domingo, 26 de junio de 2016

¿VIEJO YO?

EL PODER DE LOS SEXAGENARIOS

"Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena".
Ingmar Bergman.



Este asunto de ponerse viejo es algo que se ha estado aplazando desde que aparecieron los nuevos sexagenarios. Es que esta nueva generación de adultos mayores ha seguido conservando un  espíritu joven en un cuerpo algo usado.

La expectativa de vida, contrario a la creencia popular, es ahora más alta, y eso es fácil de explicar.

En 1929 Alexander Fleming publicó en el British Journal of Experimental Pathology la noticia de su descubrimiento, la penicilina. Sin lugar a dudas esto provocó una gran disminución de la mortalidad y aumentó la expectativa de vida de sus congéneres.

Ahora en muchos países europeos es común ver en las calles gran cantidad de ancianos caminando por las calles como Pedro por su casa, activos y gozando de buena salud. Igualmente los buenos hábitos alimenticios y de higiene han contribuido a que esto  esté pasando y que se evidencie más en este comienzo del siglo XXI.

Lamentablemente algunos  han visto este fenómeno como algo inadecuado y hasta indeseable para el manejo presupuestal de los países. Hubo unas declaraciones oficiales poco afortunadas de un reciente ministro de salud colombiano que catalogó a los adultos mayores como un problema indeseable.

Más lejos fue  ministro de finanzas del Japón Taro Aso que les pidió a los ancianos del país que "se den prisa en morir".

En cambio en otras culturas ven al anciano con gran respeto y consideración, apreciando su experiencia y pidiéndoles sus opiniones.

Aunque en Colombia estamos lejos de llegar a esto, no podemos dejar de emprender el camino que nos lleve a apreciar el valor de la gente mayor.

Los adultos mayores de hoy no se dejan afectar por esto, no quieren dejar de usar sus tenis y sus jeans. Siguen siendo fanáticos de los Rollig Stones y de su líder Mick Jagger. Disfrutan de su merecida jubilación y en la medida de sus capacidades  algunos emprenden viajes alrededor del mundo, mientras que otros disfrutan los fines de semana el Girardot o en Guatapé.

Página relacionada: La sexalescencia.

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