jueves, 22 de septiembre de 2016

ROOSEVELT CASTRO

JUEGO LIMPIO
"Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad".
Séneca


La puntualidad dice mucho de quienes la ejercen, es sinónimo de responsabilidad, buena educación y genera confianza. Esto hizo Roosevelt Castro al llegar muy puntual a la entrevista que habíamos concertado y que resultó muy amena e interesante.

QUIÉN ES ROOSEVELT

Roosevelt Castro nos presenta la tarjeta verde
Bueno, Roosevelt Castro es un loco de atar, como se dice en el argot popular. Un hombre preocupado por las cuestiones de agresividad y violencia que se mueven en el fútbol. Ha cambiado los paradigmas en el arbitraje y en el periodismo deportivo. Un ser humano excepcional. 

Soy hijo de Cecilia Bohórquez de Castro y Roosevelt Castro, quien fue técnico agrónomo de la Federación Nacional de Cafeteros.
Nací en Villarrica Tolima, llegamos a Antioquia en 1959 cuando a mi papá lo nombraron para trabajar en esta región.

Inicialmente vivimos en Heliconia, después pasamos a Sonsón, Betania, Caramanta y Santa Bárbara, para finalmente luego trasladarnos a  Medellín. Llegué muy pequeño a Antioquia por lo que ha sido el lugar donde me crié y tuve mis primeras experiencias en mi proyecto de vida, como la filantropía, valores y finalmente el periodismo, con el que hice una especie de simbiosis con el fútbol. Siendo niño jugué fútbol, pero era muy malito; era algo así como el patrocinador del equipo, pues era el dueño del balón y eso me daba la ventaja de jugar siempre (Risas).

Soy egresado del Liceo Marco Fidel Suarez de la ciudad de Medellín, y fue allí donde hice mis primeras incursiones en el periodismo en una publicación llamada El líder juvenil. Igual en esa época de bachillerato tuve la oportunidad de hacer radio al lado de Guillermo Hinestroza Isaza en su programa Goles y comentarios en Radio Popular, del Sistema Federal de Antioquia, que luego paso a ser Grupo Radial Colombiano y finalmente Colmundo Radio.

LA TARJETA VERDE

Bueno, como todo tiene su comienzo quiero anotar que me inicié jugando fútbol por el sector de Florida Nueva, cerca de las piscinas olímpicas, pero como ya lo dije no era muy bueno en esto. Luego tuve la oportunidad de ser director técnico de los equipos de la Universidad Pontificia Bolivariana, fui parte de los inicios del torneo Baby fútbol, idea de Guillermo Hinestroza, que se hizo hasta el año de 1973 cuando se lo entregó al Deportivo Independiente Medellín, muchos jugadores para el fútbol profesional de nuestro país.

Fue así que en 1979 nos llamó Hernán Gómez Agudelo, padre del Bolillo Gómez, para que reviviéramos el Baby fútbol, pero como parte de las divisiones inferiores del Independiente Medellín, pues del torneo de 1973 surgieron grandes figuras para el Rojo de la Montaña, como Orlando Pérez, Gustavo “Nilsen” Zapata, Rogelio Zapata, entre otros. Estaba dispuesto a asumir la reedición del torneo cuando algún problema surgió entre Guillermo Hinestroza y don Hernán Gómez, que nos sacó de taquito y le encargó el asunto a Ricardo Ramaciotti y al doctor Antonio Franco y en 1980 se revivió el torneo ya con el nombre de “Nueva Generación”, en el Coliseo Cubierto Iván de Bedout.

En 1984 me llamó Guillermo otra vez para proponerme que iniciáramos de nuevo el Baby fútbol. Le contamos la idea al doctor Antonio Franco, odontólogo del Seguro social y hombre de fútbol, para que nos diera el puntapié inicial.

¿Qué pasó?, se robó la idea…. (risas), de ahí surgió la Corporación Baby fútbol Los Paisitas, que más adelante se llamó Corporación Deportiva Los Paisitas. Cuento esto para que la gente sepa que todo esto partió de nosotros y que ahora nada nos reconocen, muy curioso ese cuento, gajes del oficio.

En 1982 hago mi primer curso arbitral con Gonzalo Valderrama en Comfama de San Ignacio. Hago luego otros cursos con Juan Manuel Gómez y Octavio Sierra en el 85 y el 86. En 1986 debuto como árbitro de fútbol, paralelamente con el periodismo y otras actividades. Mi arbitraje desde entonces ha sido didáctico, enseñándoles las normas a los niños.

Corría el año 1997 cuando estudiaba historia y comunicación social en la Universidad de Antioquia cuando me llama Juan Manuel Gómez Botero para que haga parte del Colegio de árbitros de la Liga Antioqueña. Yo acepté gustoso esa invitación y empiezo a meterme en la parte axiológica, es decir, de los valores.

Empecé con la laminita de El Divino Niño, en cuyo reverso había una especie de manual de convivencia que le daba a los niños.
Vi que esto transgredía en algo el aspecto espiritual, ese variopinto  paisaje que manejaba las distintas creencias, pues habían entre los niños  algunos Testigos de Jehová, otros Evangélicos, otros Musulmanes y hasta Budistas. Entonces pensé que ese código no iba a pegar.

Esto me llevó a repasar la historia de las tarjetas del fútbol, y allí encontré que el inventor de estas, el inglés Ken Aston, se inspiró en algo que aceptan todas las culturas, el semáforo. Él resolvió entonces que el rojo era para detener la violencia y el amarillo para estar en alerta, faltaba un color, el verde entonces cambié la lámina de El Divino Niño por una tarjeta de ese color, para completar la triada cromática de Aston.  Ahí nace la tarjeta verde en el año 2007 cuando estaba trabajando en otras estrategias interesantes para la paz y la convivencia en los escenarios deportivos, como una transmisión de fútbol profesional con humor llamada “El Despelote Deportivo, “la Pelotera Deportiva”, “El Preliminar..por humor al deporte”, “Historias a la Redonda, entre otros. Desde entonces he venido usando esta nueva herramienta que presenté en una Cumbre Mundial de Paz que se celebró en Bogotá.

De igual forma se la presenté a la Liga Antioqueña de Fútbol, a diferentes comités deportivos, y a la gente involucrada en este tema para que acogieran mi idea. No olvido una respuesta lapidaria que recibí de un dirigente de nuestro fútbol hace ya casi 20 años:
“Eso lo prohíbe la FIFA”.
Yo les respondí:
Para ustedes lo prohíbe la FIFA, a mí no me lo prohíbe nadie”, y seguí con mi propuesta.

 Desde entonces la he socializado en la Cumbre Mundial de Paz. Igualmente en el  Congreso Internacional de Comunicación Social para la Paz y en diferentes escenarios en los que he estado, tanto académicos como deportivos..
Creo que así empezó a rodar la idea que surgió ya hace treinta años y que en septiembre del 2015 se visibilizó internacionalmente cuando la segunda división del fútbol italiano la implementó como estandarte para el juego limpio.
Me alegró mucho un mensaje que recibí vía internet de alguien que decía que esto se había hecho gracias a las huellas que yo había dejado en la red con mis actividades en el deporte de Antioquia.

La tarjeta inició con esta frase en el reverso de la laminita del Divino Niño: “Yo amo, tolero y respeto a mi adversario”. Luego de cambiar a la tarjeta verde incluí la oración por la paz de San Francisco de Asís y finalmente la complementé con esta frase con y contribuyo con el juego limpio”.

Muchas gracias Roosevelt por atender nuestra entrevista y compartirnos estas cosas tan interesantes, no dudo que la tarjeta verde será finalmente aceptada para completar el semáforo de Ken Aston. Mientras tanto te muestro esta que me regalaste para premiarte por tu juego limpio:






2 comentarios:

ROOSEVELT CASTRO BOHORQUEZ dijo...

Gracias Dario por el apoyo a esta cruzada de fútbol y valores con nuestra estrategia de la TARJETA VERDE. Mi dios te bendiga hoy y siempre.

danubio dijo...

Hola Roosevelt,ha sido con mucho gusto. De nuevo gracias por compartirnos esta interesante historia.