El tigre no es como lo pintan.
A estas alturas de la vida es increíble que a pesar de los avances de la tecnología y el conocimiento, muchas cosas se sigan enseñando bajo la lupa del siglo XVI. Este es el caso del mapamundi que sigue vigente a pesar de saberse a ciencia cierta que es muy inexacto. Por ejemplo se sabe que África es treinta por ciento más grande que Norte América y que Colombia es el doble de España, Groenlandia aparece igual que La India a pesar que esta última tiene un millón de kilómetros cuadrados más.
Más incoherente es la forma en que se asignaron a los mapas sus coordenadas geográficas, noten que el polo norte geográfico queda realmente en el polo sur magnético y el hemisferio sur en el lado del magnético norte. Conclusión, el Norte si es el Sur y de esta forma veríamos el mundo.
Pero aquí estamos viendo el planisferio con las proporciones asignadas en el siglo XVI por el cartógrafo Flamenco Gérard de Cremer, más conocido como Mercator. Hay que hacer la salvedad de que Mercator no creó su mapamundi y planisferio para enseñanza escolar si no para orientar a los navegantes de su época y que al aplastar el globo terráqueo se distorsionaron las proporciones geográficas, sin embargo estos fueron a parar a las aulas de clase, ¡Hasta nuestros días!
Tuvieron que transcurrir varios siglos y solo en los años ochentas alguien corroboró la percepción que el común de la gente tenía del planeta, este fué Thomas Saarinem quien en un trabajo para la National Geographic analizó tres mil ochocientos mapas dibujados de memoria por niños escolares de cuarenta y nueve países, comprobando que todos tenían la proporciones de Mercator. Para poner otros ejemplos diremos que Colombia con su millón cien mil kilómetros cuadrados, es tan extenso como Escandinavia (Suecia, Noruega y Dinamarca), que aparece tres veces màs grande en el mapamundi y el planisferio de Mercator.
Groenlandia aparece tan grande como África, cuando en realidad es más pequeña que México.
El Alemán Arno Peters, al contrario que Mercator, elaboró un nuevo planisferio basándose en datos exactos y presentando todos los territorios en la escala justa perfecto más con propósitos pedagógicos que para guiar a los marinos, aunque claro que también les serviría. Peters Situó la línea del Ecuador en el centro y, para respetar las dimensiones en la cuadrícula redujo las distancias entre los paralelos a medida que se acercan a los polos. Las consecuencias fueron que el Norte se hiciera menos grande y que se sacrificaran las formas en nombre del respeto a las áreas. Y la cosa se ve así:
Algo extraño para lo que hemos visto por tanto tiempo y que ha traído a Peters muchas críticas y detractores, sin embargo ha gozado del respaldo de las Naciones Unidas y del Consejo Mundial de Iglesias y otras instituciones.
Queda claro que a pesar de conocerse la forma real de las proporciones aún se sigue instruyendo a los niños con el modelo Mercator, en el que los países del norte aparecen más grandes que los del sur.
Aquí podremos ver las desproporciones de Mercator, comparen por ejemplo a Escandinavia con Colombia.
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