jueves, 21 de enero de 2016

LAS FOTOS DEL ZARZO

“Las fotografías abren puertas al pasado, pero también permiten echar un vistazo al futuro”
(Sally Mann)


Las fotos son retazos de nuestra vida. Algunas nos causan alegría y otras lágrimas. Son tesoros familiares que no queremos perder.


Hace ya muchos años pasé por el sector de Santa Mónica en el preciso momento en que unos trabajadores sacaban una caja de cartón llena de cosas viejas. Al preguntarles por que hacían eso me dijeron que era basura que habían encontrado en un zarzo, y que ellos estaban remodelando la casa para su nuevo propietario.

Eché entonces un vistazo y vi que la caja contenía un montón de revistas viejas, un sombrero de piel italiano, en su caja original, y una viejas fotos.

Ni corto ni perezoso tomé el sombrero y las fotos para salvarlas del triste destino que les esperaba, el relleno sanitario de la ciudad. Se cumplió el viejo dicho: Tu basura es mi tesoro.

Al llegar a casa guardé el sombrero en un armario y las fotos en el cajón de las cosas viejas y las olvidé por completo.

Hoy estaba buscando una vieja foto de Medellín para publicarla en Facebook cuando vi un sobre amarillado por el tiempo; eran las fotos del zarzo.

No sabía quienes eran estas personas que aparecían en ellas, ni si estarían vivas aún. Cuantos años pasarían en ese oscuro escondite era también un misterio. 

Decidí entonces hacer esta nota y publicarlas. A lo mejor alguien las reconoce y puedan regresar a sus dueños originales. Es que las fotos familiares son recuerdos extraordinarios, casi sagrados.
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sábado, 16 de enero de 2016

EL ABRAZO DE LA SERPIENTE

Realismo mágico del cine Colombiano.


Muchos conocemos la buena noticia de una película colombiana que por primera vez fue nominada a los premios Oscar, El abrazo de la serpiente. 

Lo que casi nadie sabe es que esta película se basa en la vida, obra y aventuras de un joven etnólogo alemán que contra viento y marea logró hacer de una expedición, que tenía pocas expectativas de éxito, un trabajo maravilloso.

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Película llena de mensajes de sabiduría

El 20 de abril de 1903, Theodor Koch-Grünberg (1872-1924) partió hacia Sudamérica por encargo del Museo Etnológico de Berlín . Su tarea consistía en realizar un viaje de un año en la región de los ríos Ucayali y Purús, para recolectar objetos etnográficos e investigar la cultura de los indígenas que vivían allí, pertenecientes al grupo lingüístico Pano.

Aparentemente su misión fue un fracaso monumental, pues nunca logró ver los ríos Ucayali y Purús, por lo que optó explorar 1.000 kilómetros más al norte la zona amazónica de los ríos Negro y Japurá. (El Japurá es el mismo Caquetá en territorio de Brasil).


Izquierda foto original - Derecha de la pelicula
Esto escribió al ver el río Negro: El viaje por el río Negro es maravilloso. Es un poderoso río, tan ancho a ratos que recuerda el mar, lleno de islas alargadas que pocas veces permiten ver ambas orillas al tiempo. Un pronunciado ensanche del río, a pocos días de navegación arriba de Manaos, es denominado por los indígenas «boíauasú», «gran culebra». El que se aventura en una pequeña canoa por el intrincado laberinto de las islas, sin conocer las rutas, se expone a un gran peligro, ya que muy pocas están habitadas.


Una vegetación espléndida cautiva la vista con sus cambiantes y variadas tonalidades de verde. Aquí y allá se abre la misteriosa desembocadura de un afluente en la continuada e impenetrable pared de la orilla. 

Se presenta un fenómeno curioso, como me aseguraron varias veces, y es que en los afluentes de la margen izquierda, que por lo general son de aguas blancas, como por ejemplo el río Branco y el Padauiré, entre otros, ataca una malaria terrible, mientras que los afluentes de la margen derecha, de aguas negras, son absolutamente sanos. Durante todo el viaje permanece uno libre de mosquitos.

El aire es fresco y saludable. Mientras más subimos y mientras más se estrechan las orillas, más encantador se torna el viaje. Viviendas aisladas, aseadas casitas claras de los pocos colonos blancos o en la mayoría de los casos auténticas chozas indígenas de palma, medio escondidas bajo el verde de las anchas hojas de los bananos, se levantan contra el fondo oscuro de la selva, produciendo un contraste impresionante. 

Esbeltas canoas, ocupadas por seis y más personas, viajan con rapidez río arriba.

Poco a poco aparecen a la derecha cadenas de montañas azules entre ellas la mítica sierra de Curicuriary, con una cima puntiaguda e inclinada, la cual visité casi un año más tarde.

En los siguientes días pasamos varios rápidos nada peligrosos, y sin embargo nuestra vieja máquina sólo pudo cruzarlos con mucho esfuerzo y a todo vapor. El 10 de julio llegamos finalmente a Trindade, un villorrio con pocas casas, prácticamente indígena, punto final de la navegación con barcos a vapor en esa región. 

Un poco más adelante de este asentamiento empiezan los terribles rápidos del río Negro, que sólo se pueden cruzar en canoas con remos.

El 23 de julio partí de Trindade en una canoa que me había conseguido el superintendente de este distrito, pero la tuve que abandonar al día siguiente con todo mi equipaje, ya que se averió bastante en un rápido. Tuvimos que pasar los siguientes 14 días alojados en un miserable cobertizo indígena, abierto por los cuatro lados, expuestos todas las noches a las torrenciales tormentas tropicales.



Los indígenas nos trajeron, además de alimentos como cazabe, pinas, pescados, carne de monte y otras cosas maravillosas, adornos, armas, objetos de uso diario y hachas de piedra, reliquias de sus padres, que en la generación actual han sido substituidas por hachas europeas. 

Ellos ya sabían por su teléfono natural las cosas que yo deseaba y conocían con exactitud mis precios. El amigo Schmidt, quien había adquirido una gran habilidad en este tipo de comercio, valoraba con ojo crítico todas las cosas y le pagaba a la buena gente con perlas, anzuelos, fósforos, cuchillos y otras cosas maravillosas de acuerdo al valor del correspondiente objeto.

A la monotonía de un viaje siempre igual, interrumpido sólo de vez en cuando por la caza y la pesca, se añadió la falta de harina de mandioca, alimento indispensable en los viajes. Varias veces mi sensata tripulación estuvo a punto de devolverse y solamente apelando a todas mis energías y exigiendo que se remara día y noche con pocas interrupciones, logramos llegar después de 10 días de un viaje extenuante a una barraca de caucheros colombianos.

Estos colombianos llegaron hace unos tres años del alto lea y del Yapurá —cubriendo por agua y tierra dilatadas extensiones— hasta el alto Uaupés, con el fin de explotar allí los bosques de caucho. Sostienen constantes y sangrientas peleas con las tribus indómitas de la región, en particular con los Umáua, un grupo Caribe, y los Kobéua, y como suele suceder en la mayoría de los casos estos «portadores de la civilización « son los culpables. 

Sus actos vergonzosos y crueles, asesinato de indígenas, rapto y violación de mujeres y muchachas etc. han ido generando entre la de por sí pacifica población indígena un odio ardiente que estalla a veces con sobrada justificación. Además de la matanza cometida por los Kobéua, que ya mencioné, habían tenido lugar poco antes de nuestro viaje varios encuentros entre ambas partes en estas cuencas superiores. 


Yo mismo tuve a mi servicio durante semanas enteras en este viaje a tres Umáuas, que se contaban entre mis mejores y más fieles hombres, y quienes habían asesinado hacia unos meses por venganza a varios colombianos en el alto Vaupés.



El gordo Kauílimu, quien era un amigo especial para mí, tenía una terrible cicatriz de esa pelea. Los caucheros habían asaltado y quemado su pueblo, asesinado a su padre y a otra gente y violado a su hija. Conocí a la hija seis meses después en un asentamiento de caucheros colombianos en el Yapurá. ¡Un cauchero se la había comprado a otro por un pantalón!

Finalmente el 23 de marzo, cuando nuestra situación empezaba a ser realmente crítica, encontramos una canoa con un cauchero colombiano y algunos indígenas del nacimiento del Apaporis y poco después a los primeros indígenas sedentarios. 

Estos indígenas eran buenos hombres y "fueron amigos míos a pesar de su apariencia salvaje y sus armas mortales, flechas y lanzas envenenadas con curare, al igual que todos los otros llamados «salvajes» entre los cuales viví durante estos dos años. Tuve una interesante estadía, marcada por la novedad, en sus casas comunales limpias y redondas, ya que toda su cultura y su estilo de vida difieren bastante del de los grupos del Vaupés. 


Foto de Theodor Koch-Grünberg

Estos indígenas nos ayudaron a cruzar el último rápido del Apaporis y el 16 de abril entramos al río Yapurá ya de considerable anchura. El río causó una gran impresión en nosotros que habíamos durado viajando durante tres meses por ríos angostos y arroyuelos. 

Sus tramos infinitamente largos hacia el oriente, que permiten ver el horizonte despejado, despiertan la nostalgia por el mar y por la patria lejana que está detrás, pero a la vez producen una gran fatiga cuando hay que remar por ellos bajo el ardiente sol de mediodía. La travesía por el ancho río, ocupado por innumerables islas que permiten ver muy pocas veces ambas orillas, es muy peligrosa para canoas pequeñas a causa de las súbitas tempestades que se presentan con frecuencia.

En noviembre de 1905 Koch-Grünberg entregó al Museo Etnológico de Berlín una lista de más de 1.298 objetos etnográficos que había recogido durante su expe-dición. Ya antes, había vendido una muestra más pequeña de objetos indígenas al museo Goeldi en Belém (Brasil). Junto con la muestra etnográfica, Grünberg había traído consigo más de 1.000 fotografías, que habían sido reveladas por él mismo in situ, así como nueve grandes vocabularios con textos en diferentes idiomas y anotaciones gramaticales. 

Adicionalmente había preparado listas de vocabulario de 31 comunidades indígenas que permitirían el estudio y la clasificación de sus idiomas. Fuera de eso, trajo un gran número de mariposas, plantas y muestras de rocas que puso a disposición de los respectivos científicos especialistas. Observaciones geográficas y meteorológicas completaban la voluminosa recolección de datos. 

Los resultados etnográficos, el objetivo primordial del viaje, fueron publicados por él en numerosos libros y ensayos. 

Entre ellos, el libro Dos años entre los indios. Viajes por el noroeste brasileño 1903/1905, que se compone de dos volúmenes, constituye la obra principal, y fue publicado por primera vez entre los años 1909-1910.
Los logros de este viaje, que tuvo lugar hace alrededor de cien años, se han ido conociendo tanto a través de publicaciones de Koch-Grünberg como de nuevas ediciones y traducciones de sus libros. 

En el presente artículo no pretendo resumir los resultados de la expedición sino, más bien, con base en material de archivo hasta el momento inédito, ilustrar las motivaciones y dificultades de un viaje, así como las de la vida de un investigador. Sucesos que llevaron a que, al lado de Karl von den Steinen (1855-1929), se convirtiera en el representante más significativo del capítulo de la etnología de lengua alemana que, entre finales del siglo XIX y principios del XX, se ocupó de los indígenas de las tierras bajas de Sudamérica, más exactamente de la región amazónica.



Bibliografía: Michael Kraus (Dr. Phil.)
Universidad de Marburg
Dirección electrónica: kraus@staff.uni-marburg.de

lunes, 11 de enero de 2016

LOS OFICIOS

John Jairo Rodas Giraldo

Comienza otro año y la gente va pensando en retomar sus labores. Ahora hay mucho desocupado, para la muestra un botón. 

Recuerdo que nuestras mamás con su sabiduría nos decían: ¡mijo, coja oficio! Ya muchos oficios han desaparecido pero aún hay algunos que se mantienen


LOS OFICIOS

En el barrio donde vivo 
no ocurren hechos graves, 
esto pues hasta donde sé 
o tal vez, quizás, quién sabe.

Don Orlando en su farmacia 
anda en un dilema serio: 
si es remedio para males
o para males remedio.

Al mecánico del barrio 
por muy poquito lo matan, 
pues le lanzaron un tiro 
y se fue por la culata.

Alonso el carpintero 
tiene una gran aflicción, 
porque tiene que entablar 
dizque una conversación.

A Danilo el panadero 
se le ve achicopalado, 
lo notaron muy buñuelo 
haciendo pan aliñado.

Guillermo el verdulero 
me contó algo de Sonia, 
que el día menos pensado 
se volvió muy zanahoria.

Allí en la papelería 
me dijo Gloria asustada: 
¡es el colmo hombre Jairo! 
me tienen empapelada.

Jorge el electricista 
ayer se cayó de bruces, 
cuando jugaba al billar 
ahí se le fueron las luces.

Felipe que es albañil 
lo tienen en El Mental, 
pues se le corrió la teja 
mientras hacía un corral.

Doña Laura la del frente 
hace tiempo es costurera, 
como está desmemoriada 
coge la bota por fuera.

A Rogelio el carnicero 
se le nota muy extraño, 
dice que con quien se topa 
le ve cara de marrano.

Chumilo que es zapatero 
me decía hace un rato: 
que a nadie le faltará 
la piedrita en el zapato.

Lucho el de la vidriera 
me dijo muy de repente: 
lo primordial en la vida 
es ser uno transparente.

Un vecino que es lotero 
y que además es cieguito, 
al encontrarnos me dijo: 
aquí nos vemos lueguito.

Y el cura de la parroquia 
me decía con su desdén, 
el tiempo pasa volando 
y se va en un santiamén.

(John Jairo Rodas Giraldo)

domingo, 10 de enero de 2016

LAMINAS DEL AYER

En el costado sur, línea B, de la estación del Metro San Antonio hay una burbuja comercial que siempre me llamó la atención. En sus vitrinas exhiben recuerdos de la ciudad para turistas, cactus miniatura y láminas tradicionales del Medellín viejito.


El viverito en la estación Metro San Antonio
Me acerqué al mostrador de El viverito y me atendió Sandra, la vendedora. Ella me contó que el nombre de la burbuja realmente no es ese, pero popularmente todos le dicen; El viverito.

Sandra me permitió sacar algunas fotos de láminas que vende allí. Aunque eso fue el 16 de diciembre del año pasado (2015), solo hasta hoy he podido dedicarme a contar esta historia, que de seguro será de interés para los amantes de las láminas tradicionales y antiguas.






UN POQUITO DE AMOR


Hubo un tiempo en el que el amor buscaba
Para llenar mis horas de tristeza.
Buscaba, como se busca el agua
cuando uno se pierde en el desierto.

Buscaba sin saber lo que buscaba
andando los caminos y los vientos.
Subí por la montaña para mirar lejos
sin nada hallar por un camino incierto.

Estaba a punto de caer en el abismo
perdido el tiempo de mí falaz intento.
Fue entonces que saliste de la bruma
mostrando tu belleza y tu talento.

Vibré entonces cual viril cigarra
llenado el bosque con mágicos sonidos.
Debía atraerte, pasa el tiempo…
Y al fin logré tu atención y tu sonrisa.

Tiempos de sol, alegría y lluvia fresca.
Aroma de hierbas y jazmines.
Ahora sabía que existías…
 Aunque llegabas a mí cuando me iba.
<

sábado, 9 de enero de 2016

QUE TAN HONRADO ERES

La doble moral es más común de lo que pensamos, muchas personas que se ufanan de ser honestas a lo mejor no lo son tanto y hasta pueden estar lejos de serlo, llegando al extremo de ser delincuentes en la sombra.


Muchos dirán que:

"A papaya servida, papaya partida."

"El vivo vive del bobo y el bobo de papa y mama".

"La oportunidad hace al ladrón."

"A la ocasión la pintan calva".

Haga plata honradamente, mijo, pero si no puede honradamente, haga plata, mijo.”
(Dicho Paisa)

“Trata de ganar dinero; si puedes ganarlo honestamente, hazlo así; si no, trata de conseguirlo de cualquier modo que sea.” 
(Horacio)

Maurico Villegas Johnson escribió algo muy interesante sobre  este tema que cobija a muchos colombianos: 

EL APUNTAO

Por los años 70, 80 y principios de los 90 fue famosa, y divulgada por los medios, una modalidad denominada “El apuntao”, que consistía en que muchas personas “de bien” aportaban sumas de dinero para hacer una especie de “vaca”, con los grandes exportadores de coca, hacia los Estados Unidos de América. 

Así podían enviar mayores cantidades al país del norte en un solo viaje y, si “coronaban”, los que estaban “apuntados” recibían su correspondiente rentabilidad, rápido y en dólares. ¡Y muchos se enriquecieron de esta forma en Colombia hace unos 30 años!… pero ellos, desde luego, no aparecían como miembros de nada ilícito… ¡pero lo eran, desde luego!


MEDIDOR DE HONRADEZ

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Así como tenemos el medidor de velocidad web me parece interesante que tengamos uno que mida la honradez, y tranquilos que como lo harán mentalmente no se recopilarán datos.

Si encuentras una billetera con documentos y un montón de billetes que harías:

1. Buscarías al dueño y los entregarías.
2. Te quedas con el dinero.

Si el cajero del banco te entrega por error más dinero del que fuiste a retirar, qué harías:

1. Le comentas su error y devuelves los billetes de más.
2. Te haces el bobo y te lo guardas.

Si encuentras un teléfono celular olvidado en un baño público que harías:

1. Buscas el teléfono de su dueño y le dices donde estás para que lo recoja.
2. Te quedas con él y borras todos los datos.

Si encuentras un cheque de gerencia al portador qué harías:

1. Vas al banco e informas el hecho
2. Vas al banco y tratas de cobrarlo.

Si a alguien que va delante de ti se le cae un billete u otra cosa valiosa que harías.

2. Lo llamas para enterarlo de lo que pasó.
2. Te haces el tonto y lo recoges con disimulo.

Resultados.

Si tus cinco respuestas fueron de la opción 2: Eres un malandro de atar y a lo mejor no lo sabías.

Si tus cinco respuestas fueron por la opción 1 eres honesto y mereces una gran felicitación. Aunque de seguro para la mayoría serás un torombolo.

Si tus respuestas han sido algunas por la opción 1 y otras por la 2 eres una persona promedio, nunca es tarde para mejorar.

Enlace relacionado: El vivo vive del bobo

martes, 5 de enero de 2016

ASTROPUERTA ENERO 2016

Enero es una buena época para observar, en los dos hemisferios, las maravillas del firmamento a simple vista, con binoculares y telescopios. Además los cinco planetas, – Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno – serán visibles simultáneamente antes del amanecer a lo largo del mes. Y no olviden buscar el cometa Catalina en su tránsito por las constelaciones Bootes y Canes Venatici, con binoculares y buenos cielos.

El XIX Festival de Astronomía en Villa de Leyva, se realizará el 12, 13 y 14 de febrero.

Salud y muchos éxitos en 2016.

Germán Puerta

Astropuerta
@astropuerta
Bogotá, Colombia


Principales eventos celestes de Enero de 2016

Lunes 2 – Luna en cuarto menguante

Martes 3 – Conjunción de la Luna y Marte

Miércoles 4 – Lluvia de meteoros de las Quadrantidas

Jueves 7 – Conjunción de la Luna, venus y Saturno

Domingo 10 – Luna nueva

Sábado 16 – Luna en cuarto creciente

Domingo 24 – Luna llena

Jueves 28 – Conjunción de la Luna y Júpiter


Principales efemérides históricas de Enero de 2016

Viernes 1 – 1801: Giusseppe Piazzi descubre el primer asteroide, Ceres

Sábado 2 – 1959: La sonda Lunik 1, primera nave en abandonar la gravedad terrestre

Martes 5 – 1865: Nace Julio Garavito Armero, astrónomo colombiano

Jueves 7 – 1610: Galileo descubre a Io, Europa y Callisto, lunas de Júpiter

Viernes  8 – 1942: Nace Stephen Hawking, físico británico

Domingo 10 – 1946: Primer contacto de radar con la Luna

Lunes 11 – 1787: William Herchel descubre a Titania y Oberón, lunas de Urano

Martes 12 – 1820: Fundación de la Royal Astronomical Society en Inglaterra

Miércoles 13 – 1610: Galileo descubre a Ganimedes, luna de Júpiter

Jueves 14 – 2005: La sonda Huygens desciende en Titán, luna de Saturno

Martes 19 – 1747: Nace Johann Bode, astrónomo alemán

Jueves 21 – 1792: Nace John Couch Adams, codescubridor del planeta Neptuno

Domingo 24 – 1986: La nave Voyager 2 cruza la órbita de Urano

Sábado 25 – 1736: Nace Joseph Louis Lagrange, astrónomo y matemático italo-francés

Miércoles 27 – 1967: Los astronautas Chaffee, Grissom y White mueren en un accidente en tierra a bordo de la nave Apolo 1

Jueves 28 – 1611: Nace Johannes Hevelius, astrónomo alemán

Jueves 28 – 1986: El transbordador espacial Challenger explota y mueren siete astronautas

Sábado 30 – Corea del Sur lanza su primer satélite artificial

Domingo 31 – 1958: Lanzamiento del Explorer 1, primer satélite estadounidense

NOTA: Esta información puede distribuirse libremente



viernes, 1 de enero de 2016

EL PRIMER DÍA DEL AÑO

El primer día del año entró por mi ventana
Para los que nos rige el calendario gregoriano estos cambios de año se convierten en un acontecimiento apoteósico. Desde el amanecer del 31 de diciembre muchos sienten como si en la última hora del día fueran a morir para renacer mágicamente en el primer instante del primero de enero del año siguiente.

Pero no un renacer cualquiera, la idea más cercana a este sería la de un reseteo de todo lo vivido, para comenzar a grabar en la ram de la nueva vida solo las acciones de una lista de propósitos, muchos de ellos utópicos.

Pero para no ser aguafiestas hay que reconocer que bien manejada esta percepción de nueva vida puede ser un buen punto de partida de buenos y sinceros propósitos para mejorar lo que nos quedó medio chueco el año anterior, y mantener o superar lo que bien hicimos.

Algunos sin embargo solo ven esta fecha como motivo para dar rienda suelta a un desenfrenado jolgorio y justificar el derroche y sus bajos instintos.

Pero hay que reconocer que son cosas heredadas y catalogadas erróneamente como "tradiciones", cuando solo son malas costumbres disfrazadas de herencia cultural. Pero cada quien hace de su vida un saco y se mete en él.

No para todos en el planeta el comienzo de año coincide con el nuestro. Es que los calendarios son inventos que ayudan a organizar la vida y la historia del mundo, igual que el tiempo y los relojes.

*Por ejemplo en el calendario judío ahora es el año 5776, y en China ahora es el año 4712 (año del mono).
*Este dato puede ser solo aproximado

LOS DÍAS FESTIVOS
(Dias de fiesta nacionales y regionales)

En Colombia tendremos este año 2016 18 días festivos, y aunque se diga que son muchos hay países que igualan o superan este número. En Argentina igual tendrán 18.  En Canadá 30, en España 44.

Pueden consultar estos datos en Cuando en el mundo CALENDARIOS 

Video:
El tiempo de sinfonía de la ciencia
que traduje y subtitulé

martes, 29 de diciembre de 2015

AGÜEROS DE FIN DE AÑO

Los fines de año muchos recurren a los agüeros para atraer la buena suerte. Agunos porque creen en ellos y otros por si las moscas. Aquí John Jairo Rodas Giraldo nos comparte una graciosa visión de ellos.

LOS AGÜEROS
John Jairo Rodas Giraldo



Los agüeros son creencias
en cosas y actos con poder,
aquí te dejo una lista
para que puedas escoger.

Tal vez seas solterona 
y quieras estar casada, 
debes sentarte y pararte 
con las doce campanadas.

Así mientras ellas suenen 
si doce uvas te comes, 
de una cosa estoy seguro 
que tu suerte se compone.

Si quieres tener dinero 
y tenerlo pa buen rato, 
coloca grandes billetes 
en ese par de zapatos.

O tiras unas monedas 
allá afuera del umbral, 
al barrerlas hacia adentro 
bastante plata tendrás.

Si tu interés es viajar 
pues has sido sedentario, 
agarra pues la maleta 
y dale vueltas al barrio.

Si de una manera nueva 
deseas que venga el año, 
te aconsejo a medianoche 
aplicarte un buen baño.

Si en el próximo año 
quieres seguido estrenar, 
al revés la ropa interior 
el treinta y uno has de usar.

Hay uno que es arriesgado 
del que a mí no me da ganas, 
poner las papas peladas 
debajito de la cama.

Mejor haz una oración 
dejando al fin los agüeros, 
por nuestros seres queridos 
y por el planeta entero.

Mi agradecimiento a John Jairo Rodas Giraldo 



lunes, 28 de diciembre de 2015

AMANECIENDO

Medellín, Diciembre 28, 6 A.M.
6 A.M.
Hoy desperté antes de que sonara la alarma de mi móvil.
Las cortinas se teñían de un subido color naranja, como si algo ardiera en la calle.

Tomé mi cámara y abrí la ventana.
Lo que vi me sorprendió y disparé mi cámara...
Para qué despertador si la mañana se metió por mi ventana.

Hoy no pensaba escribir nada para el blog...
Fue este amanecer el que me dictó la plana.

¿Ya el despertador para qué?
Hoy el día se metió por mi ventana...

¿Quién no se levanta a tomarle una foto a la mañana?



domingo, 20 de diciembre de 2015

CATEDRAL DE CHARTRES

Alberto López
 Dedicado al ingeniero:
Luis Fernando Gutiérrez, personaje de una curiosidad infinita. 


La catedral de Nuestra Señora de Chartres es considerada por muchos expertos como el máximo exponente de la arquitectura gótica religiosa en el mundo. Más de un millón de turistas y doscientos cincuenta mil peregrinos la visitan cada año. 

Pero los turistas que viajan a Chartres lo hacen principalmente para admirar sus ciento setenta y dos vitrales góticos, repartidos en dos mil seiscientos metros cuadrados, que se han mantenido prácticamente intactos desde la Edad Media, aguantando tanto las inclemencias del tiempo como la furia y desidia de los hombres. 

Foto WikipediA
En su mayor parte fueron elaborados para el templo actual, construido sobre el primitivo templo románico después de su incendio 1194. 

En su elaboración que puede ser fechada entre los años 1205 y 1240 resulta especialmente deslumbrante su color claro azul traslucido (un color que no se encuentra en ninguna otra parte) que ha caracterizado a la ciudad (hasta el punto de ser llamado azul de Chartres) y que asociado con la imagen de la virgen María, de la que en la parte sur de la catedral se encuentra un famoso vitral (el más antiguo, pues proviene de la antigua catedral románica) donde se la representa sentada con su hijo sobre las piernas y vestida con su manto azul sobre fondos rojos en medio de una sinfonía elegantísima de azules intensos. 

Vitral de la Virgen María en la catedral de Chartres
Varios de estos vitrales fueron restaurados a lo largo de los siglos, pero resulta significativo que, a pesar de las guerras por las que paso Francia, no llegaron a sufrir daños irreparables (durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial fueron completamente desarmados y puestos a buen recaudo) como por desgracia les sucedió a otras muchas catedrales góticas francesas, entre las que hay que cabe mencionar especialmente a la de Reims, cuyos vitrales fueron destruidos por los bombardeos alemanes en la Primera Guerra Mundial y que volvería a ser alcanzada de nuevo por las bombas en la Segunda, cuando apenas dos años antes, habían concluido los trabajos de restauración de los daños causados en la Primera. 


La catedral de Chartres tenía, hasta hace unos años, la fama de ser la más sucia de Francia, por lo que el Estado francés decidió iniciar una limpieza en profundidad que se inició en 1972 (todavía está en curso) y que ha traído varias sorpresas. A pesar de sus grandes vitrales, las catedrales góticas que llegan al siglo XX no dejaban de resultar un poco tétricas, quizás también, por el oscurantismo de la liturgia que caracteriza a la propia religión católica heredera de la Contrarreforma. 

Las velas, los inciensos y los hachones de teas, habían convertido los muros interiores en sucios paramentos oscuros, a lo que contribuyó también la nefasta moda de descubrir la piedra dejándola desnuda. Los restauradores de Chartres, consecuentemente, volvieron a revestirla con mortero y a pintarla en blanco dibujando líneas a imitación de sillares como motivo decorativo, pero sin seguir las juntas reales. 

El espacio se iluminó de nuevo, a la vez que se recuperaban los restos pintados con color de arcos, molduras, columnas y paramentos. Porque la catedral gótica, a diferencia de lo que se venía pensando, no era una catedral de piedra desnuda, sino pintada, con paños y arcadas plenas de colorido. Y otro tanto sucedió con los vitrales. 


Durante siglos el aire de las ciudades había estado libre de contaminación, pero con la revolución industrial hubo un progresivo incremento de la polución hasta niveles desconocidos. Los agentes contaminantes y la lluvia acida comenzaron a adherirse y a atacar al vidrio de los vitrales por el exterior, especialmente si se tiene en cuenta que en la época gótica, la temperatura de fusión de los vidrios era muy baja, esto es, su calidad era muy inferior a los vidrios actualmente corrientes. 

Por el interior el problema de la suciedad era parecido. Las velas, las antorchas, las teas que iluminaban el espacio interior, la suciedad general en la vida de aquel tiempo, que se llevaba de forma natural al interior de la catedral convertida en otra plaza del pueblo, unido a la altura a que se encontraban muchos vitrales (que nunca se habían limpiado desde que se instalaron) daba como resultado una luz sucia y apagada. 

Cuando por fin se limpiaron, la catedral se ilumino de nuevo, llenándose de dibujos de colores sobre los paramentos blancos y arrojando una nueva visión sobre los restos de las pinturas que recubrían los muros. Y con aquel renacer que trajo la luz, sucedió como con el techo de la Capilla Sixtina que, cuando las gentes vieron el resultado final se escandalizaron en la creencia de que se había destruido el espíritu de la obra. 

Cuando se limpiaron los frescos de Miguel Ángel y aparecieron en todo su esplendor los colores vivos y brillantes que ocultaban siglos de humo, velas y suciedad, la gente dijo que los restauradores se habían excedido repintando y destruyendo la obra del genial Buonarroti. 

El aire oscuro que se desprendía de los frescos, un poco tenebroso, apagado, negroide, marrón, de tierra…y atormentado (como el personaje de Charlton Heston en el film (La agonía y el Éxtasis) con que el tiempo había repintado los frescos, había convertido aquel resultado sucio, en parte de los atributos de la pintura del genial florentino. 

Sin embargo otro Miguel Ángel surgía después de la limpieza: colorista, alegre, divertido…Un Miguel Ángel que algunos calificaron de pop. Una vez más la fuerza de la costumbre se convertía en la mayor dificultad para entender y valorar el arte. 

La limpieza de los vitrales trajo otras sorpresas. El color, en un mismo vidrio, era ligeramente diferente de unas partes a otras, lo que se atribuyó a los desiguales espesores que se generaban por la desigual distribución de la pasta y de su mezcla, propias de una producción artesanal. Pero también se detectó que en las partes superiores era más claro que en las inferiores y esto venía a su vez motivado, como se pudo apreciar, porque los vidrios eran más gruesos en su base que en su coronación. 


Pero… ¿por qué aquella diferencia de espesor? Algunos lo atribuyeron a la propia intención de los vidrieros de entonces que, con la misma lógica estructural de una columna o de un muro, elaboraban la lámina más gruesa por abajo que por arriba, a fin de soportar la carga que tenían encomendada más su peso propio. 

De ahí deducían que ese era el motivo por el que vidrio era más grueso abajo que arriba. Pero no. La explicación a aquel misterio había que buscarla en otra parte. Estaba en el propio vidrio. Estamos acostumbrados a entender que en nuestro universo la materia responde a tres estadios: el sólido, el líquido y el gaseoso. Evidentemente el vidrio es un sólido. Esto macroscópicamente es así, pero... ¿qué ocurre si observamos el vidrio a nivel molecular? 

Curiosamente, el vidrio no es un cristal sino un líquido sub-enfriado, o lo que es lo mismo, un fluido con muy alta viscosidad. Esta propiedad mide la resistencia que muestran los fluidos a las deformaciones tangenciales, es decir, a fluir. 

Cuando un material sólido se funde, la mayoría de las veces da lugar a un líquido isotrópico, que, es básicamente, lo que todos entendemos por líquido. Sin embargo, en algunos casos se forma una o más fases intermedias, en las que el material presenta un estado entre sólido y líquido conocido como estado vítreo. 

A estos compuestos se les conoce como cristales líquidos, y aunque tienen apariencia de sólidos se deforman elásticamente ante esfuerzos externos. Se trata de una especie de líquidos con una viscosidad altísima, de forma que aunque fluyen, lo hacen tan lentamente que apenas resulta apreciable y podrían tardar cientos de años en hacerlo a temperatura ambiente. 

No obstante, si los calentamos a altas temperaturas la viscosidad disminuye hasta que pasan a comportarse como verdaderos fluidos. O sea que, simplificando, el vidrio en unas condiciones ambientales normales de presión y temperatura es un sólido, pero si estas condiciones cambien puede resultar ser un líquido, o algo equiparable a un fluido, cuya característica más singular es que fluye. 

Pues bien, mil años de intenso sol sobre los grandes vitrales de Chartres han producido una fluidez lentísima del vidrio en tanto que líquido, que por la fuerza de la gravedad, le ha hecho escurrirse hacia su parte inferior, como lo hace una gota de agua por su superficie o el mismo cuerpo humano formado en su mayor parte de líquidos, cuando una vez consumida la energía que le da el impulso para el crecimiento, comienza, con la vejez, a encogerse fluyendo hacia abajo, hacia la tierra de la que surgió y le vio nacer. 

Chartres Apostles_Panel_05
El vidrio es una creación artificial del hombre, una de esas cosas que a pesar de lo que el hombre haga con ellas para convertirlas en otras diferentes, se empecinan en no dejar nunca de ser ellas mismas, de tener vida propia y de buscar el principio, el origen y el lugar en que los dioses las dispusieron en la naturaleza. El vidrio de Chartres fluye buscando su retorno, su camino, como el rio de la vida, de espaldas a las intenciones y deseos de los hombres, recordando su pasado y persiguiendo su propio origen. 

¿Quién hubiera pensado que por el interior de aquel sólido transparente, aséptico y sin vida, como una roca, fluía por siglos el río de su propia ser, oculto a la mirada de los hombres? 

Cabe pensar que los colores de los vitrales y en concreto, ese color único, ese azul de Chartres, no es sino el producto de esa fluidez a lo largo de cientos de años, cuyo cambio permanente seguirá ofreciendo en el futuro infinitos azules hasta que, por la gravedad y su propio peso, el vidrio (si no es detenido en su fluir por la tecnología moderna, a fin de conservarse, con una momificación) acabe colapsando. 

Buscando el vidrio el hombre buscaba la transparencia y el dominio de la luz y lo fue a robar a los Dioses que iluminaron con ella la creación y el nacimiento del mundo. 

Por eso cuando la catedral gótica, la mítica catedral de cristal (que también buscaron los arquitectos de las vanguardias expresionistas centroeuropeas del periodo entreguerras como Taut, Mendelsohn o Poelzig o el poeta de la arquitectura de cristal Paul Scheerbart) se llenaba de luz al amanecer a través de sus vitrales con los primeros rayos del sol, los hombres que la levantaron, dando un significado simbólico a su obra, hablaron de luz divina. 

 Los vitrales, los ojos líquidos de la catedral de cristal siguen hoy fluyendo o llorando según se mire, mientras inundan de luz y color un espacio religioso que por su gran altura (parece perseguir el cielo) su luz multicolor y su transparencia, se recrea en él una atmosfera espiritual que a los hombres y mujeres de hoy, sean católicos, ateos, musulmanes, budistas, carpinteros, taxistas, funcionarios de hacienda, peregrinos o turistas, a todos les hace sentir la experiencia única e inmaterial de encontrarse ante el pórtico de la gloria que da acceso al Paraíso.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

MONEDA DE LA MADRE LAURA

Relato de una pequeña odisea
Numismática



El viernes 23 de octubre el Banco de la República sacó a la venta una emisión de monedas conmemorativas de la madre Laura Montoya Upegui (1874-1949), la primera santa colombiana.

El Banco emitió inicialmente 100.000 piezas y podría emitir 400.000 adicionales, dependiendo de la demanda del público. La moneda, aparte de ser de colección, está habilitada para hacer compras a nivel nacional.  

SEGUNDA EMISIÓN
400.000 Monedas (70.000 para Medellín)

Especificaciones:
Cuproníquel (níquel 25%)
Diámetro: 35 mm
Altura del borde: 2,65 mm
Peso estimado:    21,75 gramos

Moneda en empaque de acrílico: $5 000
Moneda en estuche especial con plegable que contiene información sobre las características de la moneda: $14 000
Sello

Con estuche y guía

Cara

Como siempre he sido admirador de la madre Laura y visité desde niño la sede de su convento en el barrio Belencito, quise adquirir esa bella moneda para agregarla a mi modesta colección numismática. Pero como una cosa piensa el burro y otro quien la enjalma ese viernes en el que comenzaron a venderla me resultaron mil cosas que hacer y pospuse la compra para el día lunes.

En los noticieros de la noche escuché que se habían agotado las monedas y que por lo tanto no las tendrían para el lunes.  Me tocó resignarme y esperar a que posiblemente sacaran una segunda emisión.

Unas semanas después que pasé por el Banco de la República indagué por la fecha de la nueva emisión. Me contestaron que aún no sabían y que solo se habían entregado el viernes y lunes 23 y 26 de octubre. 

¿Lunes? Ya no volvería a creer en todo lo que decían las noticias.

Afortunadamente la segunda emisión se concretó y pondrían a la venta en Medellín 70.000 de las 400.000 acuñadas para el día de aguinaldos. Estuve muy pendiente de esa fecha y fue así que el miércoles 16 de diciembre llegué al frente de la sede del banco en el parque de Berrío.


Parque de Berrío
La tarde era calurosa, por lo menos estábamos a unos 28°C. Mi reloj marcaba las 9 de la mañana y la fila de compradores excedía mis expectativas. Partía desde la entrada principal del banco y rodeaba todo el edificio para volver al lugar de partida y rodear la orilla de la gran fuente central del edificio, donde está la escultura del maestro Botero “El Torso”. 

Ese periplo consumió 5 horas de mi vida, soportando un sol canicular y estando en pie. No niego que varias veces pasó por mi mente abandonar esta extraña situación, pero decidí tomarlo como un reto personal.

Como somos seres sociales fue inevitable hacer una simpática amistad con mis dos vecinos de fila. Una era Luzmila, amable señora muy devota de la madre Laura que tenía un hermano muy enfermo al que quería llevarle una de las monedas. El otro era un jovencito con cara de buena gente al que su patrón le había encargado comprar tres monedas, dándole dos al joven empleado para que dispusiera libremente de ellas.  

Al preguntarle qué haría con las monedas sin tardar me dijo que una sería para la madre de su novia y la otra para su madre, ambas muy devotas de la santa colombiana. Danilo era su nombre, y al igual que Luzmila a lo mejor no los volvería a ver nunca. 


Danilo
El tiempo fue pasando y entre nuestra conversación y la toma de videos y fotos que no faltan en mis salidas llegamos a la puerta principal del banco a la 1:30 de la tarde, hora límite para atender a los compradores.

Un funcionario salió y contó los primeros diez de la fila, en los que por fortuna quedamos Luzmila, Danilo y yo, y dijo: “Hasta aquí atendemos hoy”

Parecía que lo habíamos logrado y que era una prueba superada. Así fue que se nos autorizó la entrada, cédula en mano. Luzmila y Danilo que me antecedían pasaron sin problema, pero cuando yo me disponía a entrar un guarda me detuvo diciéndome que por orden de gerencia hasta ahí llegaba la atención.

Afortunadamente luego de unos minutos y tras un cruce de mensajes a través de sus intercomunicadores el guarda dijo que podíamos pasar los últimos siete elegidos del día. 

Lo que siguió fue solo tramite y al fin pude conseguir la anhelada moneda que hará parte de mi colección.


Buscando sombra bajo La Gorda

Luzmila
Al fin entrando al banco

El turno final
Al salir del banco el reloj marcaba las 2:15 P.M.
Iglesia de La Candelaria - Edificio de La Bolsa
Los guardas del banco
5 Horas bajo el sol
El video que hice durante la espera.