así no tenía testigos y realizaba tranquilo sus procedimientos clandestinos. Un día una chica hizo una fatal reacción a la anestesia y se murió en la habitación. Ríanse de las peripecias del galeno para deshacerse del cadaver. Unos cuentan que lo tiró al río Medellín, otros que lo llevó a un centro de salud y allí lo dejó, otros dicen que con un amigo influyente lo regaló a la morgue de una facultad de medicina.

- Otro fue el médico de urgencias de una prestigiosa clínica de clase alta de la ciudad que se negó a atender a un paciente herido porque no tenía dinero para pagar la consulta diciendo “ si no tiene plata, que se vaya a caridad del San Vicente”. En el trayecto del translado, el paciente murió y luego se supo que resultó ser hijo del médico en mención, quien enloqueció de remordimiento y pena moral y terminó en las calles convertido en un indigente. Unos dicen que se suicidó, otros que se fué de monje.

- Unas niñas de clase alta fueron invitadas a una rumba donde les dieron licor y escopolamina, luego fueron violadas y amenazadas de muerte si contaban a alguien lo sucedido Una no se aguantó y le confesó a su padre lo que realmente pasó. Este fraguó un plan. Se hizo amigo de uno de ellos y con paciencia a través de un grupo juvenil fue ganándose la confianza de todos. Cuando la tuvo, organizó una reunión donde repartió generosamente licor y somníferos. Cuando los muchachos despertaron descubrieron que a todos los implicados les había cortado el pene...

- Otra venganza famosa que cuentan con diferentes protagonistas es la de la esposa de un supuesto narcotraficante que le echó pegamento en el pelo de una modelito que estaba saliendo con su marido. La relatan con diferentes nombres, con todos los centros comerciales de la ciudad como escenario y aparentemente medio Medellín fue testigo de la mechoniada.

- De narcotraficantes también recordamos que cuando Pablo Escobar estaba preso, era leyenda que salía de la cárcel a su antojo y muchas personas juran que lo vieron en tal discoteca donde cerró las puertas y le pagó a todo mundo la cuenta, en tal fiesta, manejando taxi por Envigado, vendiendo chance en Sabaneta, en el estadio, por Palmas, etc. Aparentemente tenía el don de la ubicuidad, o la fantasía de nuestro pueblo es muy rica y vivaz.

- Hablando de personajes encubiertos o con doble vida, todos conocemos alguna historia de un mendigo que cuando murió resultó ser un multimillonario, o de la célebre “Piragua”, una graciosa y vulgar loquita del centro cuya diversión favorita era agarrarle los genitales a los hombres que se atravesaban a su paso mientras emitía una sonora carcajada de bruja. Dice la leyenda que este personaje tenía dos hijas profesionales que estudiaron en el exterior en medio del lujo y la comodidad.

- Otra muy mentada era la esposa de un alcalde de Medellín con una agitada vida nocturna, que en medio de la euforia de sus noches de bohemia solitaria y supuestamente de incognito mantenía relaciones sexuales en las discotecas con jovencitos recién conocidos. Muchos aseguran haber recibido los favores de tan generosa y agraciada dama.

- Aseguran los conocedores de la vida social que durante el mandato de un presidente de la república, éste se enamoró perdidamente de un famoso gay de la ciudad, probablemente el marica más carismático y popular de la región, famoso por su pinta, gracia y extroversión. Con malicia se presentaba como “El primer damo de la nación”.

Ya viejo, terminada la relación pero no su afición por la juerga y la francachela de alto nivel, recuperó su prestigio y vigencia social al organizarle las más grandes fiestas y bacanales al presidente de turno, uno de los sibaritas y rumberos más reconocidos que recuerde este país del sagrado corazón. Eran de antología sus fiestas a lo romano, sus bailes de disfraces y su colección de mozuelos y jovencitas ávidos de diversión para disfrute de tan encopetados personajes.

Este raro romance trascendió los chismes de la época, así como las rumbas y las expresiones de pasión del uno por el otro. Mucha gente asegura haber estado en tales reuniones o conocer a quien las hizo.

Muchas otras leyendas han hecho carrera:

- El recién nacido malformado que antes de morir anuncia de su propia voz el fin del mundo para tal fecha en medio de terribles catástrofes.



- El pollo de origen norteamericano alimentado con hormonas y que dejaba estériles a las personas como estrategia del imperialismo para el control de la natalidad en los paises subdesarrollados.

- Los clonadores de teléfonos que le piden a la víctima que marque tal o cual número para hacer llamadas a larga distancia a costos abismales y endosándoles la cuenta.

- Los repartidores de Atinkar, sustancia que supuestamente excita a las mujeres, les provoca un deseo sexual irrefrenable que hace que inmediatamente tengan relaciones con el primer hombre que encuentren a su lado.

- La picadura de “La Machaca”, insecto que hace un efecto similar al anterior y que provoca la muerte de la víctima si no se desfoga sexualmente antes de doce horas.

- Las cadenas de felicidad, o “El Avión”, o”La pirámide” que prometen aluviones de dinero a los incautos que invierten en ellas y sólo enriquecen rápidamente a los primeros que las echan a rodar.

- La historia de una hermosa mujer que muchos taxistas recogen en la portería de tal cementerio, rumbean con el conductor, lo seducen, y deja olvidada la chaqueta en el carro. Al otro día el chofer le lleva la prenda a la casa donde la dejó y la madre de aquella, en medio del asombro y las lágrimas, le cuenta que su hija fue asesinada a puñaladas por un taxista hace 5 años.

- El niño que jugando en una piscina de pelotas de un centro comercial es picado por una culebra. Luego de eso fallece, y se siembra el terror entre las madres.

Esta también la cuentan con una señora escogiendo verduras en un supermercado.

El tipo al que le roban de su carro el maletín ejecutivo con muchos papeles importantes; esto le ocasiona la quiebra económica por lo cual decide vengarse poniendo todos los dias una caja de pasteles dulces envenenados en el auto como carnada en el mismo sitio donde le hicieron el primer robo.

Le llegaron a robar hasta diez cajas de pasteles con cianuro.

El sádico de los buses que chuza a las muchachas bonitas con agujas infectadas de SIDA, o les corta las nalgas o los senos con una navaja, en retaliación por una pena de amor.


- Los animales muertos con número marcados en su pellejo, ideales para jugar al chance, y que luego se descubrió que no eran más que una gran estafa hábilmente orquestada.

En fin, la lista es interminable. Hay tantas leyendas urbanas como ciudades existen y no hay límites a los rumores que como bola de nieve circulan en una ciudad y que al final terminan como ciertos de tanto recrearlos en el imaginario colectivo de una sociedad que no mide los alcances de su imaginación y que necesita del chisme como herramienta fundamental de comunicación.


Artículo: "Leyendas urbanas de la tradición oral de Medellín"
Emilio Alberto Restrepo Baena - 16/10/2001 06:29