EL RÍO
El pasado
va creciendo a mí alrededor
me cerca
me abruma
me ahoga
en la misma medida
en que mengua mi futuro.
Cada día soy más lo que he sido
y menos lo que quise y pude haber sido.
Mientras el presente se difumina
las luces de la infancia
se encienden de nuevo
con una brillantez desconocida.
Mis golpes de timón
ya no pueden con la corriente.
Apenas me quedan fuerzas
para maniobrar
en los últimos recodos del río.
Mi tiempo se acaba.
Desde el horizonte
llega el olor del mar
llamándome a su seno.
Es el momento
donde los viejos
como si fueran niños
en su última soledad
apelan a su madre.
¡Madre...ya veo el mar!
Ya estoy contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario