Cada día en las mañanas
iba el maíz a la olla
hasta que bien cocinado
se comenzaba a moler
Era ceremonia diaria
girar una manivela
para triturar el grano
y la masa así obtener
Una máquina muy vieja
adosada en una mesa
que chirrido tras chirrido
cumplía bien su labor.
Cuando el día ya aclaraba
mi madre armaba telitas
con la masa conseguida
y las comenzaba a asar.
Así nacen las arepas
en esta tierra antioqueña
humeantes, deliciosas
son ellas un gran manjar
Mantequilla, buen quesito
y chocolate espumoso
era el desayuno diario
bendición de nuestro hogar.
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