Como cambian las cosas en navidad, pero para empeorar. No se que es lo ha pasado, pero comparando estas fiestas actuales con las que teníamos en nuestra época de infancia vemos que nada tienen que ver. El desorden y el ruido se apoderan de la ciudad, el despilfarro y la quema de pólvora es desaforada. La música ya no es música, es una estridencia sincopada que estruja el espíritu. Ya casi nadie recuerda que hace 2010 años nació un Niño que cambiaría la historia del mundo, que con su palabra y ejemplo habría de guiar a una sociedad decadente. De repente descubro que esta generación ha renunciado a su mensaje, que mientras millones de hermanos se hunden en el agua y el lodo de un invierno salvaje solo piensan en dar rienda suelta a sus pasiones banales sin importarles el infortunio y el dolor de sus propios hermanos.
La canción de Gabriel Romero: “Maldita navidad” tristemente se hace realidad en este primer decenio del siglo XXI. La familia ya no agrupa a sus miembros en torno al pesebre para hacer la novena de aguinaldos y cantar el inolvidable Ven, ven, ven…
Ya cada cual toma su camino rumbo a las discotecas o a lugares de rumba y vicio poco recomendables. La palabra de Cristo se pierde entre el ruido, el humo y el desden de esta generación insensible. El sentido común es cada vez el menos común.
Pero se que aún hay muchos que añoran y quieren rescatar los valores de nuestros abuelos, que anhelan la preparación de la natilla y los buñuelos en el patio de los viejos, que sueñan para sus hijos un mundo mejor, lleno de amor y solidaridad, todavía se puede, no debemos avergonzarnos de ser tachados de anticuados o ñoños, si ser ñoño es querer de nuevo una navidad a la antigua y en paz, pues bienaventurados los ñoños, los que no nos dejamos arrastrar por la bárbara sociedad de consumo y lo superfluo, los que hemos descubierto que es en el ser y no en el tener donde reside la felicidad y el verdadero futuro del mundo.
Feliz navidad, pero a la antigua y con sinceridad, también para todos verdaderos deseos de un año 2011 lleno de paz y éxitos en todos vuestros proyectos. Que la salud y la felicidad colmen los caminos de nuestros padres, hijos y hermanos, especialmente para los que están ahora pasando por esta dura prueba de los aludes y las inundaciones.
Paz, salud y prosperidad para todos.
2 comentarios:
Totalmente deacuerdo con su articulo. Tendria para agregar que por encima de la tradicion cristiana lo que se perdió en esta epoca asi como ya se perdió hacer rato en la semana santa es el espiritu, en este caso el espiritu nanideño. No se que en que es lo que termina convertido, si es por ese tropico que parece paganizar todo. Incluso sigue lloviendo, las tragedias estan a la vuelta de la esquina pero preferimos embriagarnos y desconectarnos de esa realidad. Era la oportunidad para revivir ese espiritu navideño solidario que afortunadamente a muchos se les despertó con la teletón. Yo si pienso que algun dia la gente se hastiara de las vacias navidades paganas y que el espiritu original de la navidad el que describe Dickens en su cuento va regresar a Colombia.
Ojalá tus deseos del retorno de una navidad al estilo de la obra de Dickens o las descritas en el Testamento del Paisa de Agustín Jaramillo.
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