No te
asustes, alégrate. Te voy a contar un misterio, la vida es un día y el tiempo
es un sueño.
Un sueño de
continuos amaneceres y despertares, lleno de días grises, de días soleados, de días para sembrar, de días para cosechar, unos para luchar, otros
para reír y otros para llorar.
Pero al fin
y al cabo solo sueños y despertares en el interior de tu crisálida material.
No te
asustes, vinimos para aprender igual de nuestros aciertos y de nuestros errores,
de nuestros triunfos y de nuestros fracasos, no te angusties, es el proceso
normal de la vida.
Y si el dolor a veces te acompaña como una sombra es para
enseñarte a valorar la plenitud, para que tengas la certeza de que no
hay sombra sin que haya luz.
Puedes estar seguro de que al final encontrarás el amor que te permitirá entenderlo todo,
entonces se romperá la crisálida y saldrá tu verdadera esencia, libre y pura, para emprender su vuelo hacia la el resplandor del cosmos.
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