En estos días están sucediendo cosas extraordinarias, somos testigos de hechos que parecen sacados de una película de conspiraciones. Grandes acontecimientos nos bombardean a través de los medios de comunicación. Los oscuros manejos que han estado utilizando desde quien sabe cuando los grandes grupos políticos, económicos y religiosos van saliendo a la luz sin pudor, dejándolos desnudos ante el mundo.
Sorpresivamente un papa abdica con débiles y poco convincentes razones en medio del gran escándalo que se ve venir luego de que se filtraran gravísimos hechos en el interior de la que siempre se había considerado santísima institución. Un rayo cae en el Vaticano casualmente en el mismo día de la abdicación del papa.
Un presidente mientras lamentablemente está en coma o probablemente muerto sigue gobernando su país y aparece leyendo un periódico. Ahora añado que se confirma oficialmente la muerte de este personaje que menciono el día 5 de marzo
El 15 de febrero de 2013 mientras se esperaba el paso del anunciado asteroide 2012 DA14 que pasaría entre la tierra y la luna un extraño e inadvertido meteorito cae cerca de una gran ciudad conmocionándola y causando daños y muchos heridos.
También vimos la caída de un ídolo del deporte mundial, el ciclista Lance Armstrong confirmó que se ha dopado de manera sistemática durante la esperadísima entrevista con Oprah. El americano respondió con un sí rotundo a la pregunta si había utilizado productos dopantes en su carrera y confirmó que también los utilizó para ganar los siete Tours de Francia.
Algunas corporaciones farmacéuticas no han podido tampoco ocultar sus verdaderos intereses, muy lejanos de lo que deberían ser sus objetivos primordiales, aliviar y curar el dolor y el sufrimiento humano. Fabricar drogas efectivas parece no ser para ellos un buen negocio, mientras mantener a la gente enferma o medio enferma sí.
Hasta se sospecha que algunos laboratorios han creado virus mutantes para enfermar enormes grupos de personas y así acrecentar la demanda de sus fármacos preconcebidos para aumentar sus ingresos, basta recordar el afortunadamente fallido intento de uno de ellos para propagar el agresivo virus de la gripe H1N1 a través de su supuesta vacuna. Y no voy a decir que era un plan Maquiavélico, pues Maquiavelo comparado con estos personajes era un santo caballero que me inspira respeto. Les diré entonces maléficos, conspiradores, enemigos de la humanidad.
Ahora se anuncia que han curado a una niña que había nacido con el VIH y que ha sido tratada tempranamente con un tratamiento farmacéutico estándar. Que la niña se haya curado es una buena noticia, pero el asunto es si realmente estaba enferma.
La duda surge luego de leer y escuchar muchos testimonios de científicos de reconocida idoneidad que declaran que el virus del sida no existe y que nunca se le ha podido ver en ninguna investigación, o sea que solo se le imagina, cosa bien lejana del método científico. En conclusión y mientras no se demuestre lo contrario el virus del sida parece que solo es un invento que les ha reportado pingües ganancias.
Se queda uno patidifuso leyendo esas declaraciones que cada vez ganan más aceptación y nos conceden el derecho a tener el beneficio de la duda.
Muchas cosas están pasando en muy poco tiempo, muchas cortinas se están cayendo dejándonos ver sin sus acostumbradas máscaras a tantos hombres que posaban de personas abnegadas y honestas. Personajes oscuros que piensan solo en acumular dinero y recibir las dádivas de sus patrocinadores a cambio de proteger sus bajos intereses.
Jefes de estado que cargan niños desnutridos en sus campañas presidenciales disimulando las náuseas que les produce todo lo que huela a pobre. Maquiavélicos no, maléficos en grado sumo, mil veces sí.
Ahora una misteriosa fuerza parece impedirles disfrazar sus verdaderos sentimientos y se alían abiertamente con los inicuos y los violentos abandonando y desoyendo las justas peticiones de los verdaderamente necesitados. Aunque intenten engañar con su discurso, algo en el tono de su voz delata su falsía, ya no convencen ni engañan pues sus palabras no salen del corazón.
Algo raro está pasando ante nuestros ojos, todo se está descubriendo y manifestando de forma misteriosa, sus máscaras se deshacen enseñando sus verdaderos rostros y reconocemos aterrados sus facciones cínicas y diabólicas, vemos sus ojos inflamados por el odio y el desprecio por todo lo que es verdaderamente bueno, porque solo el poder y el oro para ellos cuenta.
Surgirán entonces verdaderos líderes que sin miedo encenderán la luz de la verdad para que todos veamos, sepamos, escuchemos y por fin seamos libres.
Atrapando al sol
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calidad de su aire usando estándares de medición de partículas PM2.5 y PM
10, ...
Hace 6 años
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