Estudio gerontológico medio en serio, medio en broma.
Curiosa enfermedad descubierta en las breñas Antioqueñas por los doctores Alvarez y Cadavid, concretamente en Cañasgordas, donde ejercieron su apostolado médico por muchos años ganándose por méritos el aprecio y el respeto de todo el pueblo.
Basados en la experiencia adquirida por la atención de pacientes con una sintomatología muy similar, descubrieron este mal que llamaron entonces acertadamente “Sejuela”. La Sejuela era precedida indefectiblemente por el síndrome del Gadejo * y así lo hicieron constar en sus escritos publicados en la hoja parroquial.
Describen en este trabajo como la Sejuela se manifesta repentinamente con dolores que esporádicamente cambian de sitio viajando por muchos lugares del cuerpo, un día están en la rodilla izquierda, otros en el cuello, la espalda, los pies, las manos etc., desaparece una o dos semanas para repetir su doloroso periplo hasta que con los años se instalan de forma permanente y crónica.
No puedo dejar de recordar un famoso comercial radial de los años cincuentas que decía: “¿Sufre usted lumbagos, calambres o dolencias similares?, ¿Padece tortícolis, torceduras, desgarros?, ¿Golpes, molestias musculares, de espalda y cintura?, cuestionario al que el paciente de la cuña respondía con voz lastimera: SI SEÑOR… Sin discusión la escena recreada en la propaganda era la consulta de un paciente en avanzado estado de Sejuela.
Se manifiesta casi siempre después de los cincuenta años de edad y debería ser considerada por la O.M.S. como una verdadera pandemia, pues no hay rincón del mundo donde sin excepción no se halle presente, y lo más preocupante, que es mortal y en las estadísticas clínicas no se conoce un solo caso de remisión.
LA SEJUELA EN MESOPOTAMIA.
Ya en las primeras crónicas conocidas después de la invención de la escritura en la antigua Mesopotamia se hablaba de esto como consta en algunas tablillas cuneiformes fechadas por estudios de laboratorio con carbono 14, entre los años 3.200 y 3.400A.C. No dudo que el mismo Gilgamesh la haya padecido.
Los doctores Alvarez y Cadavid descubrieron la sejuela y el gadejo en sus investigaciones en el hospital de Cañasgordas y si no fueron postulados por esto al premio Nobel de medicina por su importante trabajo, fué porque entonces eran invisibles internacionalmente por no existir la internet y otros medios apropiados, por eso su descubrimiento pasó desapercibido hasta estos días en que se ya publican a nivel global.
Aseguraron ellos que el mal viene en los genes de todos los seres vivos conocidos, pero generalmente se manifiesta a partir de la etercera edad.
Motivado por la llegada a mis manos de los manuscritos originales de este trabajo, hallados providencialmente en un viejo baúl por unos albañiles que demolieron el consultorio de Alvarez y Cadavid, me dediqué a analizarme para ver si ya calificaba en el grupo de los Sejuelíticos, o si por el contrario pertenecía a los sintomáticos del Gadejo.
Rememoré entonces todos los estadios de mi vida y comencé a tomar notas.
INFANCIA:
Primeros 12 meses
Período totalmente asintomático, al menos en la memoria, pues no hay recuerdos, pero a juzgar por la observación de algunos especímenes, los críos solo piensan en dormir, comer y poposiar.
De
Época de descubrimientos y aprendizaje constante, de maravillarse con los colores, los sabores, los sonidos, las texturas. Sin duda allí no había las más mínimas manifestaciones del gen de la Sejuela
De los
Mágicos recuerdos de un tiempo en el que éramos más espíritu que empaque, período en el que no recuerdo haber tenido cuerpo, en el que no corría, volaba. Edad en la que aplicábamos todo lo aprendido en la etapa anterior y en la que día a día mejorábamos nuestros logros personales, nada de Sejuela aún.
De los 13 a los 18
De seguro el desgraciado gen despierta a ratos pero afortunadamente es más el tiempo que duerme. Descubrimos los primeros asomos de la complejidad de la vida perentoria y el alba de una adultez que se va acercando peligrosamente poniendo en riesgo nuestro mundo fantástico.
De los18 a los 25
Duerme, duerme Sejuela, Cuando pensábamos que lo sabemos todo sorpresivamente el cuerpo nos enseña su información clasificada y las hormonas estallan enloqueciendo nuestro cerebro, de repente nos creemos el centro del universo, seres inmortales, primeras manifestaciones de Gadejo, pero de Sejuela nada.
De los 25 a los 35
La calma regresa poco a poco luego de la tempestad, la responsabilidad comienza a aflorar y nos seduce el coctel filosófico de Siddhārtha Gautama, Marx y Chopra, es el hallazgo de un nuevo panorama, de la existencia de otras alternativas posibles. Cero Sejuela.
De los 35 a los 40
Tiempo de estabilizarse y tener nuestra propia identidad, de formar un hogar y dedicarse a actividades estables y productivas. Ahora muy de cuando en cuando se asoma la Sejuela, pero de Gadejo aún nada, no hay tiempo para eso, solo trabajar, trabajar y trabajar.
De los 40 a los 50
Percibimos y hasta visualizamos la Sejuela, la contemplamos cara a cara en las personas que caminaron con nosotros un largo trayecto, que solo nos llevaban ocho o diez años y que hasta entonces habían sido física y mentalmente nuestros iguales y que sorpresivamente están desarrollando la Sejuela. Eso nos aterra y de plano no queremos pensar más en ello.
Llega plenamente el "gadejo", causado por el terror a la Sejuela, todo granito, toda mancha o lunar comienza a parecernos cáncer, Si nos duele la cabeza se lo achacamos a un tumor cerebral, los doctores se desgastan sin hallar los males que temen tener sus recién infectados de gadejo. Década de dedicación absoluta al trabajo para no pensar lo impensable.
De los 50 a los 60
La Sejuela nos manda su preaviso, aplicamos para el programa de hipertensos, los triglicéridos y el colesterol nos obliga a comer como conejos, un día zanahoria con lechugas pero afortunadamente al otro, lechugas con zanahoria, sopas insípidas sin sal, cero licor y tabaco, evitar el trasnocho en lo posible. La barriga nos obliga a la dura lucha de abrochar el botón de la pretina y las recientes ojeras nos asemejan a un jeque Árabe.
De los 60 a los 70
No puedo dejar de recordar un famoso comercial radial de los años cincuentas que decía: “¿Sufre usted lumbagos, calambres o dolencias similares?, ¿Padece tortícolis, torceduras, desgarros?, ¿Golpes, molestias musculares, de espalda y cintura?, cuestionario al que el paciente de la cuña respondía con voz lastimera: SI SEÑOR… Sin discusión la escena recreada en la propaganda era la consulta de un paciente en avanzado estado de Sejuela.
Se manifiesta casi siempre después de los cincuenta años de edad y debería ser considerada por la O.M.S. como una verdadera pandemia, pues no hay rincón del mundo donde sin excepción no se halle presente, y lo más preocupante, que es mortal y en las estadísticas clínicas no se conoce un solo caso de remisión.
De los 70 a los 80
Ya no tienes Sejuela, ella te tiene a ti.
Después de los 80
¿Oye, aún andas por aquí?
*Gadejo: Dícese de las personas obsesionadas con la salud, que viven en la consulta médica importunando. (ganas de joder), aclaro que en Colombia Joder significa: Importunar, molestar.
De seguro el desgraciado gen despierta a ratos pero afortunadamente es más el tiempo que duerme. Descubrimos los primeros asomos de la complejidad de la vida perentoria y el alba de una adultez que se va acercando peligrosamente poniendo en riesgo nuestro mundo fantástico.
De los
Duerme, duerme Sejuela, Cuando pensábamos que lo sabemos todo sorpresivamente el cuerpo nos enseña su información clasificada y las hormonas estallan enloqueciendo nuestro cerebro, de repente nos creemos el centro del universo, seres inmortales, primeras manifestaciones de Gadejo, pero de Sejuela nada.
De los 25 a los 35
La calma regresa poco a poco luego de la tempestad, la responsabilidad comienza a aflorar y nos seduce el coctel filosófico de Siddhārtha Gautama, Marx y Chopra, es el hallazgo de un nuevo panorama, de la existencia de otras alternativas posibles. Cero Sejuela.
De los 35 a los 40
Tiempo de estabilizarse y tener nuestra propia identidad, de formar un hogar y dedicarse a actividades estables y productivas. Ahora muy de cuando en cuando se asoma la Sejuela, pero de Gadejo aún nada, no hay tiempo para eso, solo trabajar, trabajar y trabajar.
De los 40 a los 50
Percibimos y hasta visualizamos la Sejuela, la contemplamos cara a cara en las personas que caminaron con nosotros un largo trayecto, que solo nos llevaban ocho o diez años y que hasta entonces habían sido física y mentalmente nuestros iguales y que sorpresivamente están desarrollando la Sejuela. Eso nos aterra y de plano no queremos pensar más en ello.
Llega plenamente el "gadejo", causado por el terror a la Sejuela, todo granito, toda mancha o lunar comienza a parecernos cáncer, Si nos duele la cabeza se lo achacamos a un tumor cerebral, los doctores se desgastan sin hallar los males que temen tener sus recién infectados de gadejo. Década de dedicación absoluta al trabajo para no pensar lo impensable.
De los 50 a los 60
La Sejuela nos manda su preaviso, aplicamos para el programa de hipertensos, los triglicéridos y el colesterol nos obliga a comer como conejos, un día zanahoria con lechugas pero afortunadamente al otro, lechugas con zanahoria, sopas insípidas sin sal, cero licor y tabaco, evitar el trasnocho en lo posible. La barriga nos obliga a la dura lucha de abrochar el botón de la pretina y las recientes ojeras nos asemejan a un jeque Árabe.
De los 60 a los 70
No puedo dejar de recordar un famoso comercial radial de los años cincuentas que decía: “¿Sufre usted lumbagos, calambres o dolencias similares?, ¿Padece tortícolis, torceduras, desgarros?, ¿Golpes, molestias musculares, de espalda y cintura?, cuestionario al que el paciente de la cuña respondía con voz lastimera: SI SEÑOR… Sin discusión la escena recreada en la propaganda era la consulta de un paciente en avanzado estado de Sejuela.
Se manifiesta casi siempre después de los cincuenta años de edad y debería ser considerada por la O.M.S. como una verdadera pandemia, pues no hay rincón del mundo donde sin excepción no se halle presente, y lo más preocupante, que es mortal y en las estadísticas clínicas no se conoce un solo caso de remisión.
De los 70 a los 80
Ya no tienes Sejuela, ella te tiene a ti.
Después de los 80
¿Oye, aún andas por aquí?
*Gadejo: Dícese de las personas obsesionadas con la salud, que viven en la consulta médica importunando. (ganas de joder), aclaro que en Colombia Joder significa: Importunar, molestar.
Síntomas que aparecen con la edad
Tratamiento
Vea que interesante, a partir de cierta edad tenemos casi todos estos síntomas, provocados por la falta de los alimentos aquí mencionados.
1. Dificultad para perder peso
LO QUE ESTÁ FALTANDO:
Ácidos grasos esenciales y vitamina A.
Donde obtenerlos?
Semillas de linaza, zanahoria y salmón - además de suplementos específicos.
2. Retención de líquidos
LO QUE ESTÁ FALTANDO:
Donde obtenerlos: Agua de coco, aceituna, durazno, ciruela, higo, almendras, nueces, acelga, cilantro y los suplementos.
3. Necesidad de dulces
Lo que está faltando:
Cromo.
Donde obtenerlo:
Cereales integrales, nueces, centeno, plátano, espinaca, zanahoria + suplementos.
4. Calambres - Dolor de cabeza.
Lo que está faltando:
Potasio y magnesio.
Donde obtenerlo:
Banano, cebada, maíz, manga, durazno, acerola, naranja, tomate y agua.
5. Molestia intestinal, gases.
Hinchazón intestinal
LO QUE ESTÁ FALTANDO
Bacilos vivos.
Donde obtenerlos: Cuajada, yogurt, yakult y similares.
6. Mala memoria.
Lo que está faltando
Acetil colina, inositol.
Donde obtenerlos:
Lecitina de soya, yema de huevo + suplementos.
7. Hipotiroidismo
Provoca aumento de peso sin causa aparente.
Lo que está faltando.
Yodo
Donde obtenerlo:
Algas marinas, zanahoria, aceite, pera, piña, peces de agua salada y sal marina.
8. Cabellos quebradizos
Uñas frágiles.
Lo que está faltando:
Colágeno.
Donde obtenerlo
Peces, huevos, carnes magras, gelatina + suplementos.
9. Flaqueza, indisposición, malestar.
Lo que está faltando:
Vitaminas A, C, y E y hierro.
Donde obtenerlas:
Verduras, frutas, carnes magras + suplementos.
10. Desánimo, apatía, tristeza,
rabia, insatisfacción.
Lo que está faltando:
DINERO
Donde obtenerlas:
Si llegas a saberlo, te pido que me lo digas, no vayas a ser egoísta mira toda la información que te estoy enviando para que estés sanito...
SECUELAS DE LA SEJUELA
Cree usted que le llegó la Sejuela?
Usted ha adquirido la sejuela:
1. Si tiene que bañarse con agua tibia y sólo se toma un cafecito con leche en las noches.
2. Si una cerveza lo manda -ipso facto- al pipí-room.
3. Si la risa termina en un ataque de tos o una agachada en un sonoro gas, es que le llegó la Sejuela, antesala anunciada de la tercera edad.
4. Si le da gripa con sólo abrir la nevera; si ya no le salen los silbidos, si le cuesta trabajo arrancar en subida, le da vértigo subirse a un banco para cambiar un bombillo, usa periódicos para madurar aguacates e insiste en que las medias de rombos están de moda, Sejuela, hermano... pura Sejuela.
5. Si el picante lo irrita, la carne le da gota, el cerdo lo brota y subir escaleras lo agota; si tomar agua lo embucha, el dulce le sube la bilis, el tomate le produce agrieras, el huevo le dispara el colesterol, el pimentón lo hace eructar, la sal o el calor lo hinchan, no es más que la Sejuela que entró en su vida colega.
6. Si amarrarse los zapatos le da lumbago, levantar una silla lo hernia. Si la limonada le alborota las amebas, y una cincuentona todavía le parece un "lempo d'hembra", la Sejuela ya está haciendo de las suyas.
7. Si en lugar de clavarse en la piscina se mete al agua por las escalitas, si tiene más de dos pares de anteojos; si luce dientes de varios colores; dejó de luchar contra los callos y ya tiene un dedo engarrotado, no hay duda: la Sejuela lo tiene vaciado.
8. Te cansas hasta subiendo la escalera eléctrica.
9. Si le tiene pánico a una caída, si enclochar le produce calambres, si oye poco, ve poco, toma poco y come poco, la Sejuela lo está comenzando a matar.
10. Si ya se ve contemporáneo de su suegro, las canas se le están poniendo amarillas; si no come zapote por no untarse, mamoncillos por no ahogarse y las hebras del mango le desajustan el puente, si le gustan las reclinomáticas y tiene billetera con monedero, si no es Sejuela... Es Sejuela. Póngale la firma.
11. Si el televisor lo arrulla y un tinto lo pone a mil. Si le tienen que llenar los formularios y anda con un botiquín entre el bolsillo, si duda de todo y no cree en nadie; si llama más de lo que lo llaman, si la misa de gallo le parece tardísima, está llevado del putas, rumbo al último piso...
Y está requete llevado si:
l2. Se sube los pantalones casi hasta las tetillas y las tetillas parecen tetotas.
13. Pelea por un lado de la cama.
14. Le pide al mesero que le dé una mesa lejos de los parlantes.
15. No se quita la camisa de la pijama para hacer el amor y mucho menos las medias porque se le enfrían los pies.
16. Si el odontólogo ya le habló de periodoncia.
17. Cree que siempre tiene la razón.
18. Ya no es capaz de dormir hasta tarde, la cama lo cansa o de la hamaca lo tienen que sacar entre cuatro.
19. Habla de la maravilla de médicos que tiene para cada achaque.
20. Está echando la misma cantaleta que le echaban sus papás.
21. Empieza a mentir acerca de la edad o dice que la vieja es la cédula.
22. Dice que la vejez no está en el cuerpo sino en la mente.
23. Sale de noche con el pañuelo en la boca.
24. Ya no baila sino paseadito o torea a su pareja cuando suena Ay Manizales del alma.
25. Añora que llegue el fin de semana, pero para descansar.
26. Se demora toda la noche para poder hacer lo que antes hacía toda la noche.
27. Despierta a las cinco de la mañana, aunque sea domingo.
28. Cuando todo le parece muy lejos, muy caro o muy tarde.
29. Tienes más recuerdos que nuevas experiencias.
30. Ya la calvicie es frontal, parietal, occipital… o tiene más pelos en nariz y orejas que en la cabeza.
31. Su cuello parece pescuezo de pavo
32. Hace el amor casi todos los días: casi el lunes, casi el martes, casi el miércoles.
33. Los eructos se le salen solitos y los gases se le caen sin que se de cuenta.
34. Insiste en que la juventud de ahora no sirve para tacos, que ojalá tuviera veinte años, pero que con la experiencia de ahora…que cada arruga es sabiduría….
35. Si la barriga no le deja ver ni el pipí ni los zapatos.
36. Todo le cruje cuando intenta agacharse.
37. Cuenta miles de veces la misma historia.
38. Su almohada huele a babas.
39. En la ducha deja un reguero de pelos.
40. Se le desportillan los dientes solos.
41. Olvidas la contraseña de tu correo.
42. Te dan calambres en las piernas al despertar en la mañana.
43. Voltea a mirar para a ambos lados antes de cruzar un salón.
44. Pero si un esfuercito termina en meada y un inocente gas en una ca*ada, q.e.p.d. amigo. La Sejuela como que se lo llevó, y con seguridad ya tiene la lápida pegada del fundillo.
EL CEREBRO DESPUES DE LOS 40
El Dr. Juan Hitzig es autor del libro "Cincuenta y tantos" Cuerpo y mente en forma aunque el tiempo siga pasando. En la página de Gerontología de la Universidad Maimónides se lee:
No hay duda de que el ser humano vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?
Las ideas centrales de este libro se basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el Punto de Inflexión Biológica que define en qué forma envejeceremos.Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que:
"El cerebro es un ‘músculo' fácil de engañar; si sonríes cree que estás contenta y te hace sentir mejor".
Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de muerte. Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar.
Las conductas con R:
Resentimiento, rabia, reproche,rencor,
rechazo, resistencia, represión......... Son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares.
Las conductas R generan actitudes D:
Depresión,
desánimo,
desesperación,
desolación.
En cambio, las conductas con S:
Serenidad,
silencio,
sabiduría,
sabor,
sexo,
sueño,
sonrisa,
sociabilidad,
sedación......... son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular.
Las conductas S generan actitudes A:
Animo,
aprecio,
amor,
amistad,
acercamiento.
Fíjate que así nos enteramos de que lo que siempre se llamó "hacerse mala sangre" no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina en la sangre.
Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig:
Presta atención a tus PENSAMIENTOS pues se harán PALABRAS.
Presta atención a tus PALABRAS pues se harán ACTITUDES.
Presta atención a tus ACTITUDES porque se harán CONDUCTAS.
Presta atención a tus CONDUCTAS porque se harán CARACTER.
Presta atención a tu CARACTER porque se hará BIOLOGIA.
Practiquemos.
Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore decía: "Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?" Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de ellas lo tiene. De esa forma nos inundaría la SEROTONINA con todas sus eses, la sonrisa se nos grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado. Porque, olvidaba escribirlo, el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones que quienes envejecen bien son las personas ACTIVAS, SOCIABLES Y SONRIENTES.
No las rezongonas, malhumoradas y avinagradas (que nadie quiere tener cerca).
Empecemos hoy practicando las eses frente al espejo para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud. ¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? ¿Qué abunda más en tu vida, R o S?
Suena lógico ¿verdad?
Finalmente todo es cuestión de actitud
2 comentarios:
Hola Dario, me gustó mucho la descripción que hace de cada etapa de la vida y de como la sejuela se va asomando, creo que se precipitó un poco con los cincuentones, etapa que estamos proximos a vivir, les esta poniendo el baston y la cortesia de la tercera edad como muy pronto, pero bueno, sera que la sejuela ya se nos vino encima y no sabemos como disimularla, una feliz navidad y un feliz año lleno de muy buenos documentales como los que nos tiene acostumbrados, que sigan proliferando los articulos en estos retazos de la vida y que la sejuela aun tarde bastante como para oxidar sus ganas de escribir, un abrazo
Daniel, es verdad lo que dices, haré un cambio en esa cronología y pasaré lo de la sejuela a: "De los 60 a los 70 años", Ay, ay, hay, espera que me duele mi rodilla...
Hasta pronto y gracias por el comentario.
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