DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA VERSIÓN 2012
"Cuando llegaron, ellos tenían la Biblia y nosotros la tierra y nos dijeron:
Cierren los ojos y recen.
Y cuando abrimos los ojos nosotros teníamos la Biblia y ellos la tierra"
-Jomo Kenyatta-
Lo del descubrimiento de América debió ser una cosa sensacional. Es que eso de toparse de chiripa con tamaño continente equivaldría a que una misión de exploración a Marte se encontrara en su ruta con un planeta desconocido, habitado y con grandes ciudades, conocimientos astronómicos y científicos. Halló Colón pues una tierra habitada, repleta de oro y exuberante flora y fauna.
La primera pisada de Colón en las blancas arenas de Guanahaní no dista mucho de lo que vimos cuando Neil Armstrong posó tímidamente su pie en el suelo lunar. Si la televisión satélite y el streaming via web hubiesen existido en 1492 sin duda los reyes católicos se habrían tapado de plata con las entradas que por derechos de transmisión se hubieran ganado, también sin duda la reina Isabel se habría ruborizado y le habría pegado un buen codazo a su consorte el rey Fernando de Aragón al ver en su canal de televisión a las despampanantes nativas que ya practicaban el toples y lucían un diminuto taparrabos.
Los europeos se habrían quedado boquiabiertos al ver en sus pantallas las grandes ciudades de los Incas, los Aztecas y los Mayas, los frondosos bosques y los inmensos ríos de esas tierras más allá de la mar tenebrosa, y claro se quedarían bizcos con las hermosas nativas.
La incipiente medicina europea que confiaba ciegamente en las sanguijuelas para curar todo mal no le llegaba a los tobillos a los poderes sanadores de las plantas que conocían los nativos de esa nueva tierra.
Los arquitectos españoles hubiesen caído rendidos al ver la magnificencia de las construcciones Incas, Mayas y Aztecas. La orfebrería de exquisita filigrana Quimbaya los habría deslumbrado. En fin si las comunicaciones en aquel 12 de octubre de 1492 les hubiera permitido ver la esplendidez de este continente que se encontraron por azar y sobre todo si sus intenciones hubiesen sido más humanitarias y menos mercantilistas, invasoras y coloniales otra canción sonaría hoy.
Fue un encuentro casual de dos mundos, para bien o para mal, como saberlo. Pero lo que sí no deja duda es que de no haber ocurrido quienes habitamos en estos lares no estaríamos aquí.
Pero como todo esto que digo es un sueño y los sueños sueños son. Dejo claro que no nos descubrieron, solo nos encontraron y de pura chiripa.
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