El deshonesto sospecha de todos porque cree que son
como él, de ahí el dicho: "El ladrón juzga por su condición".
Y lo he sufrido en carne propia.
Los pícaros de cuello blanco casi nunca son juzgados, y
si lo son serán absueltos luego de procesos amañados. Este es un mundo manejado
por ladrones de alta alcurnia que se nombran entre ellos para ocupar altos
cargos, en la política, la iglesia, la industria, la banca y el
comercio.
Están en todas partes y dominan el mundo. Son expertos
en inventar leyes, multas y sanciones. Han reconstruido un sistema feudal para
explotarnos y así poder vivir en sus palacetes sin hacer
esfuerzo alguno.
Tienen permiso para imprimir billetes sin respaldo cada
vez que lo deseen. Pícaros de cuello blanco bañados con costosas colonias y perversos
sentimientos, predican y no practican. Ególatras, narcisos y soberbios. Son tan
pobres que lo único que tienen es dinero.
Obsesionados con sus leyes y sus reglas, estafadores natos.
Pícaros, ladinos, arteros, mañosos, bribones y tramposos. Para ellos el honesto
es tonto y digno de admirar el marrullero
"Piensa el ladrón que todos son de su condición".
(Anónimo)
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