Nunca la vida se había parecido tanto a una novela.
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“En una casa cualquiera, una puerta cualquiera, una pareja acaba de saber que tras muchos meses de espera… Por fin serán padres.
En el mismo edificio, dos pisos más arriba, una niña acaba de esconderse bajo las sábanas porque tiene miedo a los monstruos. Sobre todo al que está ahora mismo en el salón gritándole a su madre.
A diez portales de distancia, dos ancianos se duermen, saben que les queda poco tiempo y cuando uno muera, para el otro habrá acabado la vida.
Un niño sueña que será actor porque esa tarde le han hecho unas fotos desnudo en el vestuario de la piscina. Le han pagado, pero con la condición de guardar el secreto.
En el piso de arriba, una mujer revisa su móvil mientras su marido duerme, y recibe un mensaje.
Cerca de allí en otro edificio, un adolescente levita en su cama. El miércoles la conoció. Se dieron dos besos y al acariciar aquellas mejillas notó que ella también se separaba del suelo.
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